Max Metal

CRÓNICA: POTROS DESBOCADOS. Fin de gira de MAREA – Bilbao (Noviembre 2023)

MAREA + BOCANADA

Bilbao Exhibition Centre – BEC

25 de noviembre de 2023

Organiza: Dromedario Records

Por Juan Ramón Felipe (@musifota)

Esta aventura de Marea comenzaba allá por mayo en Barcelona y en Bilbao terminaba la excusa para celebrar las bodas de plata de la banda, tras más de una veintena de conciertos. Había muchas expectativas puestas en la despedida de la gira “Sin Riendas 2023”, la verdad es que se esperaba algo más de ella, al menos distinto o especial, por ser la actuación que clausura este, de nuevo profuso “tour”; sin embargo, el guión fue el mismo que el resto de actuaciones de los de Berriozar.

Al margen de este matiz, la fiesta fue total como se podía prever, viendo la respuesta de un público fiel desde hace ya un largo periodo de tiempo, dejando sin papeletas un desbordado recinto dispuesto a disfrutar de toda una retahíla de canciones que se han marcado a fuego en las páginas de la historia del rock’n’roll nacional.

Reto conseguido en paralelo con grandes congéneres del estilo, como se comentó a lo largo de todo el espectáculo y que van por ejemplo desde Extremoduro a Barricada, homenajeados precisamente durante este periplo.

Durante este camino han estado acompañados por una banda paisana, aunque el vínculo que los une va más allá del sitio de procedencia, existiendo un nexo familiar.

Los Bocanada han sido el grupo invitado de los Marea y desde luego no tuvieron más que palabras de halago por la oportunidad brindada y es que la actuación de la “banda hermana”, estuvo protagonizada por las constantes muestras de agradecimiento de un emocionado Martín Romero.

En Bilbao, comenzaban su actuación con una introducción muy visceral con penetrantes sonidos de cuernos, tocados en directo, seguidos por unos fuertes y profundos latidos de corazón que daban rienda suelta, nunca mejor dicho, a una velada de rock que se antojaba, ya desde su inicio, como una gran fiesta que se pudo corroborar a posteriori.

Como bien dejaron patente, son una banda humilde que para ganarse los “garbanzos” de verdad, pasado los bolos de fin de semana, el despertador los devuelve a la cruda realidad. Si bien es una situación muy común en muchas bandas de este tipo, no es impedimento para dejarse la piel cada vez que tocan sobre las tablas.

Entre canción y canción, las referencias eran simpáticas, graciosas y constantes a esta oportunidad de tocar en pabellones y recintos tan grandes y delante de tanto público. Público, al que Martín instigaba a pedir cualquier tema, aunque estuviera fuera de los preparados para esa noche, cuyo setlist arrancó de la tarima para arrugarlo y lanzarlo al foso e improvisar otras canciones.

La actitud y energía desprendida por Martín, acompañado en todo momento por una banda muy solvente, se veía truncada por la emotividad de la velada, llena de reconocimientos y recordando incluso a gente que no está sobre el escenario; pero que son imprescindibles. Técnicos y personal que hay detrás de cada actuación o como es su amigo y manager Zido Armendáriz que salió a saludar al respetable y lanzar unas camisetas como recuerdo.

Gran despedida para Bocanada al culminar uno de sus sueños cumplido y que quizás, como reconocieron, no volverá a suceder; pero…que les quiten lo “bailao”.

Con algo de retraso y ya con la gente impaciente, la proyección de un vídeo con caballos como fondo a una melodía flamenca daba pie al desenfreno y montaña rusa de emociones en que se convertiría el despliegue de los navarricos Marea.

Un repaso por toda la discografía marcó la dirección del evento, aunque el último trabajo, razón de la gira y editado a finales del año pasado, fue parte reseñable en el repertorio. Empezaban precisamente desgranando este disco con las tres primeras de la noche para después seguir tirando de momentos añejos con los que el respetable parecía que se encontraba más cómodo y disfrutaba más.

Ya con el ambiente caldeado la retrospectiva se hacía mayor, se acercaban a sus primeros trabajos y con Corazón de mimbre hacía acto de presencia el primer invitado de la noche. Aaron Romero se presentaba recitando la “intro” para el tema y fue acompañado por las luces de los móviles de un público entregado ya por completo.

Volvía Kutxi a a quedarse sólo con una banda que en todo momento se mostró dinámica y activa, sin parar un solo instante recorriendo el escenario de punta a punta. Un escenario que vistió el show con la portada del último trabajo al fondo y con un juego de luces muy efectista.

