La 6a edición de Rock Fest llegaba con un cartel que no convencía a muchos pero que varios miles pudimos disfrutar. Bandas para todos los gustos desde el heavy rock de Obús hasta el death metal de Arch Enemy, invadió Santa Coloma un año más.
Varios compañeros de la redacción estuvimos allí, a sol y lluvia, esperando ver y REver a algunas de nuestras bandas favoritas. Sin duda, hemos descubierto nuevos nombre que seguiremos de cerca…
Así vivió Maxmetal el Rock Fest 2019!
Irene Kilmister
No sabía muy bien qué esperar este año, pues los «cabezas» no eran lo mío, y, siendo sincera 4 días me parecían mucho, y así ha acabado siendo. El cansancio se nota y el calor y la lluvia hicieron mella.
El primer día empezaba suave, muchas bandas que había visto hacía poco, como Kilmara, Raven o Primal Fear. Contra todo pronóstico acabé viendo, y disfrutando mucho de UDO al cual tengo bastante olvidado, pero que sin duda dieron un concierto de nota, aunque claro, todo quedó eclipsado por King Diamond, que a pesar de parecerme un poco plano, el teatro que monta en cada concierto es digno de ver. Mi gran aplauso se lo llevan Ankhara, a los que no había visto nunca y que me sorprendieron para muy bien por la caña que meten.
Sin duda el segundo día lo marcaba una banda, Powerwolf, a los que conocí en este mismo festival hace unos años. Esta vez también pude tenerlos muy cerca en la firma, y eso para mi, fue el momento más emocionante. Del concierto solo digo: 1a fila y temazos! Un 10!
Esperando a Powerwolf descubrí a Böhse Onkelz, y os puedo asegurar que, salvando los fallos de sonido, conquistaron Santa Coloma en 1h. 1000 alemanes venidos sólo para ellos lo avalan.
Mención especial a Obús, que también hicieron un gran show. Sin embargo, ZZ TOP, una banda que esperaba ver desde que anunciaron que venían, me decepcionaron bastante, y me transmitieron muy poco.
El tercero era mi día, sin duda alguna! Empezaba la mañana con Leo Jiménez que contó con dos grandes: Mero Mero y Korpa! Si te gusta el heavy metal tienes que ver un concierto de Leo, porque no deja «títere con cabeza».
Con Angelus Apatrida me salió el orgullo manchego y me entregué en cada tema, y es que son un claro ejemplo de que no tenemos que irnos lejos para encontrar grandes bandas ¡los tenemos aquí!
Una pena no poder ver a Saxon tan cerca y bien como me hubiera gustado, pero mi corazón estaba en el Stage Fest, esperando Arch Enemy, que sin duda me dieron la mejor hora de todo el festival. Un concierto esperadísimo y que voy a guardar en mi cabecita para siempre! No dudo que lleguen a ser cabezas de cartel muy pronto.
Me perdí Boikot y Los Barones, y fue una gran lástima, pues los esperaba desde hace mucho. Otro gran aplauso para Def Con Dos que congregó a un grandísimo número de seguidores y gente que, sin ser fan, fueron a apoyar la triste injusticia que viven. A mi me hicieron volver a los 16…que maravilla!
Dos grandes sorpresas : Avatar, para muy muy bien, con un espectáculo bastante divertido, y Cradle of Filth para muy muy mal, no creo que vuelva a verlos.
Y el 4o y último me pilló devastada. Me pasé gran parte de la tarde viendo los bolos tirada en el césped, sin mucho más. Me vine arriba con Dee Snider que es siempre apuesta segura, y por eso viene cada año y cada año somos más viéndolo. Europe dieron un grandísimo concierto con un sonido excelente. Y Def Leppard también pasaron sin pena ni gloria por mis oídos, pero es que no los he escuchado nunca (pobre de mi jajaj)
En resumen, me ha sobrado un día, física y mentalmente hablando, pero los conciertos que he visto los he disfrutado de verdad.
