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CRÓNICA: Metalcova Fest agota entradas en una duodécima edición para enmarcar – Noviembre 2019

METALCOVA FEST XII

BARCELONA – 8 Y 9 DE NOVIEMBRE 2019

CASAL DE JOVES DE PROSPERITAT / SALA LA BÁSCULA

METALCOVA

Tras meses esperándolo, llegó el pasado fin de semana la ineludible cita anual en Barcelona para los seguidores del heavy metal a la vieja escuela y de culto. La AC Metalcova, especializada en la creación de eventos que albergan este estilo concreto de bandas (tanto jóvenes como de antaño), presentaba en julio el cartel de su duodécima edición. En él figuraban nada más ni nada menos que cuatro bandas internacionales, encabezadas por los míticos Tygers of Pan Tang y Picture junto con los jóvenes Night y Toledo Steel, los cuales pisaban suelo español por vez primera. Aparte de lo atractivo del cartel, este año también pudimos disfrutar de una warm up party en forma de concierto de bandas locales la noche anterior, genial para calentar motores de cara al festival.

 

WARM UP PARTY

La fiesta previa al festival se celebró en el Casal de Joves de la Guineueta, en el distrito de Nou Barris de Barcelona. Un número nada despreciable de personas se acercaron hasta el local para hacer boca de cara al día siguiente.

Inauguraron la velada Vientos de Poder, a base de un thrash metal directo y de voz extremadamente estridente, muy contrastado con lo que se vio en el resto del festival, donde todo pintó de corte mucho más clásico como era de esperar. Sin duda alguna el hecho curioso que más llamó la atención fue que el guitarrista del grupo era nada más ni nada menos que Andreu Van den Eynde, el abogado de Oriol Junqueras, al cual pudimos ver defendiéndose correctamente a las seis cuerdas. Por lo demás, Vientos de Poder pasaron bastante de puntillas.

  

La siguiente banda en actuar, ya mucho más acorde a lo que venía a ser el evento, fueron Crimson Storm. El conjunto de speed metal descargó sin piedad toda su potencia y energía a través de los trallazos a la guitarra de Lögan Heads, las marcadas y omnipresentes líneas de bajo de Aless Oppossed y la tremenda voz de Pau Correas, el cual se mostró en un estado de forma espectacular. La banda pudo presentar de esta forma su nuevo EP llamado Outrageous, el cual ha visto la luz estos últimos días, delante de un público al que se ganaron a la primera de cambio.

  

Finalmente, Raptore volvieron a sacudir a los asistentes como la semana anterior teloneando a Cloven Hoof. En esta ocasión jugaban con la carta de ser los cabezas de cartel de la velada, condición que exprimieron al máximo. Se soltaron mucho más y se les vio altamente entregados, cosa que tuvo repercusión sobre la audiencia. En especial en momentos como Devil ascends o la cover de Witching Hour de Venom (la cual parece funcionarles siempre a la perfección), en los cuales se generó toda una oleada de headbanging en el pequeño local.

  

 

METALCOVA FEST XII

A la tarde del día siguiente llegó definitivamente el momento esperado por todos. Aproximadamente sobre la hora prevista, a las 6 de la tarde, se abrían las puertas de La Báscula para dar comienzo al festival. En los exteriores de la sala ya se percibía un cierto número de gente, aunque el gran grueso de asistentes no se terminó alcanzando hasta aproximadamente la mitad del festival. Fue entonces cuando se pudo colgar el cartel de sold out sobre la taquilla, llegando a una cifra aproximada de 300 personas.

Con puntualidad inglesa, Toledo Steel dieron el pistoletazo de salida a la duodécima edición del Metalcova Fest. Los británicos, quienes llevan ya unos años labrándose un nombre dentro de las corrientes underground del heavy metal clásico, saltaron al escenario con suma convicción a través de No quarter, canción que da título a su único álbum de larga duración, del cual extrajeron gran parte de su breve repertorio. Asimismo, completaron su repertorio dándole también cierto protagonismo al material perteneciente a su anterior EP, Zero hour. Acomodándose poco a poco ante un público al que nunca habían tenido delante, pues era la primera vez que Toledo Steel tocaban en Barcelona, atacaron la asequible Rock nights para luego hacer un guiño a Zero hour, del cual rescataron City lights.

  

Toledo Steel se mostraron ante el público barcelonés con un directo tremendamente sólido por bandera, aunque el sonido no terminó de acompañarles al estar el bajo demasiado alto. Aunque al vocalista Rich Rutter se le vio apurado en momentos puntuales, la actuación de los ingleses fue incrementando en intensidad lenta y progresivamente, hasta terminar siendo casi impecable y convenciendo en general al respetable. Heavy metal headache y la nueva canción No time caldearon el ambiente en el momento justo para que los ingleses cerraran el concierto en la cumbre con Speed killer y Toledo Steel.

