DRY RIVER
Sala Mon – Madrid
4 de Noviembre 2022
Amadeus Global
Ya es costumbre para el panorama nacional que la Comunidad Valenciana dé a luz bandas de primer nivel. En el caso de Dry River, la afirmación sigue sosteniendo que así es. Una banda que tanto puede ser metal, como rock, como indie, o como cada cual quiera definirla, como bien dicen ellos mismos.
Con motivo de su cuarto disco de estudio, Cuarto Creciente, visitaban la sala Mon en Madrid el pasado viernes 4 de noviembre. Una sala que los recibió con una cálida acogida y un casi Sold Out, que no dejó de vibrar con su música durante las dos horas de concierto.
La noche iba a dar de sí todo lo que se puede esperar de una banda de semejante calidad como los río seco. Creo que nunca en mi vida he escuchado a una banda sonar mejor en directo. Tanto la ecualización del sonido, el propio sonido de la sala y la banda, que son muy buenos, me hicieron sentir casi casi como si alguien hubiese puesto el disco en el reproductor y le hubiera dado al play.
El motivo del show era su último disco, el cual tocaron, aunque no en orden, entero acompañado con varios de sus hits pasados.
Con Fanfi, road manager, entre otras muchas cosas, de la banda, encima del escenario presentando a la banda intuimos que esto comenzaba. Los integrantes del grupo fueron posicionándose sobre el escenario para de repente volarnos la cabeza con Culpable y esos melódicos coros que rompen la sutil introducción del piano. Siguiendo el orden del redondo, con Segundo Intento, demostraron que venían realmente a darlo todo. Un tema algo distinto a lo que puede acostumbrar la banda, sino fuera porque a lo que acostumbran es a ser impredecibles. Un tema con un aire muy setentero que daría paso a Camino, primer hit coreado a muerte por los asistentes, y la verdad que es un auténtico bombazo en directo. Primera ovación de la noche para Martí, y es que el solo de teclado de esta canción es exagerado.
Volvía Fanfi a escena para portar una Biblia de la cual salía una llama de fuego para apoyar escénicamente la interpretación de La Serpiente. Tema que nuevamente nos cambia los esquemas de lo que nos tienen acostumbrados. Si Estás Tú no fue tan esperada como Fundido a Negro o Perder el Norte, que siguen siendo himnos allá donde vayan.
Como he comentado, el nuevo disco fue interpretado de pe a pa, y quiero mencionar en especial el precioso momento que se vivió con Calles Inundadas, un tema que va mucho más allá de la excelencia musical. Es un tema que traspasa todo tipo de raciocinio y te emociona a más no poder.
Capitán Veneno sonó muy heavy, y aquí sí que me sorprendió esa faceta del grupo. Acostumbrados a tocar tantos palos y todo de manera tan rigurosa, se empezaron a desenfadar, quizá también porque se acercaba la recta final del concierto.
Como el lector estará intuyendo, Me Va a Faltar el Aire sigue siendo esa canción que perfectamente podría ser de Queen. Esa canción donde te dan ganas de abrazar a quien tienes al lado y cantar a pleno pulmón. Por no hablar del emotivo coro del final, que si no se te saltan las lágrimas es que no tienes corazón.
No tenía tarea nada fácil Dani Nogués de Lépoka, pues no es fácil subirte a cantar un tema, después de encima semejante tema, con una banda que ha estado perfecta y con un público que seguramente no sea tan afín a tu banda. Sin embargo el goliardo, sin ningún tipo de miedo ni intimidación se echó Traspasa mi Piel a sus espaldas, y se comió a la banda con su carisma y sus dotes de frontman. De igual modo, espero que el lector encuentre por las redes algún video de dicha actuación, pues ver a Dani cantar en otros registros a los que nos tiene acostumbrados es una grata sorpresa que indica que, además de ser un líder arrollador, es un gran vocalista.
Ya en los bises nos dejaron con gran sabor de boca con temas tan atrapantes como Funeral, Irresistible y, para la despedida, la preciosa Despedida.
¿Qué decir de una banda que te causa tantas emociones y que te deja con la boca abierta?
Pues que si tenéis oportunidad, no sólo escuchéis el disco, sino que también vayáis a verlos en directo. Ángel es un cantante con una técnica pasmosa, que canta mejor en directo que en el disco, con un registro que da vértigo y encima es capaz de engatusar al público con sus bailes y posturas.
David al bajo, aunque escondido, es una pieza fundamental a la que, al contrario que otras bandas, se le escucha nítidamente el instrumento. De la mano de Pedro a las baquetas, quien mantiene los cimientos de la banda, mantienen juntos la estructura de una manera minuciosa.
A las guitarras cuentan con dos cracks, dos autenticas maquinas de hacer solos como son Guillermo y Matías. Y a los teclados encontramos a un personaje que a pesar de estar en las filas traseras cobra gran protagonismo en cada canción y sabe situar muy bien su rol.
Una banda que sabe hacer las cosas de una manera excelente, aunque si bien es cierto que está genial sonar de 10, no estaría de más un poco de presencia escénica. Noté a todos muy quietos y estáticos y extremadamente concentrados en dar las notas bien. Por momentos parecía más una banda de jazz que de metal o rock.
De igual manera, qué gozada la nuestra de poder disfrutar de música de otro mundo como esta. Y no son extraterrestres, son Dry River.
Crónica por Andrés Aranguren
Fotografías por Javier Paredes.