Javier Oliva
Primer Rock Fest al que asisto y expectante estuve hasta que dio el pistoletazo de salida de uno de los festivales más importantes de la escena a nivel nacional. La primera jornada ví a Primal Fear con su heavy demoledor y sonando muy potente. Empezaba el festival dándolo todo. Por contra, en el escenario Rockfest Tent, estaba Imperial Jade, banda que me ha generado interés en los últimos meses y que no quería perderme este festival, aunque fuese por unos momentos y sí, creo que me dejaron con la boca abierta. Su rock setentero, no sólo a nivel musical si no también estético, me cautivo. Banda que tengo anotada para ir a ver en Sala cuanto antes.
Para no perder el ritmo, seguí con UDO, que aún se mantiene en forma, marcándose un directo por todo lo alto, cosa contraria a Demons & Wizards: soporíferos y aburridos. No veía la hora de que su actuación llegase al final y poder disfrutar de King Diamond que, te podrá gustar o no musicalmente, pero nadie puede negar que su directo es una pasada y así fue.
W.A.S.P, mi gran decepción, una de mis bandas favoritas y dieron un show pésimo. Menos mal que estaban Ankhara para dejarnos un buen sabor de boca. Bolazo que se marcaron!!!!!! Y eso que la técnico de la mesa estaba a por uvas… Primer día superado. Y eso que el calor de Barcelona también se marcó una gran actuación durante todo el festival.
Beast un Black abrían el segundo día y me sorprendieron por su frescura y el directo que llevan. Dado que el calor quería ser protagonista de nuevo en esta jornada, hubo que buscar una buena sombra para no morir en el intento. Thunder sonaron, pero no terminaron de captarme, al igual que el proyecto Turilli/Lione. Realmente es una banda de festival???
Para salvar la tarde tuvimos a los legendarios Obús, haciendo una de las actuaciones de la noche junto a Powerwolf. Qué pasada de show!!!! Se me hizo muy corto. Otra banda anotada para ver en sala de manera detenida.
Mis queridos Gamma Ray me transportaron a mis dieciséis años y ZZ Top, la banda más esperada del día y casi del festival y pasaron sin que nadie se diese cuenta de ellos, a diferencia de Michael Schenker, que dio a todos una lección de clase, sonido y técnica a los allí presentes.
El encargado en abrir la jornada del sábado fue Leo Jimenez, que se marcó un bolazo, digno de los que hace La Bestia. Y es que el calor no hizo que los allí presentes nos pensáramos ir a verle y disfrutar.
Los siguientes fueron Avatar, que no los había visto nunca y me dejaron boquiabierto. Qué barbaridad de banda. Y es que este día había auténticas bandazas: Angelus Apátrida, la mejor banda además trash nacional, con un nivelazo comparable a las bandas internacionales. Que directo, que sonido, qué de todo!!! Dos veces los he visto y ganas de verles más veces.
Los Barones coincidían con Venom y aún así, el escenario Rock Tent estaba a reventar. Y es que Sherpa y los suyos dieron una clase magistral , quedándose pequeño ese escenario, haciendo un repaso a los hits de su etapa en Barón Rojo. Venom fue mi decepción de la noche. Igual no supe captar su directo, pero me esperaba otra cosa.
Saxon y Arch Enemy pusieron la guinda fuerte del día. El mejor heavy internacional y la banda puntera de death metal, con una Alissa impresionante a nivel vocal y escénico. Sin duda, un gran final de jornada para un cartel más que interesante para este sábado caluroso y pasado por agua.
Debido al cansancio, que hacia mella, y que el calor no era ya nuestro amigo, llegué a Sebastián Bach el domingo. Me hubiese gustado ver a Therion y a Sonata, pero el cuerpo pedía descanso. Una de las voces más privilegiadas del hard rock hizo una actuación con todos los clásicos de su etapa en Skid Row. Se ve que los años no perdonan, pero aún así demostró carisma y energía sobre el escenario, defendiendo el ser lista de una manera más que sobresaliente.
Children of Bodom y FM era la siguientes en mi listado de bandas a ver en este día. FM es elegancia, una de la mejores bandas de A.O.R que hay, y así lo demostraron en directo, con uno de los mejores sonidos obtenidos en el festival. Children of Bodom hicieron un actuación sobresaliente, dejándome con ganas de más.
Testament no me atrajeron mucho y las ganas de ver a Dream Theater aumentaban en mí y que chasco!!! A nivel musical no se les puede reprochar nada, pero el ser lista fue el peor de todos. Me faltaron clásicos, temas más cortos y directos, como los de antaño, pero menos mal que ahí estaba el señor Dee Snaider para levantarme el ánimo. Qué barbaridad de hombre. Vaya bolazo se marcó.