  

Después del primer cartucho de heavy metal puro y duro, tocó ver la actuación de una banda que explora terrenos de un grado mucho más elegante. Estamos hablando de los suecos Night, quienes llevan como estandarte un hard rock setentero con marcados toques místicos, en una especie de mezcla entre Thin Lizzy y Wishbone Ash para entendernos. Arrancaron con Where silence awaits y pronto ya pudimos intuir que su actuación sería de las de mayor calidad musical de la noche. Con un sonido nítido y mucho menos distorsionado que la gran mayoría de bandas del estilo, los suecos hacían vibrar al público con sus trabajadas y harmónicas melodías, las cuales junto a sus aventureras letras creaban una ambientación sumamente mística y épica.

  

Un claro ejemplo de ello fue la preciosa Time, que yo creo que nos conquistó a todos los que estábamos allí. Oskar Andersson cantaba prácticamente tal y como suena en estudio, y al mismo tiempo mostraba una enorme química a las seis cuerdas con su compañero Sammy, la cual resulta imprescindible para crear esta magia de la que estamos hablando. A pesar de que Oskar debió cambiar su guitarra tras romper una cuerda, el concierto transcurrió hacia su tramo final de forma triunfal para Night. A partir de allí insistieron mucho en su enorme último álbum Raft of the world, del cual extrajeron joyas de la talla de Fire across the sky, Strike of lightning o Surrender para despedir por todo lo alto la que también fue su primer concierto en España. Se me hizo muy corto y me faltó algún tema como Winds, pero la actuación de los suecos rozó lo impecable.

  

Llegaba el turno para uno de los platos fuertes de la noche. Una banda que ha pisado nuestros escenarios en repetidas ocasiones, pero que nunca lo había hecho del modo en el que vinieron el pasado sábado: con su formación original. Picture, reunidos desde 2016 con los miembros que fundaron el grupo (con el añadido del guitarrista Appie de Gelder), demostraron suma experiencia y tablas sobre el escenario de La Báscula. No pude presenciar la salida y los primeros compases de los holandeses, pero sí que pude incorporarme para ver cómo levantaban al público con Message from hell. Picture intercalaron éxitos de antaño con nuevos temas de su recientemente publicado Wings, como Line of life o Little Annie.

  

Sin embargo, al público (que ya copaba gran parte de la sala en señal del sold out) nada le convencía más que viejas glorias como Heavy metal ears o Eternal dark (sí, también tocaron material de otros álbumes posteriores a la formación original), las cuales liberaron la euforia en la pista. Al contrario de lo que muchos podrían haber esperado, Picture conservan intacta la energía pese a su edad, e incluso podríamos afirmar que el vocalista Ronald van Prooijen realizó una muy destacada actuación como frontman, recorriendo el escenario sin parar ni un solo instante y animando constantemente al respetable. La mítica Unemployed fue tremendamente bien recibida, así como Bombers y una brutal Lady lightning.

  

Finalmente, turno para los cabezas de cartel de esta edición. Una verdadera leyenda de la New Wave of British Heavy Metal: los míticos Tygers of Pan Tang. Comandados por Robb Weir, el único miembro original que permanece en la banda tras una dilatada carrera que supera las cuatro décadas, la banda inglesa tiró de la experiencia y veteranía de su líder a la vez que de la juventud y energía de los renovados miembros. Ambas características de conjuntaron a la perfección y dieron como resultado una actuación para enmarcar, la cual puso la cereza sobre el pastel a una edición del Metalcova Fest que fue sobre ruedas en prácticamente todos los sentidos. Nuevamente, tampoco pude presenciar el inicio del concierto, de modo que me incorporé ya bien entrada la actuación. A tiempo, eso sí, para ver cómo atacaban clasicazos como Runnin’ out of time, haciendo enloquecer así a un público totalmente entregado.

  

Pude acercarme poco a poco hasta las primeras filas, en las cuales el desfase estaba servido, y disfruté de lo lindo con la auténtica locura que se levantó con Suzie smiled y la imprescindible Spellbound, así como también eran sorprendentemente bien recibidas algunas canciones de álbumes recientes como Only the brave. Recuperaron de forma un tanto inesperada la versión de Tush de ZZ Top, la cual grabaron en su primer disco, y la infalible Love poison Nº9 para finiquitar su actuación. Algo que no me gustó: se quedaron en el aire dos canciones para mí imprescindibles de la mítica banda inglesa, como son Love don’t stay y Gangland. Ni me imagino la que se hubiera armado viendo el ambiente, pero allí se quedaron finalmente.

  

En definitiva, la duodécima edición del Metalcova Fest fue un exitazo en toda regla. No tan solo por el hecho de que se agotaran las entradas, sino también a nivel de regularidad y calidad de las bandas. Las cuatro actuaciones, tanto de las bandas jóvenes como de las veteranas, fueron de un nivel muy considerable y ninguna de ellas dejó a los asistentes descontentos. Junto con la adición de una fiesta previa (y también una post party en el Lennon’s Club para los que querían seguir de marcha), probablemente haya sido una de las ediciones más completas del festival creado por la AC Metalcova.

 

Crónica y fotos: Marc Paradell