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CRÓNICA: Máscaras y Metal: Slipknot desata el caos en Barcelona Rock Fest (Jueves 26)- Junio 2025

Como cada año, Can Zam se engalana y se pone sus mejores outfits metaleros para el comienzo de Barcelona Rock Fest 2025 una edición que abría sus puertas con un césped renovado y esa energía única que irradia cada año en Santa Coloma de Gramanet.

Los dos platos fuertes de la jornada eran Savatage y Slipknot, dos bandas que sin tener nada que ver en cuanto a lo musical, compartieron Main Stage en las horas principales e hicieron vibrar a los asistentes de esta nueva edición.

Pero antes de que esto llegara pudimos disfrutar de muchas más bandas.

RISE OF THE NORTHSTAR

Los encargados de abrir fueron Rise of the Northstar la banda francesa de metalcore que se encargaron de darnos la bienvenida con una energía extrema, donde la gente se animaba ya desde la primera hora a meterse en pogos, crowd‑surfing y circle pits continuos. La sinergia entre la banda y el público fue una conexión a primer vista y es que, aunque las estructuras son similares en cada tema, la banda nos dejó con ganas de más despues de los 50 minutos que tocaron, en los que escuchamos, entre otros Nekketsu, Crank It Up, Here Comes the Boom, Showdown, Bosozoku, Rise o Again and Again.

INSOMNIUM

Acto seguido cambiamos completamente de estilo para disfrutar un rato de Insomnium, experiencia intensa, melancólica y profundamente envolvente durante la que la banda crea una atmósfera sombría, cargada de emociones, donde cada nota arrastra al público hacia un paisaje sonoro que mezcla la brutalidad del death metal con pasajes melódicos casi etéreos.

Niilo Sevänen, al frente con su inconfundible voz gutural y su bajo, impone con una mezcla de serenidad nórdica y fuerza contenida. A su lado, Ville Friman y Nick Cordle, que se incorporó a la gira recientemente tras la salida de Jani Liimatainen, se alternan en las guitarras melódicas y los solos desgarradores, que van hilando una narrativa emocional a través de canciones como While We Sleep, Heart Like a Grave o Lilian.

Insomnium no busca impresionar con velocidad ni técnica exagerada, sino que directo es más bien una clase magistral de cómo equilibrar agresividad y sensibilidad.

WIND ROSE

En la variedad está el gusto, o eso se dice ¿no?. Pues los siguientes en saltar a las tablas de Rock Fest Barcelona fueron Wind Rose, lo que de repente convirtió a Can Zam en una taberna enana en plena batalla. Con sus ropajes medievales, armaduras relucientes y una energía desbordante, los italianos ofrecieron un show que fue tanto concierto como celebración folclórica de poder y acero. Desde los primeros compases de Dance of the Axes, el público fue arrastrado a los túneles de Erebor, donde riffs pesados y coros coreables se mezclaban con saltos, puños en alto y cánticos dignos de una horda guerrera y muchas, muchas hachas.

Francesco Cavalieri, carismático al frente, hizo de maestro de ceremonias, arengando al público con gritos de guerra y humor enano, mientras la banda desplegaba su inconfundible mezcla de power metal sinfónico, folk y espíritu tolkiendili. Drunken Dwarves desató una auténtica fiesta en el foso, con pogos amistosos, banderas ondeando y más de uno brindando con cerveza al cielo.

Pero fue con Diggy Diggy Hole donde la locura se desató. Los coros épicos, las melodías grandilocuentes y la actitud jovial de la banda crearon una experiencia única. Wind Rose no ofreció solo música; ofreció un viaje a un mundo fantástico donde el metal y el frikismo se abrazan, y donde cada espectador, aunque sea por una noche, se convierte en un enano de guerra.

FROM FALL TO SPRING

Mientras tanto se abría un nuevo escenario, y es que la Rock Tent acogía a From Fall to Spring, capitaneados por los gemelos Wilhelm. La banda venían cargados de ilusión y así nos lo transmitieron desde el primer tema, y es que llevan intención de presentarse de nuevo para representar a alemania en la próxima edición de Eurovisión. Así que, desde aquí les deseamos mucha suerte, porque todo lo que aproxime el metal a las masas siempre es buena idea.

Nunca me había topado con la característica de poder ver a dos gemelos cantando en una misma banda, lo que es algo sorprendente y como lleves alguna cerveza de más (debido al calor, claro), pues igual no te centras así de primeras. 

