Max Metal

Crónica: Zeal & Ardor derrocha personalidad – Madrid – Marzo 2025

ZEAL & ARDOR + DOM ZLY

MADRID – 27 MARZO 2025

SALA MON

ORGANIZA: PRIMAVERA SOUND

Si la originalidad cotizara al alza, la valoración de Zeal & Ardor sería estratosférica. Su estilo es absolutamente único e indescriptible, con influencias que llegan desde mundos tan antagónicos como el Black Metal o el Gospel, pasando por el metal industrial o el blackgaze, una amalgama musical tan heterogénea y llena de personalidad que convierte sus directos en toda su experiencia.

Así lo entendió Madrid, que respondió con un llenazo y logró crear ese ambiente propicio donde público y banda se retroalimentan y donde la energía fluyó de principio a fin del show. Las tres voces de Zeal & Ardor es uno de sus elementos más característicos, ese coro múltiple tan gospel convierte el directo en una especie de misa oscura y donde la dinámica de la liturgia va adquiriendo distintos niveles de intensidad guiadas por unos guitarrazos y cambios de ritmo llenos de contundencia y efectividad.

La banda, quizá sorprendida por una acogida tan cálida, se mostró agradecida, respondiendo a la entrega con un plus de intensidad, y donde sus temas, enlazados sin apenas descanso, sonaron a las mil maravillas, con un sonido pulcro que permitió disfrutar de la intrincada complejidad y originalidad de la música de Zeal & Ardor.

Manuel Gagneux es el verdadero alma máter de la banda, y aunque acapara casi todo el protagonismo, su música no brillaría sin la excelente cobertura de los coros de Denis Wagner y Marc Obrist; los tres cantaron muy bien, logrando que los «The Bird, The Lion Ad The Wildkin», «Wake of a Nation», «Götterdämmerung»-superpotente y espectacular-, «Ship on Fire», «Earase», «Gravedigger’s Chant» o «Fend You Off» del comienzo del show sonaran maravillosamente bien.

Los temas de Zeal & Ardor son como chupitos, cortos pero intensos, de hecho, en la hora y media de concierto sonaron 21 temas, enlazados sin descanso, con poca palabrería más allá de agradecer al público su entrega -sorprendidos se mostraron con el masivo acompañamiento del «Kilonova»- y donde el buen rollo se notó durante toda la descarga.

Y en este ambiente propicio, tanto banda como público disfrutaron de lo lindo, y los «Blood in the River», «Run», «Tuskegee», «Row Row2, «To my ilk», «Sugarcoat» y «Death to the Holy» volvieron a sonar explosivos, aunque no tanto como uno de los momentazos de la noche y ese «Devil Is Fine» de comunión masiva con el que emprendieron la primera retirada.

Para los bises, «une ville vide», «Trust No One», «Built on Ashes», «Don’t You Dare» , «I Caught You» y el agresivo «Clawing out» como guinda. Teníamos claro de la unicidad de su música, ahora también lo tenemos de su directo. Conciertazo.

Abrieron la noche los polacos Dom Zly, una banda de post black más canónica y menos sorpresiva, que con una actuación corta cumplieron con su labor de calentar al público, y aunque el sonido fue mejorable -sobre todo en el volumen de la voz-, la banda convenció.

Ese contraste entre la guturalidad de la voz y la atmósfera más melódica de la música siempre resulta atractiva, y aunque a estas horas buena parte del público aún no hubiera llegado, los asistentes se mostraron satisfechos ante el desempeño de este cuarteto donde destacó una enérgica Ania Tru.

Gran noche alejada de convencionalismos.

S.A. Sánchez

Fotos: Juan José Díez