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CRÓNICA: El metal clásico conquista Rock Fest Barcelona, con JUDAS PRIEST y SCORPIONS a la cabeza – Domingo 29 (Junio 2025)

La jornada final del Rock Fest Barcelona 2025, celebrada el domingo 29 de junio en el Parc de Can Zam, fue sin duda la que más gente consiguió reunir de esta edición del festival, lo que quiere decir que, pese a quien pese, el metal clásico conquista y lidera a día de hoy en la actualidad metalera.

Con Judas Priest y Scorpions como cabezas de cartel, el día ofrecía un cartel de lujo que incluyó también a bandas como Grave Digger, Dark Tranquillity, Phil Campbell & The Bastard Sons, Doro, Stryper y Alestorm, cada una aportando su sello a un maratón sonoro diverso y vibrante.

En la Rock Tent, el protagonismo fue para el talento estatal con Lujuria, Eraso! y Koma, que mantuvieron encendida la llama del rock más combativo.

Grave Digger inaugura la jornada final del Rock Fest Barcelona con puro acero alemán

Grave Digger fue el encargado de inaugurar la última jornada del Rock Fest Barcelona 2025 el domingo a las 15:00h, bajo un sol inclemente y ante un público aún despertando tras tres días de música intensa pero que ya empezaban a llenar el recinto. La veterana banda alemana desplegó su heavy metal clásico con fuerza y convicción, ofreciendo un arranque potente con temas como “Twilight of the Gods” y “The Grave Dancer”, y logrando conectar rápidamente con los más madrugadores. La banda nos regalaba también «The Dark of the Sun», «The Curse of Jacques» o «Excalibur«

Con un sonido más equilibrado que el que sufrirían otras bandas ese día, y una puesta en escena fiel a su estilo clásico, los de Chris Boltendahl firmaron una actuación compacta y enérgica. El momento álgido llegó con “Rebellion (The Clans Are Marching)” y «Heavy Metal Breakdown» que hicieron vibrar al público a pesar del calor y la hora.

Oscuridad melódica bajo el sol con Dark Tranquillity

Acto seguido tomaban las riendas del main stage desafiando el calor con elegancia, Dark Tranquillity, que ofreció uno de los conciertos más sólidos de la jornada final del Rock Fest 2025. Los suecos demostraron que el death metal melódico puede brillar incluso bajo el sol abrasador, con un setlist equilibrado que repasó distintos momentos de su carrera.

De las primeras en sonar, arrancando con fuerza, Terminus (Where Death Is Most Alive)”, dejaba claro que su mezcla de melodía, agresividad y profundidad emocional estaba intacta. A lo largo del show sonaron temas recientes como Phantom Days y Not Nothing, mostrando que su presente creativo está a la altura de su legado. No faltaron clásicos como ThereIn y Final Resistance, o el cierre con Lost to Apathy y la imprescindible Misery’s Crown que sellaron un concierto impecable. Mikael Stanne, siempre carismático, lideró con maestría una actuación que fue, sin duda, intensa y emotiva a partes iguales.

Lujuria, claros, críticos y sin censura

Con su habitual irreverencia y un mensaje directo cargado de crítica social y reivindicación sexual, Lujuria inauguraban la Rock Tent en esta jornada final. La banda segoviana, liderada por el carismático Óscar Sancho, ofreció un show tan provocador como potente, reafirmando su papel como defensores del heavy metal más contestatario en el panorama estatal.

El concierto arrancó con Escuadrón 69, seguida de una explosiva Jekyll y Mrs. Hyde, que puso a corear al público con entusiasmo. No faltaron himnos como Cinturón de Castidad como apología al sexo libre o la siempre incendiaria Dejad que los niños se acerquen a mí, con la que Sancho no escatimó en crítica a la Iglesia. María Martillo, «Joda a quien Joda» o «Corazón de Heavy Metal» cerraban con una hora de uno de los heavys mas reivindicativos y puros de este país.

El legado de Motörhead sigue vivo en manos de Phil Campbel & The Bastards Sons

Phil Campbell & The Bastard Sons ofrecieron un concierto cargado de actitud, homenaje y electricidad. El exguitarrista de Motörhead y sus «hijos bastardos» desplegaron un repertorio que combinó temas propios con un emotivo tributo a la banda y al propio Lemmy, conectando de inmediato con el público, que esta tarde estaba claro que estaban sedientos de clásicos (y cerveza).

Arrancaron con «Iron Fist«, aunque rápidamente comenzaron a sonar “We’re the Bastards”, » Step into the Fire» y, tras estas, con la breve introducción del propio Phil ,volvimos a Motörhead con «Going To Brasil«.

Cortes como “Step Into the Fire” y “Hammer and Dance”, eran una pequeña muestra del pulso sólido de su propuesta actual. Pero fueron las versiones de de Motörhead, las que ya habían sonado, y otras como “Born to Raise Hell” o “Straight Up” o los grandes himnos de la banda “Killed by Death” y “Ace of Spades” las que claramente motivaron a Can Zam. Con la responsabilidad y el peso de un legado aún muy presente, Phil Campbell supieron como equilibrar lo que la gente quería con todo eso más nuevo que tienen por mostrar.

