El viernes 27 de junio en el Parc de Can Zam se vivió una jornada bastante heterogénea que recorrió raíles de power metal, folk, hard rock y southern rock. Carry y Lèpoka calentaron motores con energía novel y contagiosa, mientras Bonfire recuperó el espíritu melódico ochentero y Ensiferum desató su épica folk-metal nórdica.
La antorcha pasó a The Hellacopters, que prendieron el escenario con riffs potentes y actitud escandinava. Luego llegó el turno de La Gripe y Tú, infundiendo rock urbano con sabor nacional, antes de que los históricos Running Wild surcaran el metal pirata.
El colofón lo puso la legendaria Lynyrd Skynyrd, coronando una noche redonda con himnos sureños inolvidables.
Una jornada donde lo clásico y lo emergente se daban la mano, reafirmando al Rock Fest como epicentro de la libertad sonora dentro del rock y el metal.
Carry debuta en casa con actitud y sudor en el Rock Fest
Primer concierto de la tarde, tercera fecha de su corta pero intensa trayectoria, y primera vez en su Barcelona natal: Carry, el nuevo proyecto punk-rock-ska del guitarrista de Crisix, aterrizó en el Rock Fest con una descarga eléctrica de insolencia, ritmos bailables y mensaje directo al mentón.
Lejos del thrash técnico de su banda madre —en pausa momentánea—, el combo apostó por un repertorio fresco y afilado, en el que destacaron cortes como “Puto Hater”, un dardo venenoso contra la crítica vacía, y el nuevo tema “Sudapollismo Ilustrado”, con una letra tan provocadora como su título, que levantó aplausos y sonrisas en partes iguales.
Uno de los momentos más celebrados llegó con una versión ska de “Ñapa es” de Ska-P, que convirtió el foso en una pista de baile improvisada y caótica. Con una actitud desbordante y una conexión inmediata con el público, Carry demostró que, aunque aún están dando sus primeros pasos, pisan con firmeza y sin pedir permiso.
Si este es solo el inicio, habrá que estar atentos a lo que viene. Porque Carry no vienen a llenar huecos: vienen a romperlos.
Lèpoka desata una fiesta de folk, cerveza y resistencia en Can Zam
Con un sol abrasador cayendo a plomo sobre Can Zam, Lèpoka salió a escena dispuestos a convertir el césped del Rock Fest en una auténtica taberna festiva a cielo abierto. Y lo lograron. Desde el primer acorde, el público respondió con cánticos, saltos y litros de alegría coreada, al ritmo de su inconfundible mezcla de folk metal y desparpajo cervecero.
“Dios está borracho” marcó uno de los primeros picos de la actuación, con el respetable brindando al unísono, mientras el “Baile de los Caídos” fue un auténtico desmadre rítmico donde era imposible quedarse quieto. Uno de los detalles que me encantaría destacar es a un Dani Fuentes, como siempre, carismático y magnifico, que fue intercalando melodías clásicas, como “La Llorona” en los temas propios.
Dani Nogués nos sorprendió en “Yo controlo” lanzando un par de discos que incluían entradas para su visita a la ciudad condal en Noviembre, dejando claro las ganas que tienen de comerse el mundo con su música y su actitud festiva.
“Seguimos en pie»y «Contra viento y marea” retumbó como un mantra, dejando claro que Lèpoka no solo entretiene: une. El folk metal más fiestero volvió a demostrar que, en Barcelona, tiene casa, hinchada… y litros de razones para quedarse.
Ensiferum: Épica vikinga bajo el sol de Can Zam
A pesar del calor barcelonés, los finlandeses desplegaron su habitual combinación de agresividad melódica y espíritu vikingo. Temas como “Rum, Women, Victory” y “In My Sword I Trust” encendieron al público, que no dudó en formar pogos y alzar los cuernos al cielo. La banda, sólida y enérgica, no dio tregua en una actuación que equilibró fuerza y melodía con precisión nórdica.
Sin embargo, fueron «Victorious«, «Andromeda» y «Two of Spades» las reservadas para el final y las que nos dejaron con ganas de mucho más.
Sin necesidad de grandes artificios, Ensiferum volvió a demostrar que son uno de los pilares del folk metal moderno: entregados, certeros y con ese magnetismo que convierte cada show en una marcha triunfal.
Ciclonautas: Rock crudo y elegante en la penumbra de la Rock Tent
De manera simultanea pero en el ambiente más íntimo y cercano de la Rock Tent, Ciclonautas desplegó su artillería de riffs densos, lírica afilada y actitud de carretera. Con un sonido que bebe tanto del rock clásico como del stoner más actual, la banda liderada por Mai Medina ofreció un concierto sólido, directo y sin concesiones.
Canciones como “Bienvenidos los muertos” o “Dale al Play” sonaron potentes, con una banda engrasada que supo jugar con los cambios de ritmo y las atmósferas, dejando espacio para los solos sin perder pegada. El público, entre el humo y las luces tenues, respondió con devoción, dejándose llevar por una propuesta tan honesta como contundente.
Bonfire: Clásico alemán con llama eterna
El hard rock más melódico y ochentero tuvo su momento de gloria en Rock Fest Barcelona con la actuación de Bonfire, veteranos de la escena alemana que, pese al paso de los años, mantienen intacta la llama. Con su característico sonido de guitarras y estribillos coreables, ofrecieron un show directo y nostálgico que hizo vibrar a los fans del AOR y el heavy clásico.
Temas como “Ready 4 Reaction”, “Sweet Obsession” o “You Make Me Feel” fueron coreados por un público que, aunque en su mayoría buscaba sombra, no dejó de rendirse al encanto atemporal de la banda. El actual vocalista, Dyan Mair, brilló con solvencia, mientras las guitarras rugían como en los mejores días de la banda.
