El Resurrection Fest, al igual que otros festivales integrados dentro de la estructura de Superstruct (Viña Rock, Sonar, Sharemusic) ha emitido un comunicado desmarcándose de uno de los inversores propietarios, el fondo KKR, al que un artículo de El Salto acusa de apoyar negocios inmobiliarios en la franja de Gaza.
Este es el comunicado:
En primer lugar, condenamos la masacre que está sufriendo el pueblo palestino y mostramos nuestra solidaridad con ellos en esta grave crisis humanitaria, donde sufren las consecuencias de la guerra y de la vulneración de los derechos humanos.
Nos sumamos a las voces que piden el final de esta situación.
En segundo lugar, queremos dejar claro que el festival no financia ninguna guerra.
Como muchos de los grandes festivales o eventos culturales por todo el mundo, además de las empresas locales que lo organizan, el festival tiene socios externos para poder asegurar su futuro en una industria cada vez más difícil y global.
En 2022, después de una pandemia, Resurrection Fest se asocia con la plataforma de festivales independientes Superstruct.
Esta empresa cuenta con diversidad de socios internacionales, entre los cuales y desde hace tan sólo unos meses, se encuentra la empresa americana KKR, presente en cientos de empresas dentro y fuera de nuestro país.
Resurrection Fest quiere dejar claro que no está vinculado a ninguna acción de los posibles inversores de sus socios distanciándonos de ellos y sus acciones.
El festival se mantiene independiente a ellos y estos no tienen ningún tipo de control sobre la gestión del mismo.
La independencia del equipo de Resurrection Fest en la gestión del festival se ha mantenido intacta durante 20 años, al igual que nuestros valores éticos, y creemos que prueba de ello es la programación multicultural del festival durante todos estos años.
Recordamos que Resurrection Fest es un festival organizado por empresas gallegas que mantienen total autonomía en su gestión y toma de decisiones desde su fundación hasta el día de hoy, integrado por un equipo de más de 1000 trabajadores directos, proveedores locales, artistas, y público originario de más de 40 países, cuyo impacto cultural y social en la región y en todo el país es innegable.
Como todos los años y desde su inicio, Resurrection Fest ha sido un punto de encuentro para miles de personas de diversas nacionalidades, un espacio colectivo de libertad cultural y tolerancia, y así seguirá siéndolo.
Os esperamos una vez más en los escenarios y en Viveiro».