Sala Rockville, Madrid – 9 de abril de 2021
Kivents
Tras varios meses de incertidumbre en cuanto a la formación y futuro de Avalanch, pues la marcha de Isra Ramos supuso un duro golpe para los seguidores de la banda, se presentaba en la Sala RockVille al nuevo cantante, Alirio Netto. En un formato acústico, tan solo la guitarra de Alberto Rionda y la voz y piano del nuevo miembro de la banda.
Alirio, conocido internacionalmente por bandas como Shaaman, Queen Extravaganza (tributo a Queen) y varios musicales, demostró en dos sesiones (18:00 y 20:45) su calidad como vocalista y como showman, además de demostrar su buen nivel de español (a pesar de que muchos fans manifiesten su notable acento cantando) y su buena relación con Alberto Rionda. Detalles que me llenaron de esperanza en cuanto a todo lo que está por venir, puesto que como ya sabemos, Avalanch están trabajando en la composición de un nuevo disco, y el potencial es máximo.
Con una copa de vino en la mano salió primero Alirio, seguido de Alberto, visiblemente contento ante el completo de la sala y la ovación que recibieron. Antes de comenzar con el concierto, estuvieron varios minutos no sólo presentándose y agradeciendo, sino que interactuando y hablando con el público. Divertidos, confidentes, alegres y muy a gusto, sentimientos que se transmitieron por toda la sala y que hicieron de el concierto algo más especial. Ya sabemos del carisma de Alberto, pero Alirio nos ganó a todos con su simpatía antes de empezar a cantar.
Alberto pidió a un paisano suyo que contara hasta cuatro, que nunca coincidían para entrar al tema (siguiendo con las bromas). Y tras el “Un, dos, tres, cua” abrieron la lata con El Príncipe Feliz, que, a pesar de no ser muy coreada por los asistentes, sirvió para ponernos en aviso del potencial de Alirio y para corregir las ecualizaciones de los instrumentos.
Las ovaciones, sin embargo, llegaron en cuanto Alirio entonó “Comienza a anochecer”, mientras que Alberto hacía rugir a su guitarra acústica. Delirios de Grandeza es uno de esos temas que siempre funciona en directo y que hacen que el público lo de todo. Así pues, y como es costumbre, los últimos estribillos fueron cantados por los asistentes prácticamente a capela, seguidos de una gran ovación por parte también de Alberto y Alirio.
Vuelta a las bromas tras esta interpretación, pues era el turno de Xana, palabra que en portugués tiene un significado que hacer referencia a los genitales femeninos, y al nuevo cantante le causaba risa cada vez que le tocaba cantar este tema. Así pues, y con el público entregado al 100% dando palmas y cantando al unísono, se logró uno de los mejores momentos de toda la noche.
Era el turno de presentar los nuevos temas de El Secreto, aunque fuese en acústico, pues la gira de presentación del álbum se vio interrumpida por la pandemia. Las elegidas fueron La Flor en el Hielo y El Peregrino. Sin duda dos de los hits del último trabajo de estudio de la banda asturiana, que, aunque con ganas de escucharlos en un concierto “al uso”, su interpretación en acústico fue perfecta. En ambas dos Alirio dejó aparcado el piano para acompañar a Alberto en la guitarra. Demostró que a pesar de ser un gran cantante y pianista también se defiende con los acordes a las seis cuerdas, aunque evidentemente quien llevaba la iniciativa era Alberto.
Tras muchas y muchas bromas y buen rollo, Alberto quería ponerse serio para dedicar la próxima canción a todas las personas que han perdido la vida por causa de esta pandemia, pidiendo un aplauso para todos ellos. Así pues, se vino el momento más bonito y especial, a mi parecer, de la noche, con Bajo las Flores, un tema que tal vez nadie esperaba escuchar aquella noche, pero que quedó de diez. Alirio estuvo estelar, con una delicadeza en la voz y una entonación perfecta, causando incluso las lágrimas en varios asistentes. Por un momento dejó apartado el piano y se bajó del escenario, con los brazos en alto animando al público a cantar todos juntos el bonito estribillo. Un momento mágico. Como curiosidad, los últimos estribillos que interpretó Alirio los cantó en inglés, cambiando la letra por la conocida “I still Haven´t Found What I´m Looking For” de U2. La mezcla quedó realmente bien, y puede que sea una pincelada de lo que Avalanch puede hacer en inglés en el futuro, puesto que con esta formación la proyección internacional es inevitable.
Era el momento de recordar el disco “El Ladrón de Sueños” con el tema Mil Motivos, cuyo estribillo cantamos todos acompañando a Alirio con palmas. Con el cantante de nuevo al teclado, íbamos a poder disfrutar de Alas de Cristal. Quién robó el protagonismo en esta canción fue la pequeña Nadia, una “futura artista”, como la catalogó Rionda, de apenas 10 años, que subió a cantar la canción junto a su madre. Lamentablemente los nervios le jugaron una mala pasada y no pudo contener las lágrimas, pero aguantó el tipo durante todo el tema. No obstante, se llevó un merecidísimo aplauso por parte de toda la sala por la valentía que tuvo en salir a las tablas. Seguro que lo recuerda toda la vida.
El dichoso toque de queda acechaba, y el setlist tuvo que ser reducido en esta segunda sesión, dejando fuera temas imprescindibles como Vientos del Sur o Papel Roto. A pesar de las prisas por la hora, la traca final fue de diez. Lucero, en la cual el brasileño se vio muy cómodo y suelto, metiendo giros propios que no quedaron nada mal.
La penúltima en sonar fue Torquemada, un clásico del metal en español. Según Alberto la tocaron porque les dijeron que no había huevos de tocarla en acústico, y la verdad que sorprende para bien ver un tema tan power, rápido y de doble bombo tocado sólo a guitarra y voz. Aquí Alberto tuvo que demostrar su valía, estando de diez a las cuerdas. Alirio, por su parte, mostró su registro más metalero y al que esperamos ver pronto en un concierto en eléctrico, puesto que los agudos y rasgados que nos dejó gustaron y mucho.
A pesar de que muchos fans temen el acento portugués de Alirio, he de decir que, tras la marcha de Isra, no se me ocurre mejor cantante para este proyecto. Un cantante con un gran registro y que sabe interpretar lo que dice cada canción de una manera impecable. Me alegra por otro lado, ver el buen rollo que tuvieron entre ellos en todo el concierto, se nota que se llevan bien, incluso Alirio elogió a Alberto diciendo que es el mejor compositor con el que ha trabajado. Un concierto muy bueno, muy íntimo y cercano. Esperemos que pronto podamos volver a disfrutar de conciertos “normales”, eléctricos y sin restricciones de aforo, pues esta formación completa de Avalanch ilusiona mucho.
Y tras una gran ovación por haber pasado esta prueba de fuego, despedimos el concierto con el tema de Alquimia Almas Unidas, el cual sirvió para unir a estos dos genios durante la cuarentena con la versión que hizo Alberto junto a grandes músicos del panorama nacional e internacional. Uno de los mejores y más emotivos temas de Alquimia, que en acústico queda redondo. Muy buen punto final para esta noche tan intensa y bonita.
Por último, agradecer y reconocer el trato y la disposición, una vez más, de la Sala RockVille, cumpliendo con las medidas y velando por la seguridad de todos, de Kivents y Duque Producciones.
Redacción por Andrés Aranguren.