SÔBER + SKIZOO + SAVIA
MADRID – 8 DE MARZO 2024
LAS VENTAS
ORGANIZA: PLANET EVENTS
La reconvertida Plaza de las Ventas acogía de nuevo un concierto de Sôber, en esta ocasión para celebrar el XXX aniversario de la banda, ¡casi nada!. Una ocasión ideal para borrar el poso negativo que dejó su último paso por este mismo recinto (Marzo 2020), que irremediablemente lo enlaza con la pandemia del Covid que estalló pocos días después.
Pero hoy todo pintaba a favor, con todo vendido y un público entregado, la banda remó con viento a favor para rendir homenaje a su prolija carrera, incluyendo tanto a Sôber como a las bandas hermanas Savia y Skizoo.
Puntuales, con el recinto abarrotado, los primeros acordes llegaron acompañados de los vítores de un público entregado al homenaje, que vivió cada tema con pasión olvidándose de las deficiencias de un recinto poco apto para conciertos, al menos en inviernos lluviosos, ya que el frío y las goteras resultaron bastante molestas.
El comienzo, protagonizado por sus temas más antiguos de Morfología («Loco») e incluso de su época Sober Stoned (actualmente reinterpretados en un nuevo disco) fue de lo más eléctrico, buen sonido y muchas ganas, constantes que se mantuvieron inalteradas durante todo el show. Carlos Escobedo al bajo y la voz, secundado por las guitarras de su hermano Jorge y Antonio Bernardini, y atrás la batería de Manu Reyes, sonaron a las mil maravillas en un ambiente de lo más festivo.
Pero en este XXX aniversario había espacio para las tres «S», Sôber, Savia y Skizoo, y fue la aparición sobre el escenario del típico gorro cowboy de Carlos en la época Savia lo que marcó el comienzo de recuerdo de esta banda, con la entrada al bajo de Jesús Pulido y con la interpretación de sus temas más reconocibles como «Derrotado», «Insensible», «Fragile» o «Sólido».
El relevo para Skizoo llegó de la mano de su vocalista Morty, una bestia escénica que devora el escenario y guía con maestría al público hasta el punto de eclipsar a sus compañeros, su calidez vocal inundó las ventas en temazos como «Habrá que olvidar», «Renuncia al sol», «Aire» o «Incerteza».
Ya con las tres bandas presentadas, llegó una fase del concierto en que se iban intercalando temas de unas y otras, y donde himnos de Sôber como «El hombre de hielo», «Diez Años», «La Nube» encendían aún más a un público en pleno disfrute. Con la parte acústica -más larga de lo que hubiera sido deseable- bajaron un poco las revoluciones, aunque hay que reconocer que temas como «Agua para tu sed» y sobre todo «No todo está perdido» sonaron muy bien, más cercanos y melancólicos.
Más de tres horas de concierto dio para mucho, como el duelo de baterías entre Manu y Carlos Escobedo, el de guitarras entre Antonio y Jorge, para la aparición de Charly Lopez (Bon Vivant) al violín en el tema «Brazos Altos, Caras Bajas» y como no, para el emotivo recuerdo para Alberto Madrid -batería original de la banda fallecido en 2006.
Para el final, cortes del disco de su verdadera explosión («Paradysso», «Arrepentido» de nuevo con Morty), y guinda final con «Estrella Polar» y «Naufragio». Sobredosis de más de 3 horas del planeta Sôber y sus satélites, ideal para borrar el mal recuerdo de la pandemia.
Juan José Díez