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CRÓNICA: DOWNLOAD FESTIVAL MADRID 2018. VIERNES 29 (Madrid) – Junio 2018

DOWNLOAD FESTIVAL 2018

29 JUNIO 2018 – CAJA MÁGICA

MADRID

El segundo día de festival se preveía que iba a ser el más concurrido, y así ocurrió, 35.500 personas se congregaron en la Caja Mágica, llamados sobre todo por Guns n’ Roses, que ganó por goleada al resto de bandas en cuanto a camisetas de la gente se refiere.

De nuevo largas colas a la entrada, propiciadas por un cambio de pulseras. Se obligó a un cambio de pulseras a aquellos que inicialmente se le puso las pulseras reutilizadas del 2017. Afortunadamente, tanto el cambio como el avance de las colas fue rápido.

THE PINK SLIPS

El primer concierto del día fue el de The Pink Slips, la banda capitaneada por Grace McKagan, hija del bajista de Guns n’ Roses, Duff McKagan; es uno de esos casos en los que podemos decir que de tal palo tal astilla. Duff siempre fue el más punk de los Guns, y ese aíre punkarra e irreverente ha sido heredado por su hija, pura actitud sobre el escenario.

Media horita de concierto bajo un sol de justicia donde desgranó parte de su repertorio. Destacaron sus últimos temas,  «Trigger» o «Hello Home».

THRICE

En primer lugar, perdón a Ankor por no haber asistido a su concierto, pero THRICE es como un unicornio alado, es de esas cosas difíciles de ver. De hecho, ellos mismos dijeron en el escenario que era un gusto estar de vuelta en España después de tanto tiempo.

Su música y su ejecución en directo fue pura elegancia. Sonido cristalino, temas magistrales, y una banda que funciona como un reloj suizo. Puede que fuera por los problemas del día anterior, pero se notaba que el sonido en esta jornada estaba mejor, al menos, en el caso de Thrice rozó la perfección.

Estos californianos no son especialmente enérgicos sobre el escenario, pecan más bien de exceso de sobriedad, pero se les perdona cuando tocan con tanta precisión. Entre los temas que sonaron, «Black Honey», «Hurricane» o «Death from above» para un total de 40 minutos que supieron a poco.

BULLET FOR MY VALENTINE

Otro de los conciertos esperados era el de los británicos BFMV, una banda que pese a estar relativamente cerca, no se deja ver mucho por España. Había ganas de ellos, sobre todo en lo referente al público más joven, que copaba ansioso las primeras filas.

Buen sonido en líneas generales, aunque desde las primeras filas la voz de Matt se escuchó algo difusa, sobre todo si la comparamos con la voz de apoyo, que llegaba con mucha más fuerza. Empezaron con «Don’t Need You», «Over It» y «Your Betrayal», público totalmente entregado ante una banda que mostró fuerza y carácter.

BFMV es una de esas bandas susceptibles de llenar estadios, desde luego gozan del predicamento del público, y tienen la actitud adecuada, aunque quizá musicalmente son un poco irregulares, ya que tiene temazos que logran levantar al público (La parte final con «Tears don’t fall» o «Waking The Demo» es un buen ejemplo de ellos), pero otros cortes pasan un poco sin pena ni gloria.

Pero en líneas generales fue un buen concierto, y eso que empezaba a levantarse viento lo que hacía que el sonido también fuera variable en función de tu posición.

CLUTH, UNDEROATH

Momento de pajarear entre dos escenarios donde pudimos sentir el contraste entre las nuevas propuestas de bandas como Underoath, post-hardcore con un público mayoritariamente joven, y el estilo rocoso de Clutch.

Underoath pura efervescencia y energía, ideal para liberar adrenalina, una banda que no especuló lo más mínimo y se vació sobre el escenario.

Los segundos, experiencia y efectividad y un sonido denso pero que incitaba al movimiento. Buen momento de conexión con «Electric Worry» y su parte de estribillo en castellano.

Me gustaron los dos, buen sonido y dos formas muy diferentes de incitar al movimiento. Eso sí, ver la mitad de cada uno te deja con ganas de ver más en ambos casos.

GUNS N’ ROSES

Y llegó el plato fuerte del día, lo hizo con 20 minutos de retraso, algo raro en este festival donde todo va medido al milímetro, ¿quién se piensa que es? ¿Axl Rose? (guiño, guiño) 😉

Con un concierto de tres horas y media, es difícil que quede fuera cualquier canción demandada por el público, así que había que tomarse esto como una maratón, esto era un concierto de fondo, no un sprint como los conciertos de menos de una hora que llevábamos este viernes. Pero, ¿es necesario un concierto de tres horas y media? Y me explico, ¿hay necesidad de alargar innecesariamente los temas con solos y partes instrumentales alargadas de forma un poco artificial? ¿Es necesario meter temas del Chinese Democracy? ¿en serio?

