RIKARD SJÖBLOM’S GUNGFLY – Friendship
INSIDE OUT
8.5/10
Hay mucha genialidad en la música del exBeardfish, aunque también es una lástima que les diera carpetazo hace ya tres años a su banda de siempre. Desde entonces, Rikard, ha estado ocupado con obras en solitario explorando nuevos terrenos, el pop inclusive. Pero obviamente el señor viene de donde viene: el progresivo, y este es el estilo imperante a lo largo de esta obra. Vocalista, teclista y guitarrista, Sjöblomes uno de los típicos músicos progresivos de la vieja escuela; uno de esos líderes con excedente de ideas y que les rebosa en forma de discos. Las influencias de Genesis, Flower Kings o Yes están allí. De verdad que es un disco que convencerá ampliamente a cualquier fan del estilo. Si todavía tuviéramos el Be Prog! rezaría a Dio para que este señor viniese.
Enorme disco del ex Bearfish y actual miembro de Big Big Train
Ya en “Ghost of Vanity” hay mucha calidad e ideas. Líneas vocales emparejadas con los intrincados riffs de guitarra, con teclados coloristas y a medio tiempo. Mucha calidez y diversión. Estamos hablando de quizá el tema más directo y corto de toda la obra. “Friendship” se eleva hasta los más de 12 minutos con una apertura de teclado y da nombre al disco. Una instrumental (de inicio) con mucho sentimiento y con serpenteos estilísticos. El solo de guitarra es precioso, demostrando que la producción es sublime, y la voz irrumpe en el minuto ocho. La línea vocal de la parte final es de lo mejor del compacto.
En “They Fade” el sueco vuelve a demostrar que las musas le visitan con ganas. Un tema aparentemente sencillo con piano, arpegios, voz y efectos. El riff del tema es murmurado y la composición emana positividad y buen rollo pese a ese punto triste. Hay un golpe de timón en la sorprendente “A Treehouse in a Glade”, con guitarra española y palmas incluidas. Las preciosas variaciones del riff hacen que el tema avance viento en popa y a buen puerto. Incluso hay un teclado Hammond para resaltar el final. “Stone Cold” nos recuerda, por título, a Rainbow, pero aquí hay terrenos poperos explorados y otra buena muestra de que Sjöblom es pura imaginación y creatividad. Momentos muy intensos con Rikard forzando los agudos y con un final que vuelve a tirar de Hammond y que sí hay cierta semejanza final con la banda de Blackmore.
Canciones variadas que no le hacen ascos al pop y en las que Rikard Sjöblom demuestra que es uno de los jefes del prog actual
“If I Fall, Pt II” es otra de las composiciones largas. Tiempo suficiente para otro tour de forcé importante empezando con el teclado y las campanitas. Música detallista y cambiante con espacio para respiros y para nada cargante. La accesiblidad es axioma en este disco y este tema bien lo predica. Finalizan con “Crown of Leaves” de forma más templada y con mucha clase, especialmente por el teclado. La guitarra marca los acentos junto a batería y bajo, quedando original, incluso con el juego de coros. En el interludio aparece un contrabajo y escobillas en la batería para jugar con el free jazz.
Si echas de menos la banda sueca Beardfish puedes ahogar tus penas con el proyecto Gungfly del gran Rikard Sjöblom. Disco brillante que demuestra que el prog actual tiene eclecticidad y no busca lo recargado. Temas cambiantes, melodías accesibles y coqueteos con el pop, pero de forma elegante y trabajada. Sjöblom sigue también en supergrupo Big Big Train y puede que hayan sido influencia importante en esta obra. Sin lugar a dudas estamos delante de uno de los discos de rock progresivo del año. No os sabría decir si el chico es mejor cantante que compositor… aunque también es guitarrista.