Seguían intercalando discos hasta que Romero cedió el relevo para tomarse un respiro. Presentó al bajista como el mejor cantante rock del país, mejor que él y Eduardo “El Piñas” Beaumont cogía el mando de la nave. Con voz potente interpretó Trasegando y Alfileres (con guiños a AC/DC).

Se daba de nuevo la bienvenida a Kutxi para realizar el homenaje de la noche. David “Kolibri” Díaz se enfundaba la guitarra de Boni. Se agradecía a la pareja de éste el detalle de la cesión del instrumento para esta gira y se daba paso a la versión de Barricada El trompo con un fandango como introducción y con “El Piñas” de nuevo tomando parte importante a las voces, interpretando la canción a medias.

La oratoria de Kutxi se basaba en anécdotas, chascarrillos y vivencias que le servían como conexión entre canciones. Incluso contaba situaciones curiosas entre famosos (Einstein y Chaplin) que utilizó como introducción al bonito y enrevesado tema Te voy a decir la verdad del galardonado octavo álbum Los Potros del Tiempo. Otro tema nuevo, otro viejo y llegamos al final con La luna me sabe a poco y el acompañamiento de Carlos Escobedo de Sôber, llegado de Madrid y que ya colaboró en el recital de la capital del reino. Efusiva interpretación con la que se ofrecía una tregua para un pequeño descanso, incluso se encendieron las luces de ambiente en el recinto.

Una vez apagadas se daba paso a un primer bis frenético, comenzando por nuevos temas y terminando con clásicos de la banda.

La primera embestida se iniciaba presentado a Fredi Peral, quien es el teclista/pianista de la banda desde hace veinte años y que nunca ha tocado con ellos en directo, a pesar de incluir sus sonidos en muchos de los temas compuestos por los navarros.

De lo nuevo sonaron Nuestra fosa y Esta puta soledad y de los clásicos En tu agujero, donde especialmente “El Piñas” se dejaba la garganta en los estribillos.

Remataba este primer envite de la traca final, Como los trileros con el cantante de Bocanada de nuevo sobre las tablas, igual o más enérgico de como lo había estado con su banda anteriormente y bajando a las vallas para fundirse con la muchedumbre, incluso nadando entre ella.

Volviendo ya al estrado, Kutxi daba las gracias a sus invitados de lujo en esta gira, finalizando el tema arrodillado junto a su hermano Martín.

Para el inicio de la segunda entrega de bises se dejó la parte más “burocrática”, más sosegada; pero no por ello menos emotiva. Tocaba presentar a la gente más importante como espetaba el frontman. Primero, con halagos, a todos los componentes de su banda. Seguido, agradecimientos para los servicios de seguridad y trabajadores del pabellón, servicios médicos, equipo técnico (iluminación, montaje, sonido), de los que una gran representación, subió al escenario para recibir una gran ovación:

“…todos estos, somos Marea!”

Llegaba uno de los momentos más bonitos de la noche. La hija de César cumplía años y con la “benjamina” sobre el escenario todo el público le cantó al unísono el “zorionak zuri…” haciendo retumbar el BEC!

Tras el tierno acontecimiento y para finalizar el turno de presentaciones, una de las personas más admiradas, en boca de Kutxi, como es Eduardo Garcia Luter”. El mismo hacia la introducción del siguiente tema, Jindama, reivindicando el buen hacer de muchas de las bandas estatales que tanto han aportado al rock patrio.

Le seguía la coreada Perro verde que acabó con el cantante paseándose por el foso, prestando el micrófono a las primeras filas y firmando todo lo que le ponían delante.

De vuelta al estrado, otro de los momentos más tiernos de la gala y otra de las grandes ovaciones del público. Se presentaba uno de los proyectos más emblemáticos en los que colabora Kutxi Romero, “Motxila 21”, y con Ibai Ganuza, como representante del colectivo, emocionadísimo y reverenciando a todo el grupo, se daba paso a la última canción de la noche.

Una sofocante Marea, con todo el personal presente cantando a todo pulmón, daba pie a interactuar entre el grupo y los presentes.

Con la formación tocando los últimos acordes sobre la tarima de la batería se ponía el broche final a toda una jornada cargada de himnos que han convertido a esta banda en una de las más multitudinarias del actual panorama rockero estatal tras 25 años de andadura.