SKÁLMÖLD – Sorgir
NAPALM RECORDS
7,5/10
Se nos había quedado pendiente la gran obra de una de las bandas más interesantes del panorama folk actual: Skálmöld. Islandia es una prodigiosa isla con una escena monumental que no para de sorprendernos más allá del heavy metal, pero si me tengo que decantar por un grupo es justamente el que nos ocupa. En mis 20 años haciendo reseñas sólo he puesto tres 10, y uno de ellos se lo llevó Skálmöld por su inconcebible disco en directo con orquesta. Desde entonces han sacado tres obras y esta es quizá la que más me ha conquistado. Sorgirestá dividido en dos actos y cuenta con nueve temas. Folk vikingo con razzias hacia otros estilos dando color y argumentos a una propuesta que ya cuenta con su propia fórmula pero que sigue enamorando.
Skálmöld prosiguen una ejemplar carrera a golpe de disco conceptual
Siempre originales a la hora de buscar temáticas y orgullosos de su Islandia mítica. Cantan enteramente en islandés y tienen en las sagas de Snorri Sturlusoncomo fuente primaria de ideas. Esta vez optan por darle un enfoque doble a cuatro historias de tragedias humanas. Primero sería la visión humana y luego, ya pasado el ecuador del disco, se aborda la misma historia desde el punto de vista del fantasma. Es importante recalcar que los fantasmas islandeses no son como los que “imaginamos aquí”. En las sagas islandesas es frecuente discutir con ellos o llevarlos a juicio. Viven en otro plano de la existencia, pero se dejan ver a su voluntad.
La gracia del grupo es que hay varios cantantes con diferentes voces y que no suenan a lo habitual. Sus temas acostumbran a ser largos y complejos. En su última visita a Barcelona ya nos ofrecieron un par de trallazos de esta obra como “Móri”. Tema denso de inicio, brumoso, con coros grandilocuentes y a medio tiempo. La rasgada voz de Björgvin Sigurdsson conduce entre orquestaciones y voces femeninas, incluyendo el oboe de Gunnar. La otra fue “Sverdid”, una genialidad que quedará fija en sus set lists y que muestra claramente la fórmula. Hay un acercamiento a sus primeros discos jugando con los acentos en la línea vocal y con el añadido de los alaridos de Baldur. Excelentes juegos de coros e intensidad con un riff folk festivo, muy definitorio del estilo del que hacen gala.
Los islandeses van bastante más allá de los que se les supone a las bandas de viking y battle metal
El disco empieza con retazos thrash de “Ljósid” en un corte muy representativo tanto del grupo como del disco. A nivel de coros llevan ya un par de discos en los que han dado un paso hacia delante cuidando mucho este aspecto y dejando claro que quieren sonar más solemnes y épicos. Las teclas de Gunnar repuntan contratiempos y la base rítmica es sólida y potente. Van bastante más allá de lo que se le supone al viking metal. “Brúnin” es pura velocidad con un teclado de inicio a lo hammond dando color en los momentos instrumentales.
“Barnid” posee es una obra pesada con un riff subrayado con redobles similar al que hicieron en su día Moonspell en Night Eternal. Tema bastante ambiental y atmosférico con aires góticos y oscuros. Las voces dobladas le dan ese aire de plegaria oscura ancestral y el dolor queda como único protagonista, de hecho, este es el tema principal del disco. Obviamente hay crescendo final. En “Skotta” el protagonismo es total para las guitarras con unos tappings ultraveloces, sobre doble bombo y con un Björgvin jugando a ser barítono. Gritos de dolor y angustia en uno de los temas más originales de toda su carrera. Otra excelsa demostración a las seis cuerdas toma cuerpo en “Gangári”. Los dos temas más extensos los encontramos al final, primero con “Mara”, a guitarra limpia con un riff muy NWOBHM. Se añaden instrumentos, teclado y las voces en otro buen ejercicio accesible, pero con los alaridos marca de la casa. Momento de relax y otro instrumental con coros envolventes. Luego épica y guitarras, de verdad que Baldury Práinn tienen un protagonismo total en el disco. Terminan con “Höndin Sem Veggina Klórar” que cae en lo previsible y no brilla tanto como el resto, pero los bonitos coros y teclados le dan una épica especial.
Skálmöld siguen facturando grandes obras y creciendo, yendo más allá de lo que nos suelen ofrecer las bandas de viking y battle metal al uso. Hay un estilo propio y todo el carácter del folklore islandés, hecho que les da el toque diferencial al resto de agrupaciones que caen en esa etiqueta. Necesita de escuchas y puede que no sea tan brillante como sus primeras obras, ni tan inmediato, pero cumple todas las expectativas depositadas. Estamos delante de uno de los grupos más originales y con más posibilidades. Puede que mi objetividad hacia el grupo y al país me afecte en exceso, pero esta banda merece bastante más que ser considerada un grupo de culto.