La lluvia no hizo que los allí congregados nos fuéramos y nos perdiéramos Europe, y es que los suecos me encantaron. Un set list muy apropiado para la ocasión y un nivel musical de sobresaliente, dejando al personal listo para ver a la estrella del último día: Def Leppard. Poco tengo que decir de ello. Lo resumo como la banda por excelencia del hard rock y así lo demostraron.
Marc Paradell
La presente edición la preveía como una de las más “tranquilas”, ya que sinceramente pienso que Rock Fest ha conjuntado mejores carteles en los últimos años. Sin embargo, la experiencia siempre es digna de ser vivida.
Estrenamos el primer día con el corto show de los locales Kilmara para calentar motores, seguidos de unos Raven que pese a las obvias dificultades que atravesaron (la pierna rota de Mark Gallagher y un sol de justicia) lograron una actuación digna de ellos.
Primal Fear fueron una de las bandas más sólidas del día, sonando de forma genial y con un Ralf Scheepers en modo incombustible, como viene siendo habitual en él. Nada a reprochar a los alemanes, quienes cuajaron una actuación formidable.
Pocas personas habrá que lleven el metal más grabado a fuego en la mente que Udo Dirkschenider, y así lo demostró a través de un repertorio sin ningún tema de Accept (de hecho, yo siempre he dicho que UDO suena más a Accept que los propios Accept sin Udo). Fue la perfecta ocasión también para ver cómo se desenvolvía Dee Dammers, el nuevo guitarrista, quien hizo un perfecto dúo con Andrey Smirnov.
Vagamente pude ver a Demons & Wizards desde el otro escenario, donde nos aguardaba uno de los platos fuertes del festival: King Diamond soltó su majestuosa ópera de heavy metal tal y como hizo tres años atrás. Sin concentrarse tanto en Abigail como entonces, hubo ocasión de escuchar temas mucho más recónditos, interpretados a la perfección por parte de la banda (aquello sonaba con la precisión de un reloj suizo) y a la vez volviendo a recrear la tenebrosa atmósfera propia de sus actuaciones, complementada por la actriz figurante y el propio King. Al terminar pensé “ya tenemos ganador del festival”, pero quizás hablaba demasiado rápido…
WASP fueron sin duda la nota negativa de la jornada e incluso del festival en general. El sonido fue lamentable a lo largo de casi todo el concierto, indigno de un festival de primer nivel: cuando se escuchaba la voz, no se escuchaban las guitarras, y cuando se escuchaban las guitarras, fallaba la voz… Eso cuando no fallaban el resto de instrumentos. Hablando de voz, Blackie Lawless debería ir planteándose una retirada a tiempo. Empezó cantando bastante bien, pero su voz se fue apagando hasta el punto en el que interpretó Wild child y I wanna be somebody apartándose del micro constantemente.
Empezamos el segundo día aguantando estoicamente el bolo de Beast In Black bajo el abrasador sol de mediodía. Muy buena actuación de esta banda que práctica algo similar a música de los 80 metalizada, resultando así en temas muy coreables y pegadizos. El vocalista Yannis Papadopoulos no estuvo al 100%, aunque a mí directamente me hubiese dado un jamacuco si hubiese salido a cantar con su abrigo de cuero largo…
Medio mareado por el calor pude presenciar la curiosa actuación de Rage junto con la orquestra de Barcelona, la cual sonó bastante mejor de lo que esperaba, a pesar de no ser el concierto más espectacular que hay visto precisamente.
Llegó el momento para mí de estrenar la carpa para el concierto de Candlemass, el cual se erigió como uno de los mejores del día. Los suecos desplegaron su doom metal épico sin piedad, liderados esta vez por su vocalista original, Johan Längquist. Sin palabras nos dejaron A sorcerer’s pledge y Solitude entre otras, aunque eché en falta más temas del mítico Epicus doomicus metallicus en su repertorio teniendo en cuenta el regreso del cantante original.
Gamma Ray fueron también de lo más destacado del día, sonando geniales y con un Kai Hansen que parece que desde la reunión de Helloween se encuentra en un estado de gracia permanente.
