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Crónica: la X edición del Z! Live arranca con fuerza con Dream Theater – Junio 2025

Z! LIVE ROCK FEST

ZAMORA – 12 JUNIO 2025

IFEZA

En un año en el que las noticias sobre festivales han estado dominadas por la polémica irrupción del fondo de inversión KKR en la propiedad de muchos de ellos, reconforta volver a poner el foco en la música. Más aún si hablamos de un festival menos masivo como el Z! Live, donde la música se disfruta sin agobios ni multitudes. El festival zamorano se ha consolidado como una cita ineludible para los amantes del metal más clásico, y sus tres días de conciertos suponen el pistoletazo de salida de la temporada metalera en nuestro país.

A priori, el cartel de este 2025 parecía tener menos peso que el de ediciones anteriores (donde destacaron gigantes como Helloween, Europe, o Avantasia), pero la presencia de bandas como Dream Theater -en una segunda juventud tras la reincorporación de Mike Portnoy-, la gira de despedida de los legendarios Sepultura, o clásicos imperecederos como Accept, Exodus, Lita Ford o Rotting Christ, han dado forma a una propuesta ecléctica y variada, capaz de atraer a las distintas almas del público metalero.

AFTERLAPSE

La banda progresiva After Lapse tuvo el honor de inaugurar la décima edición del Z! Live, y aunque tuvieron que lidiar con los inconvenientes típicos de las aperturas en cuanto a la escasa afluencia del público, aprovecharon la oportunidad ofreciendo un show completo en el que mostraron sus virtudes.

La música progresiva siempre necesita tener un sonido perfecto para poder brillar, y en ese aspecto fue mejorable, lo cual deslució un poco su actuación, que en cuanto a desempeño y ganas por parte de la banda fue irreprochable. El vocalista agradeció a la suerte haber conocido a sus compañeros hace unas escasas semanas, y sin duda, estrenarse en un recinto como Ifeza fue todo un desafío que solventó notablemente.

VOLA

Seguramente para muchos, los daneses Vola eran unos perfectos desconocidos. Estoy convencido que después de este concierto han ganado un nutrido número de nuevos seguidores, y es que lo que ofrecieron en Zamora rozó la perfección. Un concierto corto pero aprovechado, con sonido pulcro y una elección atinada de temas que define a la perfección su sonido.

El trabajo de su vocalista Asger Mygind rozó la perfección, transmitiendo abundancia de calidez y pasión, y demostrando todas sus dotes en las secciones a capella…. que maravilla de voz. Martin a los teclados, y Morgensen al bajo le secundaron a la perfección, pero el que refulgió con fuerza fue Adam Janzi a la batería, transmitiendo pasión, energía y derroche técnico. Que musicazo.

Muchos han tomado consciencia de Vola por su reciente colaboración con Anders Friden de In Flames en «Cannibal» -tema que sonó en el Z! Live-, pero la banda lleva años ofreciendo discos solventes de lo más intersantes, y visto lo visto en el Z! Live, también brillan en directo.

Irreprochables. Sonaron «We Will Not Disband», «Paper Wolf», «24 Light-Years», el mencionado «Cannibal», «Inside Your Fur», «Bleed Out» y «Straight Lines»

KISSIN DYNAMITE

Y del progresivo de Vola al hard rock festivo de Kissin’ Dynamite, una música menos elaborada pero más directa, y orientada a pasar un buen rato. Es difícil no contagiarse del espíritu festivo que derrochan estos alemanes sobre el escenario, todo el show es una sucesión de estímulos para mantener a la audiencia enganchada, ya sea por el dinamismo de los músicos, el permanente diálogo con las primeras filas, o unos temas que incitan a botar y divertirse.

«Back With a Bang», «DNA», «No one dies a virgin», «I’ve got the fire» llegaron como un cañón, sin descanso y con la potencia al máximo, al igual que «My monster», «I Will be King», «Not the end of the road», «You’re not alone» o «Raise your glass».

Contraste de propuestas en el inicio de festival que convencieron utilizando diferentes armas. Es lo bueno de los festivales metaleros, la oferta y la variedad abunda, y se logra llegar a una gran cantidad de público.

NILE

El brutal death es un estilo complicado, o estás muy metido en él o puede resultar abrumador. Personalmente es que lo me ocurrió, no llegué a engancharme a un show que pecó de monotonía, mucha contundencia y explosividad, sí, pero con poca variabilidad.

Y eso que la banda se lo curra, son un tsunami de contundencia y toda la banda ataca sin piedad los cuellos de los asistentes, pero es café para los muy cafeteros.

La banda fue alternándose a las voces mientras sonaban cortes como «Stelae of Vultures», «Sacrifice Uno Sebek», «Defiling the gates of Ishtar», «Vile Nilotic Rites», «Sarcophagus», «Lashed to the slave stick» y demás, todas cortadas por ese patrón de la omnipresencia de brutalidad.

Abrumadores -en todos los sentidos de la palabra-.

EXODUS

Otra banda que celebra 40 años, casi nada. Es uno de los forjadores del sonido del thrash primigenio de la Bay Area, son pura historia del metal, y su actuación en Zamora rindió homenaje a su propia historia, con un concierto super contundente, pero variado, donde es más fácil engancharse, con un grupo en estado de gracia que funciona como un reloj y que va encadenando latigazo tras latigazo.

