VACCEO ROCK
Sábado 17 de Junio de 2023
San Miguel del Pino (Valladolid)
Era la tarde del 17 de Junio. Nos dirigíamos a San Miguel del Pino en Valladolid a disfrutar del Vacceo Rock. Un «pequeño» festival, pero con un cartel enorme en lo que iba a ser su segunda edición. Cuando en la carretera el cielo empezó a caer sobre nosotros… Pero lo que fue peor, también sobre el interior del recinto de San Miguel. Que a pesar del cambio de localización a otra techada, la lluvia entró con ayuda de fuertes rachas de viento. Lo que dejo llenos de agua todos los equipos que allí se encontraban ya preparados.
El comunicado era que estaban haciendo un gran esfuerzo secando todo y seguían adelante con el festival. Aunque no pudieran disponer de toda la iluminación que un cartel así merecía, ya que los focos se llevaron la peor parte.
Al final el tiempo quiso dar algo de tregua e incluso el sol pego fuerte durante un rato antes de que la música comenzara a sonar tras la tempestad.
Tempestad que no achantó a nadie, ni bandas ni público, que allí nos congregamos para dejar constancia que contra viento y marea, como cantaban los míticos Atlas, disfrutaríamos de una tarde/noche de Heavy Metal única.
CLOSING THE EARTH
Los encargados de calentar el ambiente y abrir las aguas eran los gaditanos Closing the Earth, que a pesar de empezar con un público frío, poco a poco se los fueron llevando a su terreno.
El punto de no retorno lo marcó la versión del famoso Asereje de Las Ketchup, que si ya es difícil cantar esa letra de por sí, Dani lo defiende a base de guturales. Toda una hazaña que terminó de secar a los asistentes, que en el siguiente tema ya estaban todos con los puños en alto y haciendo los coros que Miguel desde la batería nos iba enseñando previamente.
Para muchos el descubrimiento inesperado de la tarde donde tampoco falto el pogo de rigor en el centro del recinto.
XERIA
Xeria serían los siguientes en salir, capitaneados por la voz maravillosa de Marina. Venían llenos de emoción y con unas ganas terribles de comerse el escenario, y más aún por la proximidad del lanzamiento de su nuevo disco, del cual han lanzado ya dos temas Fuego y Una Lágrima Más, ambas incluidas en un completísimo set list preparado para la fecha.
Nos regalaron alguna que otra joya como una versión de The Show Must go On o temas de su primer trabajo como Terciopelo, Resurgir o Tienes Miedo.
La verdad es que nos llevamos un muy buen sabor de boca.
ZENOBIA
A pesar del retorno de la lluvia, las primeras notas de la intro, seguida de Sin perder la Razón daban la bienvenida a Zenobia mientras un rugido procedente del eufórico público protagonizaba los primeros momentos. Con Mi alma es tempestad, El Último Bastión e Ícaro la cosa no fue a menos y es que, a pesar de ser el último, VI se ha convertido en el pilar de los conciertos de Zenobia, por muchas razones, claro está.
La banda, con Jorge Berceo a la voz, demostrando una vez más un derroche vocal increíble, Ernesto a los teclados, siempre divertido y excelente, Mario y Marcos a las guitarras, formando un exquisito dúo, y Hector y Javi al bajo y la batería, conformando la parte sólida y rítmica, sonaron como un cañón y nos hicieron disfrutar desde el primer instante.
Siempre es un gusto poder escuchar El sueño de un Loco, Corazon de Hielo o Borraré tu nombre y disfrutar de esas partes rítmicas y de esas guitarras de Mario y Marcos que, sinceramente, han marcado un antes y un después en el sonido de la banda. Berceo nos regaló a capella el estribillo de Ante tus Ojos, la cual dejaron para otro día.
Por poner una pega, me faltó más apoyo vocal en Una de Piratas, ya que cuando la has escuchado previamente en directo a dúo, sabes el gran potencial que tiene esta canción. Pero eso ya es hilar muy fino.
Llegábamos al final y la gente coreaba eso de “sabes que soy un huracán, sabes que siempre estaré hasta el final”, dejando claro que era lo que querían escuchar. Y como sus deseos son órdenes, Zenobia nos regaló Lo Llevo en la Sangre mientras Berceo bajaba al foso y hacía cantar a las primeras filas. ¡Alguno incluso nos sorprendió!.
Una gran manera de acabar el concierto, haciendo de todos uno.
