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Crónica: Falling In Reverse enciende el Resurrection Fest con su espectáculo total – Viernes – Junio 2025

RESURRECTION FEST

VIERNES – 27 JUNIO 2025

VIVEIRO

La tercera jornada del Resurrection Fest llegó con otro cartel marcado por el eclecticismo, con el plato fuerte de unos Falling In Reverse en constante ascenso y que están muy cerca de explotar definitivamente y convertirse en una banda super masiva, y eso, que al menos en apariencia, este tercer día se sintió como el de menor afluencia en lo que llevamos de festival.

MODERNISMO DE LA MANO DE DEVILOOF Y UNPROCESSED

Japón se ha convertido en una intersante cantera en los nuevos sonidos del metal, pero lo que antes resultaba innovador y hasta refrescante, ha acabado convirtiéndose, por saturación, en algo prescindible.

No es que Deviloof sea un mal grupo, pero uno tiene la sensación de haberlos visto ya mil veces. Maquillaje, excentricidad, y mucha velocidad en una especie de deathcore ultra rápido que ni sorprende ni resulta atractivo. Al menos, sirvió para sacar del letargo a una audiencia con evidentes síntomas de cansancio.

La de Unprocessed fue una actuación marcada una vez más por los problemas de sonido y tanta reincidencia no es habitual en el Resurrection Fest. Estos problemas incluso obligaron a parar el primer tema y volver a empezar, ya fuera por que la voz era inaudible, porque la banda no se escuchaba, o porque sentían algo extraño. El caso es que costó que el concierto echara a rodar, aunque eso sí, una vez solventadas estas deficiencias, ofrecieron un buen show marcado por ese metal moderno que funciona tan bien, metalcore con efectistas cambios de ritmo, melodía, y buenas composiciones.

Hubo un tiempo en que la banda tendió más al deathcore, ahora han afinado su estilo, son más accesibles y su directo tiene un gran potencial para seguir creciendo.

«Hell», «Lore», «Slowlover», «Sacrifice Me», «Haven» fueron alguno de los temas que sonaron.
Haven

PODER NACIONAL: APHONNIC Y SOUND OF SILENCE

Los de Vigo tocaban medio en casa, y quisieron dar un puñetazo en la mesa de la reivindicación con la bandera palestina que coronó una actuación cuyo beneficio íntegro sería donada a una ONG. A estas alturas, la polémica de hace meses respecto a los propietarios del festival ha pasado a un segundo plano, pero más allá de polémicas, es un bonito gesto ante el que solo hay que aplaudir.

Al mismo tiempo, Sound of Silence ofrecía una explosiva dosis de brutalidad en el Chaos Stage, con una banda entregada con su vocalista volando sobre el escenario, y con una sucesión de temas frenéticos y super cañeros que petaron un escenario siempre dispuesto ante las propuestas más enérgicas.

ELEGANCIA Y MAESTRÍA CON SOEN Y TESSERACT

Soen es una banda descomunal, puede que su estilo no sea el más apropiado para el disfrute en un festival, sus canciones están marcadas por el intimismo, la elegancia y la pulcritud musical, no son instrumentos para el habitual derroche físico, pero si lo que te interesa es puramente la música, son toda una delicia en directo.

Joel Ekelöf es un cantante sobresaliente, su voz transmite mucho sentimiento, y SIEMPRE clava los temas, y el resto de la banda también rozan la excelencia técnica, desde un Martin López cuya labor es bien conocida, al duo de guitarristas (Lars Enok Åhlund , Cody Lee Ford) que trasmiten mucho con sus seis cuerdas, o a la intensidad del bajo de Stefan Stenberg. Lo dicho, pura delicia.

«Martys», «Lascivious», «Unbreakable», «Monarch», «Modesty» sonaron perfectas, al igual que un «Lotus» cuyo intimismo es cautivador, o el «Violence» que cerró su show. Que pedazo de banda.

Y casi palabra por palabra podría decirse de los británicos Tesseract, con el añadido de que su música sí tiene un componente más efectista de cara al directo, con buenos cambios de ritmo y el apoyo visual de las proyecciones del escenario principal. Musicalmente fue el mejor concierto del día, con una banda en un gran estado de forma, un sonido perfecto, y una colección de temas irreprochables.

Daniel Tompkins sorprendió con media cara roja, lo que no resultó sorpresivo fue el perfecto desempeño de su voz, clavando los «Natural Disaster», «Tender», «Sacrifice», «Legion», «War y Beign» y demás cortes de un repertorio que inundó Viveiro de pulcritud y buen gusto.

EXPLOSIVIDAD TOTAL CON FALLING IN REVERSE

Y sí, la de Tesseract fue la mejor actuación -puramente musical del día-, pero un directo es mucho más, y ahí, el bombástico espectáculo de Falling In Reverse no tuvo rival, ofreció un apoteósico recital de fuego, cambios de ritmo, y temas orientados para botar y vibrar, logrando que decenas de miles de almas acabaran extasiados y con una sonrisa en el rostro.

La casi omnipresencia de fuego en todas las canciones, palió la ausencia de artificios en los días previos, aportando ese toque visual extra tan necesario hoy en día, y así, rodeado de una banda que le hizo una gran cobertura a los coros, Ronnie Radke brilló siendo objeto de todas las miradas, dando una lección de como rapear y de como guiar un show para el disfrute.

Con la intensidad al máximo durante todo el show, fueron encadenándose sin descanso ni palabrería «Prequel», «Zombified», «I’m not a vampire», «Fuck you an all your friends», «Bad Guy», «Losing My Mind», «The Drug in Me is You» -lástima que no optara por la versión más lenta-, «Just Like you», «no Fear» -ejecutada desde el backstage a través de las cámaras-, «God Is a Weapon» -con la parte que canta Marilyn Manson proyectada en las pantallas-, «All my Life», «Popular Monster», «Voices in my head», «Ronald» y un apoteósico y visceral «Watch the world burn» como perfecto epílogo y paradigma de las armas de la banda.

Sus haters tuvieron elementos a los que agarrarse -obviamente hay mucha base pregrabada y demás, y no es el tío más correcto del mundo-, pero objetivamente, ofreció un show de muchos quilates. Me atrevería a decir, que fue lo mejor del festival en los 3 primeros días.

HARAKIRI FOR THE SKY

Brutal cambio pasar del derroche festivo de Falling In Reverse, a la «música de la depresión» de Harakiri For The Sky. Lo de esta banda es café para los muy cafeteros, su post-black no es de escucha fácil, pero es una banda super interesante como demostró el llenazo -y la ya consabida incomodidad resultante- del Desert Stage.

Y ahí, con la multitud entregada, y entre las habituales sombras que acompañan los directos de la banda, estos austriacos ofrecieron una dosis a partes iguales de oscuridad, melancolía y agresividad, destacando temas como «Fire, Walk with Me», «Funeral Dreams», «Heal Me», «With Autum I’ll Surrender» o «Lungs Filled With Water».

La voz de JJ Kogler a veces resulta un poco excesiva y chirriante, pero pega a la perfección con un estilo muy para puristas, incómodo, pero adictivo, al igual que esos riffs llenos de tristeza y nostalgia de «MS» Sollak.

Buen contraste y una forma perfecta para terminar este segundo día, lamentando no tener fuerzas para ver a unos Angelus Apatrida que siempre cumplen. Menos mal que teníamos recientes su descarga del Z! Live.

Queda un día…

Juan José Díez y S.A. Sánchez

Fotos (excepto Aphonnic): Resurrection Fest