La Gripe y Tú: Rock callejero con alma de barrio
Con el sol ya cayendo y el ambiente caldeado por horas de música, La Gripe y Tú tomaron el escenario como si fuera su segunda casa. La banda, heredera del espíritu urbano y canalla de Platero y Tú, ofreció un concierto cargado de actitud, guitarras crudas y letras que huelen a calle, cerveza y amistad de la buena.
Canciones muy conocidas por cualquiera que se encontrara en Can Zam aquella tarde, que mezclan crítica social, humor y melancolía rockera conectaron rápido con el público que no perdió la oportunidad de acercarse a cantar «Juliete«, «Voy a acabar borracho» o «Hay poco Rock & Roll».
Deborah Bonham: Alma blues y voz con historia en la Rock Tent
En medio del vendaval de guitarras y rock crudo del Rock Fest, Deborah Bonham ofreció un oasis de elegancia y sentimiento en la Rock Tent, con un concierto que fue puro corazón y clase. Hermana del legendario John Bonham (Led Zeppelin), Deborah demostró que el legado no pesa cuando se tiene una voz capaz de acariciar el blues, atravesar el soul y rugir con la fuerza del rock clásico.
Acompañada por una banda sobria y efectiva, su repertorio navegó entre la emoción contenida y la potencia vocal desbordante, dejando momentos de piel de gallina. Las referencias zeppelianas estuvieron presentes, pero sin eclipsar su propio camino: el de una artista que ha sabido construir identidad y respeto a base de talento real.
The Hellacopters: Gasolina sueca para incendiar la tarde en Can Zam
Con precisión escandinava y alma garajera, The Hellacopters tomaron el escenario principal del Rock Fest Barcelona como un vendaval de riffs, actitud y rock and roll sin aditivos. La banda liderada por Nicke Andersson desató casi una hora de pura adrenalina, demostrando que siguen siendo una de las formaciones más solventes del high-energy rock europeo.
Temas como “Toys and Flavors”, “By the Grace of God” o “Carry Me Home” fueron recibidos como himnos por un público entregado al ritmo acelerado, el sudor y la distorsión. Sin necesidad de discursos largos ni artificios escénicos, la banda fue al grano: guitarra, velocidad, y pura electricidad.
Running Wild: Navegando el metal pirata
Como auténticos capitanes del metal pirata, Running Wild llegaban a Rock Fest Barcelona con un show épico, cargado de energía y clásicos que hicieron vibrar al público de principio a fin. La legendaria banda alemana desplegó su habitual combinación de riffs contundentes, letras cargadas de historias de mar y rebelión, y un carisma que solo los veteranos del heavy metal saben transmitir. Con una puesta en escena única en el día, ya que no solo el escenario estaba completamente decorado, si no que hicieron uso de fuego y pirotecnia durante todo el bolo, algo que no pasó con el resto de bandas.
Desde los primeros temas “Fistful of Dynamite”, «Paece of the Action«, y “Bad to de bone”, la multitud respondió con cánticos y puños en alto, dejando claro que era lo que llevaban esperando toda la tarde y creando una atmósfera de camaradería y aventura. La precisión y fuerza del grupo se mantuvieron intactas tras décadas de trayectoria, y la conexión con los fans fue absoluta.
Running Wild no solo ofrecieron un concierto, sino un viaje musical a bordo de su barco sonoro, dejando mas que claro por qué siguen siendo uno de los referentes indiscutibles del metal clásico europeo.
Pölvora explota con fuerza y energía en la Rock Tent de Rock Fest
Los valencianos Pölvora demostraron nos traían a Barcelona una las apuestas más enérgicas del rock estatal actual, aunque por desgracia no les benefició compartir horario con Running Wild, ya que la Rock Tent tuvo bastante poca afluencia.
Los que ya conocemos a Uzzhuaïa y Jolly Joker sabemos de lo que son capaces como músicos, así que la fusión de esta banda, capitaneada por Lazy Lane solo puede traernos una cosa: riffs contundentes y melodías pegadizas. Y por supuesto una energía contagiosa con la que la banda nos puso a bailar a pesar del cansancio acumulado durante el día.
Un concierto breve pero intenso que dejó buen sabor de boca y muchas ganas de verlos crecer en próximos escenarios.
Lynyrd Skynyrd: El alma del sur arde en el corazón de Barcelona
La legendaria banda de rock sureño Lynyrd Skynyrd cerró con broche de oro el segundo día del Rock Fest Barcelona, regalando un espectáculo cargado de nostalgia, poderío y esa esencia inconfundible que los ha convertido en íconos de varias generaciones. Con su característico sonido de guitarras gemelas, melodías memorables y una voz que rezuma alma y vida, los veteranos lideraron una noche mágica bajo el cielo barcelonés.
Clásicos como “Sweet Home Alabama”, “Free Bird” y “Simple Man” hicieron vibrar a un público entregado que cantó, bailó y se emocionó al unísono. La energía de la banda, pese a los años, se mantuvo intacta, ofreciendo una actuación cálida y potente que reforzó su legado en el rock mundial.
El momento emotivo llegó cuando Ronnie Van Zant Jr., vocalista actual, compartió unas palabras recordando a los miembros originales que ya no están, dedicando un sentido aplauso a su legado.
Lynyrd Skynyrd no solo tocaron; conectaron, demostrando que la música es un lenguaje universal capaz de unir y emocionar a través del tiempo y las fronteras y de las generaciones.
Por Irene Kilmister.