Max Metal

CRÓNICA: RESURRECTION FEST 2022 – Viernes 1 Julio 2022. La maquinaría de Sabaton incendia el Resu!

Llegamos al ecuador del festival, con un tercer día que iba a estar protagonizado por el espectáculo músico-pirotécnico de unos Sabaton, que se han ganado a pulso su puesto entre los cabezas de cartel del festival.

El día comenzó con la agradable sorpresa de Our Hollow Our Home, llegamos cuando su concierto estaba empezado, pero pudimos ver a una banda que disfrutaba de poder tocar ante tanto público en el escenario principal. Si la cara es el reflejo del alma, la de los integrantes de Our Hollow Our Home reflejaba pura felicidad.

Con su metalcore enérgico conquistaron las primeras horas de este viernes donde el sol brilló casi con tanta fuerza como la de las bandas que pasaron por este Main Stage.

THE RAVEN AGE

Posiblemente una de las propuestas más canónicas de heavy que pasaron por el Ritual Stage. Realizaron un concierto irreprochable, ayudados por la cálida acogida del público, y con sonido limpio, y bastante buen rollo.

Matt James es un frontman con tablas, sabe lo que se hace, y supo ganarse al público con constantes guiños mientras el resto de la banda clavaba los temas, entre los que sonaron “The Day The World Stood Still”, “Salem’s Fate”, “Promised Land”, “Seventh Heaven”, “Angel in Disgrace” o “Fleur de Lis”.

CALIBAN

Una de las sorpresas del día. A nadie pilla por sorpresa que los alemanes son una banda que derrochan fuerza, energía e intensidad, pero eso unido a las ganas que generan un parón forzoso de dos años, hicieron de su concierto todo un bombazo.

Entre trallazo y trallazo, Andreas Dörner invitaba al público a que hicieran crowd-surfing hasta las primeras filas, indicando que el personal de seguridad cuidaría de ellos, y así fue, hay que reconocer la profesionalidad del personal de seguridad que fueron recogiendo a todos los que surfeaban hasta el foso.

“Paralyzed”, “Virus”, “We are the many” fueron algunas de las que sonaron, con una banda entregada que seguía pidiendo al público que hiciera circle pits, Wall of death y todo lo que quisieran, lo importante era divertirse, y el público lo hizo de lo lindo.

Tras “Inferno”, “Intoleranz” y “Davy jones” llegó la versión de Rammstein “Sonne”, coreada masivamente por el público, le siguió un Dystopia donde Andreas se lanzó sobre el público, y así se llegaba al epílogo de un concierto que acabó de forma abrupta, que ya se les cortó por completo el sonido en el último tema. Una pequeña mancha en un concierto que por lo demás fue perfecto.

JINJER

Increíble el crecimiento de Jinjer, unos veteranos del Resurrection Fest que han ido ganando audiencia año tras año, y que en esta edición contaron con una de las mayores afluencias del día.

Puede que sea por que son ucranianos y la gente quiera ofrecerles su calor con todo lo que está pasando en su país –de hecho, durante su concierto Tatiana hizo referencia a ello varias veces, clamando un “Fuck Putin” que resonó con fuerza- aunque también puede que se hayan ganado este reconocimiento a base de la originalidad de su música.

Sonaron bien, algo imprescindible cuando su música tiene tantas aristas, y Tati cantó de forma excepcional, por mucho que la hayas visto sigue sorprendiendo la facilidad con la cambia de registro y como clava cada nota sin fallo.

Su logo con los colores de ucrania fue testigo de una actuación en la que sonaron temas como “Pit of consciousness”, “I Speak Astronmy”, “Teacher Teacher”, “Perennial” y otros tantos, aunque el mejor recibido fue “Pisces”, cuyo cambio de ritmo sigue siendo uno de los más efectivos que se recuerdan.

Gran actuación con un mensaje subyacente que atronó con fuerza, “No a la guerra”.

EL ALTAR DEL HOLOCAUSTO

Tras el fiasco del Z! Live, donde se quedaron sin tocar por culpa de una maldita tormenta, había ganas de disfrutar de la homilía de los salmantinos El Altar Del Holocausto, y esta vez el Desert Stage fue testigo de su original propuesta.