Tracks como Rise, Supernova y Barriers nos acercaban al proyecto de la banda, para quienes, como yo, aún no los conocíamos. Destiny y Draw the Line elevaron aún más la temperatura que ya rozaba los 40 en Can Zam, convirtiendo la carpa en un espacio de catarsis colectiva. 

Lo cierto es que me los apunto para tenerlos en el punto de mira.

ANGELUS APATRIDA

Se notaba en el ambiente, como siempre que el arrollador thrash metal de Angelus Apatrida está cerca, y es que las primeras filas empezaban a llenarse de gente con ganas de walls of death y circle pits infinitos en cada uno de los temas de los manchegos.

Igual que para muchos, para AA la cita con Barcelona Rock Fest es ineludible, así que un año más pudimos disfrutarlos y headdbangear hasta partirnos el cuello con ellos.

Con nuevo disco bajo el brazo, ya nos avisaban que volverían a la ciudad condal este año, pero por el momento nos dejaban una buena muestra de lo que se traen entre manos. Fueron Indoctrinate, Give ‘Em War o Serpents on Parade las que enloquecieron a las masas. Pero es que amigo, si estas cerca del pogo en un concierto de Angelus Apatrida, prepárate, porque vienen con las pilas cargadas y una energía demoledora, así que no te queda otra que unirte. Riffs punzantes, armonías compactas y un sonido nítido que dejó claro que este álbum ya ha calado en la afición.

SAVATAGE

Turno para Savatage, la banda más veterana de la jornada, que demostró que su regreso, tras diez años fuera de los escenarios, no es una vuelta nostálgica: fue una verdadera celebración de su legado. Con un setlist rescatado y revitalizado, una puesta en escena elegante y emotiva.

Como no podía ser de otra manera, Welcome to the Show nos daba a todos la bienvenida a un concierto que prometía ser épico, y así lo fue. Con un sonido impecable y envolvente consiguieron aunar a Can Zam en una sola voz para cantar sus temas más míticos The Ocean, Strange wings, Power of the Night o Sirens, pero sin embargo la parte emotiva del día fue con Believe cuando Jon Oliva, ausente físicamente por razones de salud —fractura de vértebra, esclerosis múltiple y enfermedad de Ménière—, apareció en vídeo tocando el piano y cantando, antes de que la banda retomara el directo.

Lo cierto es que la vuelta de Savatage provocó pequeñas dudas al principio, pero estos 10 años no les han servido más que para respirar, coger fuerza y volver a las tablas como solo ellos saben, de manera brillante y luciendo cada tema de una manera tan especial que es imposible despegar los ojos, y lo oídos, del escenario. 

Pero si hubo un claro vencedor esta primera noche en Barcelona Rock Fest esos fueron los inimitables Slipknot, que ya desde las primera horas, acumulaban adeptos en las primeras filas y el recinto en general. Máscaras, camisetas, maquillajes inconfundibles para recibir, por fin, en Barcelona, a una de las bandas más influyentes del Metal industrial.

MEGARA

De manera simultánea nos encontrábamos con el fucksia rock de Megara en la Tent, con esa mezcla tan particular de metal alternativo y electrónica, que atrajeron a un buen numero de personas.

Si bien en cierto que notamos a Kenzy un poco exhausta al principio del concierto, rápidamente nos contagió energía y actitud. Y es que la puesta en escena de los madrileños, cargada de luces, humo y teatralidad, siempre consigue buenos resustados, y más en un festival como el Rock Fest.

Megara reafirmó su lugar en el panorama nacional, aunque bien es cierto que tras su paso por Eurovisión me da la sensación que tienen que reconquistar de nuevo esa parte de los seguidores más metaleros que igual se han quedado un poco fuera en esta última etapa de su carrera.

SLIPKNOT

Tras 6 minutos de intro la banda saltaba a las tablas y, os juro, que noté el suelo vibrar cuando la masa enloqueció a verlos ahí arriba People = Shit, Gematria (The Killing Name) o Wait and Bleed fueron de las primeras en sonar esa noche.

Entre fogonazos de pura violencia sonora se colaron cortes más recientes —como Nero Forte o Yen— que sirvieron de respiro antes de retomar la ola con himnos como Psychosocial, The Heretic Anthem, Duality, Spit It Out y Surfacing.

El resultado fue una experiencia hipnótica y brutal que reafirmó a Slipknot como cabeza de cartel indiscutible: puro metal en estado salvaje que dejó al público sudoroso, exhausto… y con ganas de más.

Para los más valientes Masters From Hell cerraban la fiesta en la carpa, pero desgraciadamente las hay que ya tenemos una edad… (jajajaja).

Por Irene Kilmister.

Fotos de Slipknot y Masters From Hell cedidas por la organización.