Crónica (viernes): Slipknot mantiene su idilio con el Resurrection Fest

VIERNES – 30 JUNIO 2023

VIVEIRO

La tercera jornada del Resurrection Fest posiblemente fuera la más esperada por la mayoría de los asistentes. Slipknot es una de esas bandas que congrega multitudes. Muchos de sus seguidores acuden a sus conciertos ataviados con elementos de la iconografía de la banda, convirtiendo las horas previas en un espectáculo colorido lleno de monos, máscaras y demás.

BLIND CHANNEL

Pero no sólo de Slipknot vive el festival, y es que esta jornada del viernes estuvo rebosante de buenos conciertos. Comenzamos con los finlandeses Blind Channel, que comenzaron a ganar popularidad en 2021 tras su paso por Eurovision. Antes de su participación en el concurso ya tenían un férreo grupo de seguidores que hablaban de sus bondades, pero esa explosión mediática les permitió llegar a un público más amplio que han sabido aprovechar, y hoy mucha más gente surfea la ola de metal contemporáneo de Blind Channel.

Sonaron bastante cañeros, con buen sonido, y ofrecieron un show bastante enérgico y dinámico, haciendo vibrar masivamente a unas primeras filas totalmente entregadas.

KONVENT

Muy diferente fue la propuesta de las también nórdicas Konvent, este cuarteto íntegramente femenino ofreció una dosis de metal extremo, oscuro y cavernoso, llenando el desert state de un doom canónico no apto para profanos. Su propuesta está más dirigida a un público mucho más de nicho, y los amantes del género disfrutaron de la voz gutural super grave de Rikke Emilie y de los pasajes densos del resto de la banda.

FEVER 333

La forma en la que Fever 333 entiende los conciertos trasciende a de la música, lo suyo es una apuesta total por el espectáculo, la diversión y la reivindicación, y en su actuación se mezcla música (obviamente), discursos positivistas, y mucha, mucha diversión. Jason Aalon Butler es un frontman descomunal, de esos que no permite que la intensidad decaiga, y aunque pecó de demasiada locuacidad (cuando no tienes un concierto muy largo a veces es mejor sacrificar los discursos y centrarse en la música), impregnó Viveiro de su carácter buenrollista.

Ya fuera lanzándose sobre las primeras filas, comentando los disfraces del público, interaccionando y haciéndose fotos y regalando baquetas a los resukids o manteniendo un diálogo constante con la audiencia, logró un dinamismo de lo más contagioso.

Compartió el protagonismo con su bajista April Kae, cuyos movimientos, energía y simpatía fue un complemento más de la siempre apabullante efervescencia de Jason. Y así, entre discursos y buen rollo, pudimos escuchar cortes como «Bite Back», «Only One», «Made an American», «One of Us» «Swing», «Prey for Me», «Burn it» o la versión de Blur, «Song 2».

Muy buen show pese a que se podía haber aprovechado más el tiempo.

BRUTUS

Personalmente, me pareció uno de los conciertazos el día. Estos belgas quizá no sean la banda más popular del cartel, pero su concierto fue toda una delicia, el Desert Stage fue testigo de la excelencia musical de este power trio, con una Stefanie Mannaerts magistral, imprimiendo carácter y energía con la batería -colocada de forma lateral para poder disfrutar visualmente de su apabullante técnica- y clavando esa voz llena de matices, capaz de atraer a las masas con las partes más melódicas, y capaz de sorprender cuando potencia sus tonos más desgarradores.

Gran contraste con Fever 333 en cuanto a los discursos, aquí cedieron todo el protagonismo a la música, hablando lo justo para dar las gracias, y encadenando tema tras tema, todos caracterizados por el buen sonido y la musicalidad. «Liar», «Horde II» sonaron bien, pero fue «War» donde todo adquirió su verdadera dimensión… sencillamente genial. A partir de ahí, todo rozó la perfección sonando otros cortes como «Victoria», «Miles Away, «Brave», «Storm» , «Dust» o «Sugar Dragon»

Conciertazo.

PAPA ROACH

Este era el último concierto de la gira europea veraniega de Papa Roach, y si a estas alturas de la gira acumulaban cansancio, no se notó lo más mínimo, ya que su actuación resultó de lo más explosiva. Jacoby Shaddix y los suyos ofrecieron un gran concierto, repasando esos temas míticos que consiguen encender a la audiencia con los primeros acordes, y con una banda siempre entregada que contagia su energía y buen rollo.

Buen sonido, buenas luces y buenos temas, y un Jacoby Shaddix magistral que se metió al público en el bolsillo con su buen rollo y su cercanía. Me sorprendió que tocaran versiones como «Firestarter» de Prodigy, o un «Llulaby» instrumental de The Cure, ya que con una discografía tan extensa, uno espera escuchar un buen puñado de sus temazos, y aunque fueron bien recibidos, nada que ver con la comunión masiva lograda cuando sonaron «Between Angels & Insects» o «Last Resort».

Otra sorpresa fue la aparición de Jason Butler de Fever 333, que logró aportar un punch más de intensidad y potencia. Los conciertos de Papa Roach son sinónimo de calidad, en este Resurrection Fest estuvieron irreprochables.

SLIPKNOT

Es curioso que el primer concierto de Slipknot en el Resurrection Fest costara tanto en llegar, siempre era una de las bandas más demandadas, y costó varios años que formaran parte del cartel, pero por fin en 2019 ocurrió lo que todos esperaban, y su concierto fue épico. Cuatro años después repiten, y como entonces, el Resurrection Fest estuvo a reventar para disfrutar de su particular aquelarre metalero. No cabía ni un alma, lo que demuestra una vez más el fuerte tirón de la banda.

El sonido estuvo algo sucio, sobre todo en las guitarras, pero la banda ofreció un gran show lleno de vistosidad y contundencia.

En la elección de temas, luces y sombras, genial la inclusión de «Snuff», decepcionante la ausencia de «Before I Forget», pero con tanto temazo es difícil confeccionar un setlist a gusto de todos. Corey Taylor estuvo muy bien, vocalmente impecable, muy comunicativo intentando hablar en español, y enfatizando esa hermandad del público con su banda. Con un Shawn Crahan ausente, llevó el peso de una actuación de la que nadie salió decepcionado.