Sin embargo, y por extraño que le pueda parecer a alguno, no disfruté demasiado de la actuación de ZZ Top. Es evidente la calidad y el enorme legado que llevan a sus espaldas, pero su concierto me pareció muchísimo menos espectacular de lo que me imaginaba. Demasiado estático y parsimonioso para una banda cabeza de cartel, según mi gusto. Aún así, es bien seguro que cualquiera de sus fans acérrimos disfrutó a lo grande del rock/blues sureño de los de Houston.
Para culminar la jornada, nada mejor que recibir el espectáculo de Michael Schenker junto con los vocalistas que le han ido acompañando a lo largo de su carrera. Lástima de la ausencia de Graham Bonnet (de la cual me enteré ya habiendo comenzado el concierto), pero bueno fue también ver a Doogie White esta vez compartiendo escenario con un pletórico Robin McAuley y un desgastadísimo (cada vez más) Gary Barden. Como era de esperar, hubo de todo en el repertorio: canciones de todas las épocas de MSG, temas del último disco, de UFO e incluso de Scorpions… una delícia de la mano de uno de los guitarristas más destacados de los 70 y los 80.
El sábado fue para mí el día más ligero en cuanto a número de bandas. Hasta bien entrado el día no actuaron bandas que me interesaran, de modo que aproveché para curiosear a fondo las paraditas de merchandising. A eso de las 7 de la tarde presencié la actuación de Hammerfall, un grupo que con razón es una de las bandas festivaleras por excelencia: siempre dan el callo con muchísima actitud y presencia escénica, y jamás defraudando. Nunca figurarán entre las mejores actuaciones de ningún festival como Rock Fest, pero pocas veces se valorará un concierto suyo como malo ni muchísimo menos.
De allí, y con un breve tormentón de por medio, me planté cerca del escenario izquierdo para coger sitio para Saxon y de mientras vi la actuación de los legendarios Venom. Me sorprendió la puesta en escena con bastante pirotecnia, pero sentí lo mismo que cuando los vi en 2015: suenan demasiado limpio. Creo que la principal característica que hizo a Venom famosos fue lo tremendamente guarro y sucio que sonaban para su época, pero creo que hoy en día han perdido este punto sobre todo a nivel de guitarras.
Y finalmente llegó la hora de que el águila de acero de Saxon sobrevolara Can Zam. Los ingleses vinieron esta vez (por fin, tal y como se merecen) como cabezas de cartel, gozando de una hora y media de actuación que exprimieron al máximo. Como ya viene siendo costumbre, Saxon hicieron el mejor concierto del festival en mi opinión, con el permiso de King Diamond. Los de Biff Byford son de las poquísimas viejas glorias del heavy metal que sigue siendo una auténtica máquina de matar. No hay quien los pare. Si a todo eso se le añade la puesta en escena con el escenario de castillo y el águila… la locura está servida.
Finalmente, el último día empezaba con la descarga eléctrica de Michael Monroe. El ex Hanoi Rocks realizó toda una lección magistral de cómo debe actuar un frontman. No se si le quedó alguna postura o movimiento por explorar, llegando incluso a subirse al andamio del escenario. Aún sin conocer casi ninguno de sus temas no tuve tiempo ni de aburrirme gracias al gran show que puso sobre la mesa.
Sebastian Bach fue prácticamente como esperaba: un concierto correcto sin más, demostrando que conserva sus dotes de frontman pero que sus agudos ya han pasado a mejor vida. Fue, eso sí, una gran oportunidad para verle interpretar sus mejores obras con Skid Row y para escuchar sus intentos de chapurrear catalán entre canción y canción.
Me trasladé a la carpa para presenciar la calidad hecha banda: FM, ya habituales en estas tierras, realizaron uno de los mejores conciertos del festival. El nivel de calidad que atesoran y su increíble estado de forma les bastó para conjuntar una actuación sublime a todos los niveles. Van ya 5 veces que los veo, y puedo decir que si no fuera por el repertorio reducido a una sola hora hubiese sido la mejor de ellas. La carpa se llenó de fanáticos del AOR y el hard rock, los cuales terminaron rindiéndose al quinteto británico.
