WIG WAM – NEVER SAY DIE
FRONTIERS
8 / 10
Para los que no les conozcan, Wig Wam fue una banda noruega de glam rock fundada en 2001. Ya fue arriesgado apostar en pleno siglo XXI por un estilo que no vivía su mejor momento, pese a ello, comandados por la voz del gran Age Sten Nilsen lograron cierta repercusión, sobre todo en Noruega. Uno de sus momentos más destacados fue representar a Noruega en el festival de Eurovisión de 2005, quedando 9º. Todo un hito teniendo en cuenta el tipo de música que hacían.
Antes de su separación en 2014, les dió tiempo a crear tres discos más «Wig Wamania», «Non Stop Rock’n Roll» y «Wall Street» , además de dar múltiples conciertos, y telonear a banas como Kiss. ¿Los motivos de la separación? supongo que no llegar a las cotas que esperaban. Después de su separación, Age continuó con su carrera en solitario y fundó Ammunition, junto al líder de Eclipse, Erik Mårtensson, mientras que Trond Holter y Bernt Jansen siguieron con su carrera con Jorn.
Ahora en 2020 vuelven con su formación original y presentan nuevo disco «Never Say Die«, y la duda que surge, ¿hay demanda? ¿Hay suficiente expectación para justificar la vuelta? No estoy seguro, posiblemente se deba a que sus otros proyectos tampoco han llegado a ser especialmente relevantes, pero sea como fuere, los amantes del rock melódico están de enhorabuena, ya que estos viejos-nuevos Wig Wam siguen sabiendo hacer grandes canciones.
Su estilo no ha cambiado, lo suyo es el rock melódico de corte festivo, podríamos decir que estos años han suavizado un poco su esencia glam, sobre todo en la apariencia, y ahora sus canciones prima más el equilibrio, pero siguen sonando de maravilla y son toda una oda al rock melódico.
El tema que abre el disco, y que le da título, «Never Say Die» es uno de los más enérgicos, y es una especie de expeditiva carta de presentación, un puñetazo en la mesa con el que afirman que no se les ha olvidado de que iba esto del rock canalla.
El resto del disco sigue la misma vertiente, quizá un poco más sosegado, pero hay buenas melodías, estribillos pegadizos, un cuidado especial por la melodía, y algún que otro medio-tiempo con el que aportar calma.
Creo que ahora es una banda más madura, puede que le falten los hits de antaño, pero han logrado un trabajo equilibrado, que entra bien, no cansa y que no envejecerá fácilmente, todo un logro teniendo en cuenta el género.
Puede que nadie hubiera pedido su vuelta, da igual, si suena como este «Never Say Die», bienvenida sea.
Juan José Díez