WYTCH HAZEL – II: SOJOURN
BAD OMEN RECORDS
9/10
El pasado mes de mayo realicé un viaje relámpago a Londres con motivo de asistir al festival Frost and Fire, realizado por vez primera en la capital inglesa. Aparte de disfrutar de mis amados Cirith Ungol, Angel Witch y Night Demon, me quedé bastante sorprendido por el increíble feeling que unos llamados Wytch Hazel, desconocidos para mí hasta que vi el cartel del festival por primera vez, consiguieron desprender durante su breve actuación. Una banda cristiana (fácil de deducir por sus vestimentas y el hecho de que su vocalista/guitarrista viene a ser el doble de Jesús de Nazaret) de la cual ya me había escuchado su único disco Prelude antes de asistir al festival, pero que me agradaron tanto que me entusiasmó cuando anunciaron que tenían un nuevo disco a la vuelta de la esquina.
Y este álbum llegó hace unos pocos meses con el nombre de “II: Sojourn”. La portada es todo un homenaje a Argus de Wishbone Ash, y de hecho el disco adopta en gran medida el estilo de guitarras gemelas y la atmósfera épica del mítico álbum de 1972. Aviso para navegantes: preparen el babero.
Inicio a tope cabalgando con The devil is here y derrochando toda su clase instrumental y vocal. La casi siempre melosa voz de Colin Hendra empieza a sorprendernos con algún que otro agudo puntual, demostrando así su gran versatilidad. Save my life es, sin duda, el temazo que pronto se ganará un puesto de lujo en sus conciertos. Con esta melodía que se sacan de la chistera interpretada con guitarras gemelas… Es de las canciones que mejor definen el estilo de la banda en mi opinión.
La tranquila intro de Still we fight pronto es arrollada con unos riffs y ritmos trepidantes, resultando en un tema más rápido y contundente de lo que estamos acostumbrados en los ingleses. Wait on the wind nos lleva a un sonido totalmente Wishbone Ash. Relajan totalmente el ritmo para dejarnos la piel de gallina con un tema muy emotivo, el cual culmina de forma genial con un aumento de ritmo en el solo de guitarra, precedido de un bonito crescendo.
See my demons se nos presenta con un estribillo sumamente coreable y facilón, así como con tremendo solo de guitarra digno de ser remarcado. Vuelven a bajar el ritmo con Barrow hill, una tierna balada donde las guitarras acústicas toman todo el protagonismo. Chorale ocupa el sitio de la canción instrumental, empezando con una elegante melodía de órgano que es interrumpida repentinamente por la entrada del resto de la banda, en la que ambos guitarristas se dan rienda suelta.
En Slaves to rightneousness, otro corte 100% marca de la casa, también nos muestran un estribillo pegadizo muy bien logrado (en general, creo que las canciones de II: Sojourn triunfarán mucho en sus conciertos de aquí en adelante). Otra deliciosa melodía de guitarras abre Victory. Los coros son realmente para enmarcar… cuanta calidad y sentimiento! Pero a ver cómo describo lo que viene justo después… Angel take me. Cuando escuchas algo así, directamente te quitas el sombrero. Una balada de las que rozan la perfección, de las que realmente te llegan a tocar la fibra, de las que yo pensaba que ya no se componían hoy en día. Una auténtica maravilla. Háganse un favor y escúchenla, no tiene desperdicio.
Demostrado ha quedado que las altas expectativas que me creé durante mi experiencia en Londres estaban más que justificadas. Wytch Hazel han superado con creces su ya gran álbum anterior, en el cual ya se hacía muy evidente este toque mágico y la capacidad de crear atmósfera y sentimiento, pero en el caso de II: Sojourn se han salido. El disco es un constante goteo de calidad, melodía tras melodía, riff tras riff. No se puede pedir más nitidez ni más pulcritud a todos los niveles. Que aparezca ahora el que afirme que ya no surgen bandas con potencial…
Marc Paradell