Hay ganas de ver a esta nueva reencarnación clásica de Guns n’ Roses, pero con un concierto tan largo, irremediablemente hay momentos de desconexión, y eso se sentía en un público que recibía con entusiasmo los clásicos, pero que en otros momentos parecía que decían, ¿que cojones están tocando? Por ejemplo, «Coma» describe este momento a la perfección. Pero es lo que tiene un grupo así, que lleva a público de «sólo grandes éxitos»

La banda bien, el sonido, correcto aunque mejorable. La voz de Axl está justita, canta sin exigirse, de una forma mucho más comedida, midiendo los momentos en los que desata para así garantizar que aguantará las tres horas y media. Personalmente eché más en falta los momentos en los que rompe la voz y transmite más potencia, pero hubo momentos en los que no sabíamos si cantaba Axl o Shakira.

Slash, en su línea, como un poco ausente, metido en su burbuja, pero demostrando porque se le considera uno de los grandes de las seis cuerdas, clavó los solos y no falló ni un acorde. Eso sí, se nota que la relación entre ellos es puramente profesional, cero guiños, nula complicidad, y cercanía la justa.

 

Puede que se hable menos de él, pero me atrevería a afirmar que es el verdadero catalizador de la unión, Duff es el que más naturalidad muestra sobre el escenario, el que mejor se ha conservado, y el que sirve de puente entre Axl y Slash, y ataviado con una camiseta de Backyard Babies imprimió carácter con su bajo.

Richard Fortus asume estoicamente su papel de segundón, pero sería injusto no reconocerle su mérito, acompaña muy bien a la segunda guitarra, y los momentos de lucimiento que le permiten, los exprime a las mil maravillas.  Y por último, el papel de Dizzy Reed y Melisa Reese, pasa totalmente desapercibido, igual que Frank Ferrer, que pese a ser un batería extraordinario, nadie le quita el sambenito de ser un mero músico de estudio.

Y así, gota a gota, lograron inundar de historia rockera la Caja Mágica. Sería difícil elegir el momentazo del concierto, con una lista tan larga de clásicos, cada uno elegirá el suyo. Sonaron todos, así que esto fue un buffet de rock aderezado de historia.

Eso sí, me sobró más de una hora. Se podía haber quitado algún que otro ladrillo y hacer un show con cero relleno. Sin versiones, sin temas intrascendentes, sin alargar temas artificialmente, habría sido un concierto mejor.

Bises

PARKWAY DRIVE

Que me perdonen todos los fans de Guns n’ Roses, pero el verdadero triunfador de esta segunda jornada del Download fueron los australianos Parkway Drive. Sólo tuvieron una hora, pero en ella demostraron como se debe dar un concierto. Una auténtica apisonadora llena de hits, con un sonido estratosférico y una entrega superlativa. Con una actuación así, cualquier otra banda parece aficionada.

Fue una auténtica brutalidad, un escenario con unas luces muy efectistas, y una banda que se sentía agradecida por tocar ante su mayor audiencia española. Dieron las gracias múltiples veces, y devolvieron con creces el cariño que les hizo sentir el público.

Comienzo atronador con «Wishing Wells» y «Prey», lograron mitigar cualquier atisbo de cansancio en el público, que comenzó a botar, corear y hacer circle-pits sin descanso. No había interludios entre canciones, encadenamiento constante y sin resuello donde llegaron «Carrion», un «Vice Grip» absolutamente magistral, y «Dedicated». Elección sublime de temas, cada cual mejor, ninguno permitía un momento de relajación.

El mejor sonido del festival hasta el momento, super potente pero perfectamente equilibrado, así llegaron «Idols And Anchors», «The Void»  y «Karma».

¿Un tema que les defina?  Nada más significativo que «Absolute Power», y eso que quedaba subir peldaños en intensidad con un final de concierto inmejorable protagonizado por «Wild Eyes», «Crushed» y «Bottom Feeder»

Una auténtica barbaridad de concierto, sólo comparable al que ofrecieron In Flames en la edición de 2017. Poniéndonos quisquillosos, eché en falta la pirotecnia y fuegos que han venido utilizando en toda la gira de festivales europeos incluyendo el propio Download británico.

Absolutamente impresionantes.

Texto: Juan José Díez

Fotos: Download Festival.