La única representación femenina del día llegaba con Doro

Con la energía de siempre y una entrega inquebrantable, Doro Pesch volvió a dejar huella en el Rock Fest Barcelona 2025 con un concierto cargado de actitud, clásicos y conexión con el público. La alemana, considerada reina del metal, y no por pocas razones, fue la única representación femenina del cartel del domingo.

Doro llega y arrasa, eso es así, y es que si algo me sorprende tras cada uno de sus conciertos es la capacidad inmediata que tiene de meterse a todos en el bolsillo con esa energía (la cual envidio, reconozcámoslo) y ese carisma que conquista masas a través de su sonrisa.

Desplegó un repertorio que combinó temas de su carrera en solitario con guiños a su etapa en Warlock, por lo que canciones como “Burning the Witches” y “Raise Your Fist in the Air” fueron coreadas con entusiasmo, mientras Doro se mostró cercana, poderosa y visiblemente emocionada por el recibimiento. Acompañada por una banda sólida y con una puesta en escena sobria pero efectiva, ofreció un show con el que reafirmó su lugar como una figura imprescindible del heavy metal clásico.

Aunque claro, si algo sonó alto esa tarde fue «All We Are» que no solo se coreaba en las primeras filas o cerca del escenario, podías oirlo en las barras, el merchan o las colas para los puestos de comida. Y es que un himno así pone a cualquier heavy en pie de guerra al instante.

Euskera y rock se unen de la mano de Eraso!

Desde el País Vasco y con una potencia que no entiende de idiomas, Eraso! se presentaba en la Rock Tent con un directo potente, crudo y sin concesiones. La banda demostró el metal no entiende de idiomas y es que sus letras viscerales en euskera conectaron con el público por su fuerza más que por su traducción.

Eraso! aprovecharon para repasar temas clásicos, aunque venían presentando su último disco Azken batean. La intensidad de su propuesta, tan honesta como demoledora, convirtió su paso por el festival en una grata sorpresa para muchos (entre los que me incluyo) y en una reivindicación clara del metal cantado en lenguas propias.

Stryper vence al caos sonoro con fe y metal

El regreso de Stryper a Barcelona prometía una descarga de metal melódico con mensaje celestial, pero su paso por el Rock Fest 2025 comenzó con el pie torcido. Problemas técnicos durante los primeros temas —fallos de sonido, desajustes en los monitores— desconcentraron visiblemente a la banda, que tardó en encontrar su sitio sobre el escenario.

Aun así, con profesionalidad y fe en su repertorio, los estadounidenses fueron ganando terreno a medida que avanzaba el concierto. Clásicos como To Hell with the Devil o Soldiers Under Command levantaron al público, que apoyó con entusiasmo pese al inicio accidentado. Aunque no fue su actuación más brillante, Stryper logró reconducir el show y sus fieles seguidores, que no eran pocos, se encargaron de acogerlos y apoyarlos durante todo el concierto.

Alestorm convierte el Rock Fest en una fiesta pirata sin control

Con patitos de goma gigantes, un hinchable obsceno y toneladas de actitud gamberra, Alestorm ofreció uno de los conciertos más delirantes y divertidos del Rock Fest Barcelona 2025. Desde el primer acorde de Keelhauled, el público se entregó a la locura pirata entre pogos, cerveza y un crowd surfing bastante comedido para lo que estamos acostumbrados con los de Perth.

El set fue una sucesión de himnos fiesteros como Mexico, P.A.R.T.Y., Drink y la coreadísima Fucked With an Anchor, donde un colosal flotador con las palabras FUCK YOU dominó el escenario. Con su mezcla de folk metal y humor sin filtros, los escoceses convirtieron el recinto en un carnaval absurdo e inolvidable.

No hay nadie como Alestorm para prender fuego a la rutina festivalera con una sonrisa (y un ron en la mano). Y me voy a arriesgar a afirmar que, sin dudas, fue el concierto más divertido de la edición, y digo divertido, ni preciso, ni técnico, ni con las más elaboradas composiciones. Pero es que ¿para qué vamos a un festival si no es para disfrutar de unos ratos de cachondeo y otros de técnica pura?

Koma arrasa con la Tent con rabia y riffs sin anestesia en la Rock Tent

Mientras en el escenario principal Alestorm montaba su fiesta pirata, en la Rock Tent se vivía una descarga muy distinta pero igual de intensa: Koma arrasaba con su metal corrosivo. Los navarros ofrecieron un concierto aplastante que convirtió la carpa en un hervidero cabezas en movimiento.

Con temas como Sakeo, Aquí huele como que han fumao, Almohada cervical, Sé dónde vives o “Bienvenidos a degüeto”, la banda demostró que su regreso no ha perdido ni un ápice de fuerza.

La característica voz de Brigi, con esa actitud tan gamberra y cercana, los riffs rápidos y brutales de Natxo, y las bases de Rafael Redín al bajo y Juancar Aizpún a la batería convierten sus temas en canciones que golpean directo al pecho, pero con esa chispa de humor y reivindicación que nos hace gritar a pleno pulmón que nuestro jefe se merece un monumento… en todo lo más alto del cementerio.

