H.E.A.T – INTO THE GREAT UNKNOWN
EAR MUSIC
8.5/10
Ya tenemos aquí el nuevo y esperado disco de los suecos H.E.A.T, un trabajo que no dejará indiferente a nadie y, probablemente, marcará un antes y un después en la carrera de la banda de Hard Rock. Si con la entrada del vocalista Erik Grönwall dieron un salto a la primera fila del género con obras de la calidad y el talento de “Adress the Nation” o “Tearing Down the Walls”, este “Into the Great Unknown” dividirá a sus fieles seguidores. Estoy prácticamente convencido que las idas y venidas en una posición tan importante como es la del guitarrista, han podido influir en el sonido de este nuevo álbum. Tras la marcha de Dave Dalone tras “Adress the Nation” quebrando la dupla que formaba con Eric Rivers, el propio Rivers repitió la jugada hace apenas un año, hecho que dio pie a la vuelta de Dalone. De lo que no cabe duda es que “Into the Great Unknown” es su disco más experimental, comercial (siempre dentro del patrón de su propio estilo) y con una producción más mainstream, cuidada, eso sí, hasta el mínimo detalle. No os asustéis, también encontraréis sus composiciones más habituales, pero lejos de querer repetir sus propios patrones establecidos en los últimos discos, han decidido buscar nuevas fórmulas, acertadas o no, y mirar hacia delante.
El disco abre con “Bastard Of Society”, un corte 100% H.E.A.T, en la línea de “Inferno”, aunque una marcha por debajo en cuanto a velocidad. Las cuerdas de Dalone suenan netamente rockeras, al igual que su veloz solo de guitarra, y la voz de Grönwall demuestra potencia, rabia y carácter, apoyada entre coros y un estribillo de esos que funcionaran perfectamente en el directo. El tema que todos los fans más clásicos y conservadores esperan de un nuevo lanzamiento de los suecos. “Redefined” es un medio tiempo en el que comienzan a juguetear con los sonidos más electrónicos, con una batería programada, unos teclados melódicos a la par que sutiles, y una guitarra que marca una clara tendencia increscendo, al igual que la línea vocal que termina por explotar en un precioso estribillo.
Siguen sorprendiéndonos, aún manteniendo esa esencia rock, con “Shit City”. Un tema tremendamente pegadizo, con un riff de guitarra firmado por Mr. Dalone con mucho groove, swing, o como queráis llamarlo. Los tecladodes de Jona Tee le acompañan, formando una pareja rítmica de lo más rockabilly. De nuevo el estribillo entra con suma facilidad, entre coros y apoyos vocales que dan más fuerza al trabajo de Grönwall. Y vamos con la madre de todas las controversias, “Time On Our Side”. No sé si es porque, quizás, esté más familiarizado con las melodías más pop que la media del seguidor tipo de H.E.A.T, o bien simplemente es que por alguna de esas extrañas razones un tema te llega y te entra con una facilidad pasmosa, pero, francamente, no entiendo tanto revuelo. ¿Suena menos rockera que la mayoría de sus composiciones? Sí… y no, ¿Más comercial? Sí… y nuevamente no. Es innegable que hay un “toque” más radio-fórmula y una producción más “para el gran público” que en otros de sus temas pero, y salvando las distancias, ¿No se podría decir algo similar de “Living On the Run”? ¿O del “The Final Countdown” de sus paisanos EUROPE?
Volvemos al rock más genuino con “Best of the Broken”, con un ritmo increscendo entre coros y palmadas que nos lleva a un estribillo de lo más potente. El perfecto cruce entre AEROSMITH y CRASHDÏET, pero con algunos arreglos instrumentales y toques más actuales y modernos. Aquí podemos encontrar a un Erik más suelto al ritmo que marcan de forma mucho más enérgica que en la mayor parte del álbum la batería y el bajo de Crash y Jimmy Jay, respectivamente. Uno de esos cortes que pueden funcionar a la perfección en vivo. Es turno para la balada del disco con “Eye of the Storm”, en la que los agudos y falsetes de Erik llegan a su máximo esplendor, y el protagonismo de los teclados se hace mucho más patente, antes de romper en un estribillo tan sencillo como efectivo. Aquí se dejan de grandes experimentaciones a nivel instrumental y de producción para demostrarnos que la melodía y la melancolía no están reñidas con la intensidad y la garra.
Tras la calma llega la tormenta con “Blind Leads the Blind”, rock melódico y poderoso, marcado por un riff al estilo Dalone que acompaña el intenso teclado de Jona, del que apenas se separa para ejecutar su largo pero rasgado solo de guitarra. Nuevamente un estribillo potente y pegadizo, como no podía ser de otra forma, plagado de actitud y aptitud, derrochando energía y personalidad como pocos. Y la joya de la corona, para el aquí firmante, es sin duda alguna “We Rule”. Un tema épico, grandioso, de intensa melodía y aguerrido feeling que fácilmente podría haber sido escrito por los QUEEN de la mejor época, y es que a Grönwall, tanto por calidad vocal como por personalidad, no le viene nada grande el traje de uno de los vocalistas top del Rock. A todo esto súmale ciertas influencias de MUSE y Matt Bellamy, y ya os podéis hacer una pequeña idea de lo que podéis encontrar.
Nos vamos acercando hacia el final del álbum con “Do You Want It”, un corte en el que nuevamente vuelven a mezclar su obvia esencia más Hard Rock con las melodías más Pop y los arreglos y detalles más experimentales. Así pues, nos encontramos con nuevos falsetes, peculiares ritmos de guitarra y un estribillo que dinamita la canción y se queda fácilmente en nuestro interior. Arriesgando, pero lo justo. Y se despiden de nosotros con el tema que da título a este nuevo trabajo, “Into the Great Unknown”, de lo más épico y extenso que han grabado en toda su carrera, con más de siete minutos de composición. Aquí encontramos todos los ingredientes que han hecho de la banda un éxito: Un riff absolutamente rockero, un teclado marcando la diferencia, una base instrumental poderosa y un Erik pletórico, demostrando todo su talento y poniendo voz a un estribillo perfecto, tanto a nivel instrumental como lírico. Una brillante pieza en la que dejan volar la creatividad para poner un broche de oro a un disco que no va a dejar indiferente a nadie, y es que H.E.A.T lo ha vuelto a hacer, un disco sensacional, pero que, lejos de repetirse en pasados éxitos y fórmulas, ha sabido encontrar su propio camino y, quien sabe, quizás marque un punto de inflexión de cara a lo que esta por llegar. En breve lo podremos comprobar en su gira por España.
Lluís «DiMu» García
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