Después de ver vagamente a Testament mientras me tomaba un descanso, regresé nuevamente a la carpa para la actuación de Helix. Si bien FM habían gozado de un sonido más que correcto una hora antes, los canadienses no tuvieron tanta suerte. A pesar de que su actuación fue de lo más divertida y entretenida, las guitarras sonaban a poco volumen y superadas por el bajo, juntamente con puntuales acoples y reverberaciones incómodas. A pesar de ello, verles interpretar House on fire, Deep cuts the knife o la mítica Rock you fue una auténtica fiesta. Helix fueron, como suelo decir yo, la perita dulce ochentera difícil de ver que cada año nos ofrece el Rock Fest.
Pasé bastante de puntillas con Dee Snider porque lo tengo ya más que quemado, saltando directamente a Europe. Otros que tal también, pero debo decir que aunque fuese también la quinta vez que los veía, me lograron sorprender. Joey Tempest llegó en un estado vocal formidable, mucho mejor que en el resto de veces que lo he visto, y la banda logró un sonido notoriamente mejor que la gran mayoría de bandas del festival. El repertorio fue bastante estándar con pequeñas sorpresas como Cherokee o Carrie, las cuales no suelen ser interpretadas en festivales. Obviamente, la fiesta culminó con la infalible The final countdown.
Def Leppard se encargaron de poner punto y final a la presente edición del Rock Fest. Con un Joe Elliot fino en los tonos básicos y apurado en los agudos y con un Phil Collen pletórico a la guitarra, los ingleses cuajaron una bastante buena actuación. A pesar de ello, debo decir que determinados temas (especialmente baladas como Love bites o Hysteria, o incluso Photograph) sonaron con pocafuerza y emoción, a diferencia de cuando los vi en 2013 cuando sí sonaron tremendamente emotivas. Bringin on the heartbreak, en cambio, fue la única balada con la cual consiguieron llegarme. No fue la mejor noche para Def Leppard, pero tampoco la peor ni muchísimo menos. Desde luego tienen calidad y directo suficiente como para colarse entre el top 5 del festival.
Jordi Martinez
Desde que existe el Rock Fest en Barcelona, he ido a todas las ediciones. Mi expectativa cuando dijeron que era de 4 días fue… uau ¡vamos a disfrutar! Pero según iban anunciaban las bandas, para se tornaba un cartel un poco decepcionante, aunque creo que también otros seguidores tienen el derecho que vengan sus grupos, por lo tanto, respecto y disfrutar del festival.
El primer día mi interés fue para ver a King Diamond, UDO, Primal fear, Demons & Wizards y Kilmara. Sinceramente, pocos grupos pero mucha calidad, ya que en este día no hubo ninguna decepción, solamente en Kilmara, que las guitarras no se escuchaban bien; del batería se hablará mucho, es una promesa (Eric Killer de Street Lethal). A Demons & Wizards los oí de lejos, pero sonaron bastante bien, aunque me gustan más sus otro proyectos (Iced Earth y Blind Guardian). U.D.O, como cada concierto, difícil de suerar su nivel aún con la edad que tiene, aunque claro, tiene una mega banda de jóvenes (con su hijo en la batería) y van sacando unos discos de miedo, muy buenos!
Para mí los dos que sobresalieron en ese día fueron King Diamond y Primal Fear. De King Diamond te podría nombrar 3-4 canciones que me gustan, pero lo veo por la parafernalia e interpretación que pone, que lo hacen único, tanto en sus estructuras, voz y un supergrupo. De Primal Fear, sigo sin entender porque no venden más, es un grupo que va sacando grandes discos y que ya deberían estar siendo cabezas de cartel; tienen un gran nivel, grandes músicos y un gran vocalista.
El viernes fue para mí el día de las sorpresas. Mis expectativas eran ver a Michael Schenker, ZZ Top, Rhapsody y Rage & Orchesta.
A Rage llegué tarde y pude ver solo la mitad del show. Una banda que tuvo una época muy thrash cuando estaba Mike Terrana en la batería y volvió a ser una banda como antes, de heavy. Sonaban muy bien, pero notaba que le podían haber metido mucha mas caña. Era la primera vez que veía (por fin!) a Rhapsody con Turilli y Lione juntos y no me decepcionaron. Hay pocas bandas italianas metaleras, pero ellos son únicos y muy buenos. Me encantó su show, aunque me sobraron las dobles voces líricas que ponen grabadas.
