Calella Rock Fest
Calella 12 octubre 2018
Sala Fàbrica Llobet
CALELLA ROCK FEST 2 – Mike Farris hace el concierto del año apoyado por unos enormes BellRays y Electric Boys
Si parecía que la jornada primera iba a ser la fuerte en cuanto a público y nivel musical, puede que las cosas dieran un giro inesperado. Lo del sábado va a ser recordado por muchos de los que allí estuvimos. Tiene un nombre y apellido: Mike Farris. A lo excelso de lo conseguido por el genio americano hay que sumarle dos grandes conciertos como los de Electric Toys y los BellRays. Pero antes, hubo otra banda que jugó un poco a la contra de todo.
The Rocking Horse terminan enamorando
Impresionante el nivel del cuarteto Rocking Horse a pesar de que la sala estaba desangelada. Grupo y público no conectaron y la cosa se hizo algo incómoda hasta el tramo final en el que, ya sueltos, arrasaron con todo. En Rocking Horse hay nombres rutilantes como los de Daniel Navarro a la batería, David Muñoz a la guitarra o Paquito Sex Machine a la voz. Estaba en el bajo un Jordi Franco que venía de sustituto y la verdad es que lo bordó, con chuleta incluida. El grupo empezó a ritmo de estribillos que rezaban: “Me darás por culo, pero luego te irás” de “El mundo al revés”. Los comentarios de Paquito no prendieron la mecha y acrecentaron la distancia, que fue derribada con “Dale al botón”. Técnicamente impresionantes y con dejes sureños y hard rockeros.
Hubo un excelente solo de batería por parte de Daniel Navarro que incluso se atrevió a cantar en algún momento exhibiendo una gran voz. David Muñoz decidió atacar el toro por los cuernos y bajó entre el público para acercarnos su solo de guitarra. Hubo un momento con un tema muy a Lynyrd Skynyrdpara luego atacar con “Quién crees que eres” y “Un minuto de amor”. Sumémosle a ello una gran “Highway Star” de Deep Purple y tenemos un final de show tremendo. Finalmente, el público reaccionó, pero no fue nada fácil.
Electric Boys demuestran clase gitana
Connie Bloom y sus Electric Boys han sido la agradable sorpresa del festival. No esperábamos gran cosa de una banda que lució a finales de la década de los 80, y más cuando su líder ha estado en varios proyectos. Las pintas de gitanos glamourosos son totales, incluyendo a un Andy Christellcon su mechón de pelo y cabeza rapada. Gran sonido y vibraciones con “Spaced Out” para luego, tras un par de cortes, dirigirse al público. Tocaba “Suffer” de su última obra. El grupo se había metido al público en el bolsillo con apenas tres temas. Sorprendieron a propios y extraños con la versión de Bob Marley del “No Woman, No Cry” y Connie estuvo muy comunicativo en todo momento.
“The Change” es uno de los grandes clásicos del grupo e incluyó un final acelerado que rompió la canción de forma muy original. Buen papel de Franco Santunione a la guitarra en “Angel in an Armoured Suit” y curiosa interpretación del “Tom Sawyer” de Rush para luego dar paso a “Electrified”. Luego acaecieron problemas de micro que pronto fueron solventados. El gran final incluyó sorpresa. Primero llegaron a un excelente nivel con “Rags to Riches” y “Captain of My Soul”. Luego entonarían el clásico “oé, oé, oé” con sus instrumentos. Y cuando la cosa estaba en ebullición, aparecieron algunos miembros de Hellsingland Underground para rematar con “All Lips N’ Hips”. Uno de los grandes momentos del presente festival, aunque el show fue algo corto.
Mike Farris hace uno de los conciertos de nuestra vida
He podido ver a Mike Farris varias veces, pero nunca al mando de una banda de rock. Sí en solitario o armado con una banda de góspel, pero siempre que puedo verlo me quedo impresionado ante lo que es capaz este hombre. Siempre le he comparado con Glenn Hughes pues a nivel vocal andan parejos. Impresionante inicio con “When Mavis Signs”. Cuando abrió la boca dejó impresionado a todo el mundo. Lució tupé, gafas de sol y una banda excepcional con un batería tamaño XXL y técnica exquisita. Hubo muchas sorpresas en el set, pero también mucho material de su nueva obra “Silver & Stone”.
La primera versión fue “Homeless Child” con su groove hipnótico. La banda le hace lucir en sobremanera, y para alegría de todos cayó el primer tema de los Screamin’ Cheetah Wheelies, armónica incluida. Impresionante interpretación de la versión de Buddy Guy “Let Me Love Me Baby”. Pocos artistas pueden cantar el blues con más sentimiento que Farris, y más con su estratosférica voz. Hubo momentos más soul, pero para terminar de conseguir unos shows del año quedaba algo realmente especial… Así que atacó el legado de los Wheelis y… ¡Tom Petty! Hasta tres temas del ídolo caído con la fabulosa garganta de Mike.
Qué decir cuando se ataca con tanto cariño “Swingin’”… Impresionantemente íntima y sobrecogedora. Por otro lado, sobran las palabras cuando suena “American Girl” y el plus de la tríada fue “Room at the Top”, ante una sala extasiada. De verdad que la sala estaba encantada con el divo. El señor Farris salió literalmente a hombros de Calella. El gran final incluyó el clásico por antonomasia de los Cheetah Wheelis, esa inmortal “Hello From Venus” que nos puso en órbita a todos. Sobran las palabras… un concierto para enmarcar y recordar durante mucho tiempo.
The BellRays, o cómo cerrar un festival en lo más alto
Impresionante lección de cómo se puede mezclar el espíritu punk con voces soul, el “garage” rock y conseguir algo original y atractivo. Lisa Kekaula repartió simpatía y agudos por partes iguales y el combo americano convenció ampliamente con un set dinámico, sin descanso y con momentos muy emocionantes. Impresionó ver que el grupo puede intercambiar la voz solista sin problemas. A Lisa le sucedieron Bob Venuum en alguna ocasión y hasta Justin Andres (bajista) en un tema. Gran solo de Bob en “Infection” demostrando que el grupo también tiene alma garajera.
El set fue Ramoniano en algunos momentos, pero con mucho más glamour y con unos coros efectivos, especialmente cuando es Lisa la que los pone, pues Bob es un excelente cantante. Gran inicio con “Bad Reaction” y “Mine All Mine” ante una sala con muchas ganas de ritmo y baile, y casi todos armados con cervezas. Velocidad en “Living a Lie” y bajada de tempo con “Everybody Get Up” con Lisaluciendo pandereta. Bob recuperó el protagonismo vocal en “Never Let a Woman”, aunque antes Lisa había puesto los puntos sobre las íes en “Man Enough”. Dieron buena cuenta de lo que representan y consiguieron mantener el altísimo nivel de la segunda jornada del Calella Rock.
Al final diversión con los DJs Drinkin’ Brothers que amenizaron un fin de fiesta perfecto. Otro Calella más en la mochila mientras nos asaltan las dudas de cada año sobre si va a haber más Calella Rock Fest dentro de 12 meses. Al final vino bastante gente y vivimos dos jornadas excepcionales, así que yo apuesto a que sí.