SAUROM
Movistar Arena – Madrid
Viernes 21 Marzo 2025
Si hablamos de un concierto de rock / metal en el Movistar Arena (antes conocido como WiZink Center) en pleno 2025, y lo siguiente que añadimos es que la banda de este concierto, son los gaditanos Saurom, lo mínimo que a uno le genera es emoción, orgullo e ilusión.
La última vez que vimos a Saurom en la capital, fue hace más de un año, presentando El Pájaro Fantasma en La Riviera. Esta vez, éramos más de 8.000 almas las que deseábamos cantar las canciones de los juglares. Creo que tiene más mérito aún sabiendo que Saurom es una banda que lleva todo el 2024 girando por salas de España, por todas las provincias y ciudades, pero lo que vivimos el pasado viernes, todos sabíamos que iba a ser algo único y especial.
Con motivo la salida de su nuevo disco, El Principito, inspirada en el cuento que lleva el mismo nombre, en colaboración con Leyendas del Rock, el Movistar Arena sería el escenario que viera por primera vez estas canciones en vivo. No tan solo estábamos ante la presentación del nuevo redondo de la banda, sino ante el premio que se merecen y que todos los fans queríamos que de una vez por todas pudiesen gozar en primera persona los juglares.
Es emocionante ver como una banda española, tan trabajadora y humilde puede llegar a conseguir un semejante despliegue de producción, iluminación, sonido, pirotecnia e invitados, pues iban a estar acompañados de grandes músicos y amigos del panorama. A los ya habituales Ramón Lage, Isra Ramos y Elizabeth Amoedo, se sumaban Joaquín Padilla de Legado de Una Tragedia, Jezabel Martínez de Kinnia, el grupo de gaiteros de Ex Ventus, Wyrdamur, el Coro Mushi, El Batallón de Mordor, Entrejuglares y la bailarina Andrea Mediana. Como vemos, la apuesta era clara, y el resultado ha sido superlativo.
Una espectacular intro, mientras unos arlequines y malabaristas se paseaban por el escenario, sirvió para que el Batallón de Mordor y los músicos cogieran posiciones previas al inicio con, por todo lo alto, El Mordisco de la Serpiente, con Eli Amoedo deslumbrando guturales y un Migue visiblemente emocionado, y no es para menos. El petardazo inicial no cesaba ahí, y es que Irae Dei y Nostradamus, dos de los clásicos que los fans “old school” siempre anhelan, entraban con todo junto con Ramón e Isra en la última mencionada. Si hay alguna manera mejor de empezar un concierto, a ver quién se atreve a demostrarlo.
La noche no había hecho sino empezar, y siguiendo con clásicos, esta vez más recientes, pero igual o más cantados que los que dieron la bienvenida, como La Hija de Las Estrellas, Baobabs, o La Leyenda de Gambrinus nuevamente con Isra compartiendo tablas y además con un toque delicioso por parte de Andrea Mediana y los asombrosos Wyrdamur repartiendo un toque satírico. Narci, Raúl, Santi, Antonio, José y Migue seguían repartiendo alegrías con Músico de Calle y una de las siempre favoritas del público, La Leyenda con los Cueros de Vino, que la disfruté a rabiar. Hacía años que no saltaba tanto en un concierto.
No Seré Yo, uno de los mejores temas de la historia de la banda y que nunca había escuchado todavía en directo, fue de los más emocionantes de la noche. El poderío que tiene el tema y las tres voces de sus intérpretes es superlativo. Contrarrestando este bombazo, tocaba la primera balada de la noche. Decorada con bailarinas de Apatazanca nos enternecíamos con El Hada y la Luna.
Vuelta a la carga y a la brutalidad con El Principito, que me gustó más en directo que en el álbum, Mejor Sin Tí y Reina de Mis Sueños sonaron enérgicas joviales, si bien tocaba de nuevo sacar los flashes, y algún que otro mechero, para llorar con Cuando Nadie Nos Ve y la magia de las teclas de Santi Carrasco. Bravo maestro.
Unos minutos de descanso mientras volvíamos a ver una proyección épica, para dar paso a la más épica todavía El Pájaro Fantasma, con Eli otra vez pletórica y el no menos pletórico Migue, quien a pesar de aparentar afonía en la voz mientras hablaba, explotaba brillantez al cantar los temas. Esta vez les acompañó con mucho mimo y gusto Jezabel de Kinnia.
Volvía Ramón a escena para comaprtir tablas en El Laberinto de los Secretos, para continuar con Burlesque y una más calmada Vida acompañada por Joaquín Padilla. ¿Veremos algún día Legado de Una Tragedia en directo? Desde luego sería un acontecimiento canónico.
Nuevamente tocaba pensar en la persona que amamos y cantarle a pleno pulmón Todo En Mi Vida. Qué preciosidad de canción, estos tipos son unos genios absolutos.
Otro momento de parón para encaminar la recta final del concierto más importante de la historia de Saurom. El Monte de las Ánimas, La Llorona, El Lazarillo de Tormes y El Carnaval del Diablo. Todos ellos recibidos con un inmenso cariño por los fans, que no cesaban de animar y cantar.
Tras más de dos horas de concierto, El Rey que No Sabía Mandar, el tema más festivo de este El Principito se ganó a la masa que cada vez veía más cerca el final de una noche mágica. Pues llegábamos al final con El Círculo Juglar, con un inmenso circulo en el centro de la pista del Movistar Arena, con Migue perdido en él como acostumbran; mientras Andrea Mediana justo en el centro con una hueste de juglares a su cargo, dando latigazos a los que osaban entrar en él. Tras ello Noche de Halloween y La Taberna, con todos los invitados en el escenario, supusieron el fin de fiesta perfecto.
Así finalizaba el concierto, bueno, así no, creo que la mejor manera en que finalizó, o la imagen que me llevo, es la de los seis miembros abrazados en el frontal de la pasarela, tras ellos todos los invitados visiblemente emocionados aplaudiendo, y un público feliz, eufórico y entragdo cantando al unísono “Saurom, Saurom…”. Es la imagen de la noche. Es la imagen que Saurom merece. Migue no paró de agradecer en toda la noche a los fans por estar allí. Creo que somos los fans quienes agradecemos a Saurom todo lo que han hecho, lo sufrido, lo trabajado, lo compuesto, lo grabado y lo entregado.
Gracias Saurom de todo corazón y enhorabuena por estar donde os merecéis.
Que Zaluster os guíe y proteja.
Crónica: Andrés Aranguren
Fotografías: Javier Paredes