DELALMA
Uno de los momentos más esperados de la noche era el que iba a llegar en apenas unos minutos, y es que era turno de Delalma. Para los seguidores del metal nacional era un momento esperadísimo y es que el privilegio que supone volver a ver a Ramón Lage en un escenario no se puede describir.
Delalma es, además, un nuevo proyecto, sin pasado, y aun así con mucha historia ya para contar. Todo esto combinado con las maravillosas manos de Manuel Ramil a los teclados, Seoane a las guitarras, Jesús Cámara al bajo y David Landeroin a la batería, lo convierten en una experiencia sonora completa y bastante especial.
Presentado su primer trabajo, y siguiendo su orden llegaban Acto de Fe, Renegar de Ti y Mañana Vuelve a Oscurecer tras los que se abrieron paso Aún Siento Estar Ahí, Ritual y El Mirlo. Antes de la cuál Ramón aprovechó para agradecer la presencia a todos los allí presentes, a pesar del agua caída ese día.
Las luces y el sonido jugaron una mala pasada y nos dejaron a media canción aunque nadie dejó de cantar a pleno pulmón. Lo cuál eso no intimido a la banda, que al grito a viva voz no pararon de decir «no nos vamos de aquí». Esperamos hasta que los técnicos pudieron restaurar la electricidad y Delalma nos regaló la repetición de El Mirlo desde el principio.
Acabaron con Luz ni Tiempo y Cárcel de Cristal, poniendo el broche a una actuación que cumplió con creces las expectativas.
SARATOGA
Los últimos en salir esa noche eran Saratoga que, como ya sabemos, están celebrando su XXX aniversario sobre los escenarios. Tras las Rejas daba la bienvenida al público y después de A Morir Tete ponía a prueba las voces de los que habían aguantado el festival de principio a fin.
Tete ha experimentado en los últimos años una evolución bestial, tanto en lo que respecta a la voz como en su presencia sobre las tablas, convirtiéndolo en uno de los mejores cantantes de metal de nuestro país.
No Sufriré Jamás por Ti y Maldito Corazón llegaban para inaugurar la época de festivales de verano y dio a Tete la oportunidad de aplaudir a todos sus compañeros de esta noche.
Si a nosotros nos hacía ilusión la presencia de Ramón Lage, como buen fan Tete sintió lo mismo y así lo demostró antes de comenzar con Mi Ciudad.
Y a pesar de los fallos de micro en A sangre y Fuego, la gente se dejo las gargantas para apoyar a la banda, que nos regaló después la emotiva Lejos de ti.
Esta era una noche muy especial y es que la banda daba la bienvenida a Arnau, su nuevo batería el cual aprovechó las alusiones para marcarse un pedazo de solo que se enlazo con Las Puertas del Cielo. Y aunque ni uno solo de los presentes desconocía al resto de la banda, Tete no perdió la oportunidad de presentarlos a todos en Si tu no estás y aprovechaba para cantarles el cumpleaños feliz.
Sin duda Niko del Hierro, que no paró de moverse y aporrear su bajo durante todo el concierto, del cual también nos regaló un gran solo. Mientras al otro lado, más sobrio y calmado Jero Ramiro nos dejaba admirar su elegancia y su buen hacer con la guitarra.
Recta final y momento de los hits de la banda: Vientos de Guerra, Si amaneciera, en la que Tete contó con una afortunada asistente sentada junto a él durante gran parte de la canción. Y que si como el destino lo hubiera planeado, justo cuando estaban acabando las últimas notas nos quedamos a oscuras y el cielo tras el escenario se iluminó con tres destellos de la tormenta. Cuando por fin se pudo recuperar el sonido y poco a poco parte de las luces, prosiguieron con Como el Viento y Perro Traidor en la que contaron con Jorge Berceo.
La noche no podría acabar hasta que la banda interpretará Resurrección, un tema potente, lleno de energía, el cual Tete aprovechaba para subirse a la valla y lanzarse al público. Un público que lo sostuvo con los brazos en altos mientras él acababa la canción, igual que había hecho metafóricamente durante toda la noche.
La verdad es que ver a Saratoga en concierto en estos momentos es un privilegio para los oidos y los ojos. Sin duda, un espectáculo en toda regla, incluso cuando las luces decidían fallar.
Algo que se destacó y se aplaudió durante este último concierto fue el apoyo de los pueblos pequeños al rock, a la música y al Heavy Metal, algo de lo que muchos deberían tomar nota, pues en nuestro país tenemos una cantidad increíble de grandes bandas de metal.
FOTOGRAFÍAS: Javier Paredes