ZZ Top es una banda que tiene 50 años a sus espaldas y que se notan, los músicos son muy mayores pero para el rock americano que hacen aún pueden durar muchos años más. Muy sincronizados y con un rock muy rítmico. Me gustó su actuación, pero no creo que pueda volver a verlos ya que no acostumbran a venir mucho por Barcelona.
Michael Schenker, para mí, fue el que se llevó la gran noche del viernes, lástima que no estaba Graham Bonnet, aunque sí, los otros tres cantantes (White, McAuley y Barden) para poderlos disfrutar. Schenker no solo tocaba de manera excelente la guitarra, sino que se movía por todo el escenario y se le notaba que estaba disfrutando.
Ese día las sorpresas fueron dos: Böhse Onkelz, una banda alemana con un ligero parecido a Rammstein, pero aún más duro (tirando al trash) demostranron el talento que tienen. Se han ganado el tocar en el gran escenario, lastima del corte, varias veces, del sonido (espero que los vuelvan a invitar a venir). El otro, Powerwolf,que tienen números para ser pronto cabezas de cartel, con un gran talento a la hora de componer canciones, tocar y para llevarse al público al bolsillo.
El sábado me disponía a ir al recinto con la intención de ver a: Saxon, Hammerfall, Krokus y Los Barones.
Hammerfall sonaron muy bien, aunque ahora teniendo en cuenta los discos que he escuchado y, en otras salas que los he visto de teloneros, me decepcionaron un poco… pueden hacerlo mucho mejor!. Krokus, a pesar de que llovió durante un rato en su actuación, dieron un show espectacular, haciendo gritar y moverse todo su público. Me lo pase bien con ellos.
Creo que no fue acertado a colocar a Los Barones en el Rock Tent, ya que la carpa estaba a reventar y se les quedó pequeña. La banda, aunque solo estuvieran (como representación de Barón Rojo) Sherpa y Hermes Calabria, hicieron una gran exhibición de la trayectoria de Barón Rojo, mucho mejor que las dos veces anteriores en las que vino la propia banda a Rock Fest. Espero que repitan el año que viene, aunque poniéndolos en uno de los grandes escenarios.
Creo que la apuesta de poner a Saxon de cabeza de cartel para la noche del sábado fue un acierto, tanto que para mí fue el mejor de todo el festival. Hicieron una gran actuación, sacando a su águila iluminada e interpretando todos sus grandes himnos.
Llegó el ultimo día, donde notaba un poco el cansancio, pero tenía ganas de ver a Def Leppard, Europe, Dream Theater, Dee Snider y Sebastian Bach. A este último era la primera vez que lo veía en concierto y se nota que es un showman, mucho mejor que el amigo Axl. Interpretó algunas canciones de Skid Row, y ojalá pudiera venir con ellos, ya que provocaría un revuelo potente.
Dream Theater, fue para mí una de las mejores bandas del día, con su grandes interpretaciones. Son cinco músicos que lo dan todo en el escenario y demuestran su gran nivel de creación compositiva. Sus canciones largas no se me hicieron pesadas para nada, son espectaculares en el escenario. Junto con ellos, Dee Snider, se llevó la gloria de domingo. No importa si ha venido 4,5, 6 veces al festival, pone en pie a todos, y sobre todo cantando «huevos con aceite«; la gente disfruta con él.
Europe, no sé si fue la resaca de la boda del año en la que tuvieron que actuar, pero al cantante le faltaba mucha voz. El grupo aceptable, pero en otras ediciones del Rock Fest han sido mucho más potentes. Y en Def Leppard, solo me quedé los primeros 30 minutos, para verlos por primera vez (y seguramente que última) en escena. Sinceramente no soy muy fan de su música, he oído anteriormente sus canciones para poder impregnarme en su mundo, pero fueron una luz bastante tenue, cuando un cabeza de cartel tiene que comerse el escenario desde el primer minuto (sino mirar como sale Dee Snider, Powerwolf, Primal fear, etc…) y no que la media hora no me aporten nada.
Como he dicho al principio, respeto que este año le tocaba a otros disfrutar de sus grupos, en un cartel que para mí ha sido un poco decepcionante y flojo, para ser cuatro días. Espero que ahora volviendo a tres sea mucho mejor y más cargado.