Y es que a pesar de las condiciones la carpa se llenó de fieles seguidores de una de las bandas más potentes que tenemos en nuestro país y, sin dudas, de las más menospreciadas también. Pero que voy a decir yo.

Judas Priest celebran 35 años de Painkiller y ponen el broche de oro a esta edición

Como cabezas de cartel del día Judas Priest ofrecieron un concierto que combinó celebración y una lección magistral de heavy metal. Con motivo del 35º aniversario de Painkiller, el grupo británico centró parte de su repertorio en ese icónico álbum, pero sin olvidar los clásicos que han forjado su leyenda durante más de cinco décadas.

Rob Halford, impecable en su porte y entregado a su público, ofreció una actuación sólida y pletórica, aunque algo más comedido en los agudos que la semana anterior en Hellfest. Y es que son muchos los que dicen que el veterano esta viviendo su segunda juventud. Su presencia escénica y carisma fueron más que suficientes para comandar un show poderoso, con himnos como Breaking the Law, donde hace años que el protagonista es el público y Halford les cede el micro en gran parte de la canción, A Touch of Evil, The Serpent and the King, Painkiller y otros tantos más.

Uno de los momentos más emotivos de la noche llegaba con Giants in the Sky, dedicada a los compañeros caídos del metal. Mientras sonaban sus notas, una imagen proyectada en la pantalla gigante recordaba a leyendas como Dio, Lemmy o Jeff Hanneman, en un gesto de respeto que tocó el corazón de todos los presentes.

La icónica moto hizo su aparición triunfal, como manda la tradición, en Hell Bent for Leather, desatando los vítores de los presentes. Y como no podía ser de otra manera, Living After Midnight cerró la velada con miles de voces coreando bajo el cielo de Can Zam. Judas Priest no solo firmaron uno de los conciertos más esperados del festival, sino que demostraron, una vez más, que su trono en el Olimpo del metal sigue firmemente ocupado.

Scorpions despiden el festival con emoción y sabor a despedida

Después del imponente espectáculo de Judas Priest, Scorpions cerraron la última jornada del Rock Fest Barcelona con una actuación que mezcló nostalgia, grandes éxitos y la evidente sensación de que la leyenda alemana está acercándose a su despedida definitiva. Aunque la entrega sobre el escenario fue sincera, el desgaste físico era palpable, especialmente en Klaus Meine, cuyo estado vocal mostró claros signos de fatiga tras seis décadas en la carretera.

El setlist repasó himnos imprescindibles como Rock You Like a Hurricane”, “Wind of Change” y “Still Loving You, momentos que llegaron a un público emocionado pero consciente de que el tiempo pasa para todos. Klaus luchó por mantener la fuerza en las notas más exigentes, y aunque su voz ya no alcanza los picos de antaño, su carisma y conexión con el público siguieron siendo el alma del show. De hecho pudimos disfrutandolo tocando la guitarra y repartiendo baquetas en The Zoo.

La banda, con una presencia más reposada, supieron darle un buen uso al pasillo que se adelantaba del escenario y apostaron por un espectáculo centrado en la música y en darle a la gente lo que querían: grandes éxitos.

Y por supuesto la banda sigue derrochando una puesta en escena brillante, que empieza en sus propios atuendos si sigue por la configuración del escenario o el imponente escorpión que nos amenaza en los bises «Blackout» y «Rock You Like a Hurricane».

Scorpions brindaron un adiós lleno de respeto y gratitud, sellando con dignidad su paso por el festival y dejando en el aire la esperanza de que aún queden algunas batallas más por librar.

Creo que fuimos varios los que esperábamos, como ya pasó en 2018, que Phil Campbell se uniera a su compañero de batallas Mikkey Dee para homenajear a Lemmy, sin embargo, a pesar de compartir día en el cartel, esta vez no sucedió.

Para los que aún se habían quedado con ganas de más T.N.T eran los encargados de cerrar esta edición de Rock Fest en la Tent y tras esto aún quedaba disfrutar de la Party Hard DJs.

La edición 2025 del Rock Fest Barcelona ha sido, sin duda, una celebración diversa del heavy metal en todas sus vertientes. Desde la potencia veterana de Judas Priest y Scorpions, hasta la energía renovada de bandas como Angelus Apatrida, Rise to the Northstar, o la irreverencia festiva de Wind Rose, Lèpoka o Alestorm, el festival volvió a demostrar por qué es una cita ineludible para los amantes del metal. Con actuaciones memorables, homenajes emocionantes y momentos de pura fiesta, esta última jornada cerró con broche de oro una edición que quedará en la memoria de muchos.

Ya hay ganas de la próxima cita: el Rock Fest Barcelona 2026 se celebrará del 2 al 5 de julio, y los primeros confirmados no podrían ser más esperados: Helloween, una de las grandes leyendas del power metal, ya está anunciada para hacer vibrar nuevamente a los fans en Can Zam. La cuenta atrás para la próxima gran reunión del metal en Barcelona ha comenzado.

Por Irene Kilmister.