AVALANCH
30 de SEPTIEMBRE de 2018
SALA RAZZMATAZZ (BARCELONA)
Ayer, tras varios intentos fallidos y con ayuda de Damask Producciones, AVALANCH aterrizaba en Barcelona para despedir la gira de «El Ángel Caído«. Ya prometieron un concierto muy especial en el que contarían con grandes invitados, y sin duda, no defraudaron.
Pocos minutos antes de la apertura de puertas, una larga cola rodeaba la sala, sin contar a los VIPs que ya estaban en la sala disfrutando de la banda y que nos contaron una vez todos dentro que «todos los componentes han sido muy majos y nos han dedicado tiempo a todos y cada uno, tenemos fotos y firmas con todos ellos«.
Con una puntualidad casi británica a las 20.30h se abrían puertas y a las 21.00h exactas comenzaban a sonar las primeras notas de la intro. Al igual que en toda la gira el concierto tuvo dos partes: la primera gran parte de «El Ángel Caído», con la banda sola y la segunda con canciones de otros discos, partes acústicas e invitados.
El primero en salir a escena fue Alberto Rionda (fundador y guitarra) para comenzar con las primeras notas de «Santa Barbara«, tema con el que Rionda ya puso a la sala a corear y gritar calentando así el ambiente antes de ir llamando al escenario uno por uno a sus compañeros: Mike Terrana (batería), Magnus Rosén (bajo), Manuel Ramil (teclados), Jorge Salán (guitarra) e Israel Ramos (voz).
«Hacia la luz«, «Tierra de nadie» y la mítica «El ángel caído» abrían una noche de celebración que, musicalmente hablando, sería impecable. Israel agradecido y emocionado de poder tocar en casa al fin hizo una impresionante demostración vocal todo el concierto. Lo que muchos creyeron hace dos años que sería una simple regrabación de un disco con «Rionda y sus músicos» se ha convertido en una banda consolidada, que demuestra complicidad y que cede protagonismo a cada uno de sus integrantes por igual en los momentos precisos, con un sonido consistente, potente y limpio.
«Xana» fue una de las más coreadas y con «Corazón Negro» llegó el duelo de titanes con Alberto Rionda y Jorge Salán retándose el uno al otro con solos de guitarra, que dejaron al público con la boca abierta. Les siguieron «Delirios de grandeza» y «Antojo de un Dios» tras las cuales Mike Terrana demostró que es una bestia haciendo vibrar (literalmente) el suelo de la sala con su solo de batería, enérgico y bestial, que incluso dejó las baquetas a un lado y tocó solo con las manos, dando algún que otro puñetazo a algún timbal. A mi alrededor se oían murmullos de «madre mía», «es una bestia», «que pasada» y similares. Curioso y divertido fue cuando Mike salió al frente a saludar y Rionda lo acechó por detrás con un cocodrilo de plástico, como las típicas colchonetas de playa, contra el que Mike luchó y al que consiguió «matar», haciendo alusión una vez más a su fuerza.
Se iba a reanudar el concierto cuando aparecieron en el escenario una tarta y una botella de champán con las que la banda agradeció y celebró este fin de gira, una gira que los ha llevado a recorrer no solo gran parte de la península en dos años, si no, que los ha puesto en el cartel de parte de los festivales mas grandes de nuestro país.
Magnus Rosén, siempre con una sonrisa enorme, jugueteando con los ventiladores, la prensa y el público, hizo sonar las primeras notas de «Another one bites the dust» lo cual aprovechó Isra para hacer que el público coreara con él antes de empezar con «Las ruinas del edén» que cerrarían esta primera parte del concierto. Volvimos a ver un precioso ángel blanco paseando con unas enormes alas por el escenario al igual que durante «El ángel caído»
Para la segunda parte comenzaba con Alberto Rionda e Isra Ramos solos en el escenario con una guitarra acústica para interpretar, entre broma y broma «El príncipe feliz» y «Cambaral«. La banda dejo paso esta vez al solo de Manuel Ramil que enlazó, junto a Israel Ramos con «Vientos del sur«.
La primera invitada de la noche llegaba con «Papel roto» para la cual llamaron a Carmen Xina (Oker) al escenario, a la cual ya hemos visto en varias ocasiones colaborando con Avalanch y que hizo, a mi parecer, la mejor actuación que he visto junto a la banda. Voces empastadas las de Isra y Xina, sin disonancias, con una actuación divertida, interactuando con el resto de componentes y usando las tarimas en los momentos precisos.
«Alas de cristal» hizo que el público se viniera arriba de una manera increíble, aunque tengo que decir que la gente estuvo al 100% durante todo el concierto, cosa difícil de conseguir.
Era el momento de Magnus Rosén que causa gran simpatía entre los fans y que demostró en su solo, no sus habilidades como bajista, que no son pocas, sino también como showman ya que hay momentos en los no necesita de nadie para darnos un buen espectáculo.
Para «Lucero» contaron con los miembros de Regresion, Toni (guitarra) y Pedro (voz) que junto a Isra se bajó del escenario para interpretar gran parte del tema desde la valla y junto a los fans. Fantástica actuación también de los catalanes durante la que vimos a Toni sobre la tarima animado por Alberto Rionda a tomar una posición más protagonista.
La noche se acababa y llegó la hora de despedirse, eso sí, no sin dejar el listón bien alto con «Torquemada»
SET LIST:
- Santa Barbara
- Hacia la luz
- Tierra de Nadie
- El ángel caído
- Xana
- Corazón Negro
- Delirios de grandeza
- Antojo de un Dios
- Solo de batería
- Las ruinas del Edén
- El príncipe feliz (acústico)
- Cambaral (acústico)
- Solo de piano + Vientos del sur
- Papel roto (feat. Carmen Xina)
- Alas de cristal
- Solo de bajo
- Lucero (fear. Toni y Pedro de Regresion)
- Torquemada
Crónica y fotos por Irene Kilmister,
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