CRÓNICA: SAUROM (Sevilla)

SAUROM

SEVILLA – 16 FEBRERO

SALA FANATIC

Casi como en casa se presentaron los andaluces en la coqueta sala sevillana, con buen sonido pero alejada de todo mundo conocido en un polígono industrial de las afueras algo que, según se pudo comprobar después, afectó a la entrada de la noche, de unas 350 personas, algo decepcionante teniendo en cuenta la cantidad de conocidos que el grupo tiene en la capital hispalense. Y no sólo allí, puesto que durante el concierto se comprobó por los gritos de algunos asistentes que había gente llegada también desde Málaga o Huelva.

Con media hora de retraso el concierto comenzó con un “Nostradamus” a pelo, sin más artificio técnico ni acompañamiento de actrices o malabaristas como había ocurrido en conciertos de anteriores giras. En la primera parte del concierto demostraron que tenían ganas de ir a por todas aprovechando la buena respuesta del público, muy animado desde el principio. Temas ya clásicos como “La ley de las hadas” o “La batalla con los cueros de vino” se mezclaban con los más fiesteros de su último álbum. “La leyenda de Gambrinus” o “La noche de Halloween” han calado rápido en la audiencia que los coreó con las mismas ganas, o más, que sus temas anteriores.

Una a una iban cayendo canciones entremezcladas de anteriores álbumes, con parte del set parecido a lo que llevaron en la gira del decimoquinto aniversario, salvo alguna sorpresa como “El saltimbanqui” o “Acertijos en las tinieblas”. Pasada la primera mitad del concierto, en la que el ritmo no bajó y en la que quedó de manifiesto la destreza con varios instrumentos de Narci, Santi y el propio Migue, Saurom decidieron añadir un pequeño interludio de temas más lentos, sobre todo de “Vida”.

Mención especial merece la versión que Migue hizo solo con la guitarra de “El príncipe”, canción que mejora ampliamente de ese modo y que logró poner la carne de gallina de un público que la escuchó respetuoso en un gesto admirable, entendiendo perfectamente los tiempos del concierto. Sin embargo, debo decir que quizá a ese interludio le sobraron un par de canciones, puesto que el público se vino un poco abajo.

La banda no tardó en devolver la energía a la audiencia rescatando grandes temas nuevos y antiguos como “Ángeles”, “La musa y el espíritu” o “Aquel paseo sin retorno”. Como no podía ser de otra manera, el público de Sevilla homenajeó al gran Bécquer coreando “El monte de las ánimas”, con Antonio Donovan muy preciso en la batería, Raúl más sobrio pero impecable y José Gallardo saltando como un loco de aquí para allá.

La traca final (tras el sorteo de un pase para el Leyendas del Rock) se basó en chupinazos como “El arquero del rey”, “Dracum Nocte” o “Historias del juglar”. Antes de terminar saltaron los “teloneros” Dragon Lamderth (ver el videoclip-corto de “La noche de Halloween” si no se pilla la referencia) para hacer una descacharrante intervención, antes de cerrar con “Fiesta” y “La taberna” dos horas y media de buena música y, sobre todo, buena disposición por parte de un grupo que sigue reinventándose a la vez que mantiene los pies en la tierra.

Texto y fotos: Fiti