Ya sea por el pu** Gary Holt a la guitarra -quizá ahora más conocido por su época en Slayer-, el fuerte carácter del bajo de Jack Gibson, un Rob Dukes a las voces rebosante de expresividad y agresividad, o un Lee Altus también magistral a la guitarra, firmaron un concierto memorable.

El thrash no engaña a nadie, es rápido, directo y sin artificios, cañonazo tras cañonazo que no deja títere con cabeza, y así fueron cayendo temas como «Bonded by Blood», «War Is My Shepherd», «Brain dead», «Fabolous Disaster», «Deathamphetamine» , «Blacklist», «A lesson in violence», «Piranha» -la sorpresa de un trocito de Reign in Blood- «The Toxic Waltz», o «Strike of the beas».

MESHUGGAH

La actuación de los suecos Meshuggah fue la más visual de la noche, con una escenografía muy efectista, y un juego de luces protagonizado por láseres de colores que se fusionaban con maestría con la nube de humo con la que Meshuggah inundaron Ifeza.

Messugah son los pioneros en el Djent, la banda que creó y evolucionó el estilo hasta lo que es hoy, originalidad y complejidad que no es para todo el público, pero que con esos guitarrazos tan marca de la casa construye una intrincada tela de araña que te acaba atrapando irremediablemente.

Al igual que otras bandas del día, hacen que la música hable por ellos, estáticos de principo a fin de show y casi sin cambiar de posición y sin emprender una conversación con el público, un monólogo de trallazos sonoros que suelen derivar en diversidad de opiniones.

Sonaron perfectos, adquiriendo los «Broken Cog», «Violent Sleep of Reason», «Rational Gaze», «Combustion», «God He Sees in mirros», «Born in dissonance», «Swarmer» su verdadera dimensión, aunque nada como los magistrales y bombásticos «Bleed» y «Demiurge» que cerraron un show explosivo.

DREAM THEATER

¿Qué se puede decir de Dream Theater que no se haya dicho ya? Han sido y son uno de los totems del metal progresivo, sus fans se cuentan por millones por todo el mundo, su música ha cautivado a multitud de generaciones, y hoy por hoy, ya han alcanzado el estatus de leyendas. Además, ahora, con la vuelta de Mike Portnoy, la banda vive una segunda juventud, el batería parece haberles insuflado un extra de vitalidad y eso se agradece, ya que la banda, habitualmente centrada en clavar la excelencia técnica, a veces se olvida de la conexión con el público, y en ese aspecto, han ganado con la vuelta de Portnoy.

Sonaron perfectos, clavaron los temas, rozaron la habitual excelencia técnica -a la excepción de un Labrie cuya voz ya no está para muchos trotes- y sin duda hicieron vibrar a esa sección de la audiencia más relacionada con la música. Dream Theater siempre ha sido una banda mayoritariamente seguida por músicos que aprecian su complejidad, está bien, es uno de sus fuertes, pero a veces temas tan largos y complejos juegan a la contra en otra parte de público que acaba desconectándose ante tanto virtuosismo.

Petrucci no es un dechado de dinamismo y expresividad, lo mismo podría decirse de Myong, menos mal que están Jordan Rudess y Portnoy para romper tanto hieratismo.

Eso sí, al César lo que es del César, los cortes suenan perfectos, limpios, pulcros y como si estuvieras escuchando un disco. Es una banda técnicamente inmejorable, y así los «Night Terror», «Act I: Scente Two. Strange Deja Vu», «Act I: Scene Three. Fatal Tragedy», «Under a glass moon», «Panic Attack», «The enemy inside», «Midnight Messiah», «A Rite Passage», «The Dark Eternal nighg», «Peruvian Skies» -con partes del Wish you where here y Wherever I may roam) sonaron perfectos, aunque no tanto como los hits con los que cerraron, un «As I Am» rocoso que fue el más contundente de la noche, y el ineludible «Pull Me Under» que levantó de los asientos hasta a los más escépticos.

Dream Theater ofrecieron justo lo que se esperaba de ellos.

ROTTING CHRIST

Que conciertazo el de Sakis Tolis y los suyos. Después del tsunami técnico de Dream Theater, la propuesta más directa y contundente de los griegos fue recibida con entusiasmo, con temazos que invitan al headbanging y donde el sonido rozó la perfección.

Llevar 35 años en este negocio es una prueba fehaciente de que es una banda con mucho que ofrecer, sus temas tamizados de oscuridad y buenas dosis de satanismo logran crear un ambiente litúrgico con el que meterse de lleno en el show, y si a eso le sumas unos músicos descomunales, ya tienes todos los ingredientes necesarios para lograr espectáculos sublimes.

Sakis es un gran maestro de ceremonias -siempre bien acompañado por su hermano a la batería-, y su combo guitarrista-bajista, imprimen intensidad de principio a fin logrando mantener enchufado al público con tanta energía, y bajo este prisma, hits como «666», «Fire, God And Fear», «Like Father Like Son», «Elthe Kyrie» suenan magistrales, y otros como «Non servium» o «Societas Satanas» adquieren el verdadero significado de himno.

Se nota su experiencia y saber hacer, borraron de un plumazo el posible cansancio, y el final con «Grandis Spiritus Diavolos» y «Raven» fue una guinda perfecta. Posiblemente el mejor concierto del día.

Y hasta aquí llegó nuestro primer día, lamentamos no haber tenido fuerza para ver el cierre del día con Vitaimana. Mañana más.

S.A Sánchez y Juan José Díez