Visualmente impactan, y musicalmente convencen, así fueron sonando sus temas más característicos (de títulos imposibles de replicar sin gastar varias líneas) llenos de guitarrazos contundentes y melodías de lo más reconocible.

No es fácil conectar con el público cuando tu propuesta es íntegramente musical y no puedes hablar, pero aún así lograron que el público participara, ya fuera cuando algún integrante se acercaba a tocar cerca del público, o cuando con una grabación, dieron por bendecido el Resurrection Fest.

Nos quitamos la espinita del Z!, y nos llevamos su bendición al próximo concierto.

La única pega es que coincidieran con Ill Niño a los que también nos habría gustado ver, pero esta vez optamos por las túnicas y nos fuimos satisfechos.

RISE AGAINST

Junto con Jinjer, el más concurrido de la noche, llevaban años sin tocar en España, y está claro que había ganas de verles; ofrecieron un buen show, caracterizado por un buen sonido y lleno de mensajes entre tema y tema.

Tim habló mucho durante el concierto, hablando de las ganas que tenían de conectar con la audiencia tras años de pandemia y también haciendo hincapié en las historias personales que han generado estos momentos convulsos que nos ha tocado vivir, y así fueron sonando temas como “The Violence”, “Player of the Refugee”, “Help I son the Way”, “Ready to fall”, “Collapse” u otros donde el discurso viró más hacía la guerra, reclamando paz, “Hero of war”, “Nowhere Generation”, o “Give It All”.

Aunque tanto discurso pudo teñir de melancolía Viveiro, prevalecieron los gritos positivos finales de “Survive” y “Savior”. Reseñable el momento que pidió que se encendieran los móviles para hacer del momento algo más especial.

¿Sonido? Notable, ¿actitud? Sobrada. ¿resultado? Impecable.

SABATON

Puede que a muchos les sorprendiera que Sabaton fuera uno de los cabezas de cartel –admito que yo fui escéptico al respecto-, pero lo cierto es que ofrecieron el espectáculo que se supone para una banda principal.

No sólo sonaron atronadores, contundentes y limpios, sino que adornaron toda su actuación con una retaíla abrumadora de efectos especiales, ya fuera el tanque en la batería que disparaba cañonazos, algún que otro fuego artificial, o las barreras de fuego que literalmente encendieron el festival.

Resultó un poco paradójico que en una jornada marcada por mensajes de no a la guerra, su música estuviera protagonizada masivamente por temas bélicos, “Ghost Divison”, “Stormtroopers”, “Great War”, “The Red Baron”, “Bismarck”, “The Attack of the dead Men” (donde aparecieron ataviados con máscaras de gas), “Soldier of Heaven”, etc.. pero más allá de esta curiosidad, ofrecieron el show que se esperaba de ellos.

Joakin Brodem es un frontman de lo más convincente, con sus movimientos fuerza y carácter, contagió parte de su energía –que a estas horas hacía falta- y aunque pese a ser los cabezas de cartel no tuvieron tanta gente como Rise Against o Jinjer, podemos afirmar que resultaron de lo más convincentes.

Objetivamente, lo hicieron bien, pero personalmente me aburrí de lo lindo, es una banda con la que nunca he logrado conectar, ni siquiera todo el espectáculo logró sacarme de mi hastío, será que me hago viejo o que estos sonidos me dejaron de resultar interesantes una vez superada mi adolescencia.

Si tuviéramos que destacar algún tema sobre el resto, me quedaría con “Carolus Rex”, “Primo Victoria” o un “To Hell And Back” con el que se despidieron. Contundentes, pero… ¿quién paga la factura del gas de tanto fuego?

Y así concluyó nuestro tercer día de festival… nos habría gustado ver algo de Lionheart, pero el cambio final de horario fue demasiado para nosotros. Había que recargar pilas para la cuarta jornada.

Texto: Juan José Díez y S.A. Sánchez

Fotos: Juan José Díez

Fotos Sabaton: Resurrection Fest.