Max Metal

Crónica: Pain desata el tarro de las esencias en Madrid – Febrero 2025

PAIN + OCEANS + KILLUS

MADRID – 21 FEBRERO 2025

SALA MON

ORGANIZA: MADNESS LIVE

Puede que la música de Pain haya sido catalogada mayoritariamente como metal industrial, pero cualquiera que le haya dedicado un poco de tiempo habrá notado que la heterogeneidad es la verdadera marca de la casa, y es que su música es descaradamente abierta, llena de matices y nada constreñida a un estilo concreto.

Quizá sea esa indefinición la que ha impedido que la banda haya tenido una explosión y repercusión mayor -la sala no se llenó, y eso últimamente ya es de por sí noticia- pero sin duda, Pain es toda una apisonadora en directo y sus conciertos no dejan indiferente a nadie.

KILLUS

Siguiendo con esa connotación industrial, los teloneros encargados de abrir la noche fueron uno de los referentes nacionales del estilo, Killus, cuya actuación, que llegó tras un pequeño retraso, fue del todo irreprochable.

No sólo ofrecieron su habitual dosis de contundencia, si no que con el histrionismo de sus integrantes aportaron un toque escénico adicional a sus temas llenos de fuerza.

Les penalizó lo tempranero de su actuación, ya que contaron con una audiencia bastante reducida, pero mostraron su carácter logrando un show caliente y con energía. Sonaron temas como «Hypocrisy», «Feel the Monster» o «Paralyzed», siendo el verdadero punto culminante el final y festivo «Gimme! Gimme! Gimme!! de ABBA.

OCEANS

La música de Oceans es un metal moderno a medio camino entre varios estilos, hay algo de industrial, metalcore, nu, death…. todo tamizado por la omnipresente contundencia, y es que su concierto es una constante de potencia y energía, aunque a veces sí, un poco fuera de control.

Están bien, logran transmitir mucha fuerza, pero su música adolece de un verdadero rasgo diferenciador que les otorgue una marcada identidad. El verdadero motor de la banda es su vocalista Timo Rotten, que es el que pone la intensidad sobre el escenario, contrastando con la excesiva sobriedad de su guitarrista y bajista.

Contaron con mejor sonido que Killus, y su setlist compuesto por «Parasite», «Spit», «We Are Not Okay», «Icarus», «Shark Tooth», «Take The Crown», «I Sign Alone», «Home», «The Awakening» y «Sulfur» fue completo y representativo de lo que tiene que ofrecer la banda.

PAIN

Obviamente el elemento principal de un concierto es el grupo, pero en noches como esta se demuestra que el público también juega un papel muy importante a la hora de lograr que una actuación en directo alcance su verdadera magnitud. Y es que si la comedida frialdad que acompañó la actuaciones de Killus y Oceans se borró de un plumazo en cuanto Peter Tägtgren y los suyos pisaron el escenario de la sala Mon.

Peter es uno de esos tipos que exuda carisma, es puro magnetismo, y con su innata simpatía se mete al público en el bolsillo desde el comienzo. Comenzaron cañeros, con «I Just Dropped By (to say goodbye)», y «End of the Line», para con «Call Me» mostrar ya algo que se repetiría durante todo el concierto, guiños simpáticos para aportar un dinamismo absoluto a su concierto, y es que ahí se retiraba Peter diciendo «buena suerte, no canto más», para ceder el poder a su guitarrista..

Y a partir de ahí, todo un compendio de como hacer un buen concierto, no sólo gracias al completo, variado y estimulante setlist elegido, si no a los aportes extra para lograr que el público no caiga en la monotonía. Pain han entendido a la perfección que el mundo actual se mueve por la microestimulación constante, y eso es lo que ofrecen en sus directos, pequeñas píldoras escénicas que mantienen la atención de un público entusiasmado.

Ya sea un cambio de vestuario, unas luces diferentes, unos globos para que el público se entretenga o un discurso interesante, Pain ofrecen un producto completo y muy divertido. Por no hablar que tienen temazos, «Zombie Slam» fue un bombazo pero no todo como un «Suicide Machine» que fue uno de los primeros picos de intensidad de la noche, y es que esos aportes electrónicos del tema funcionan a las mil maravillas, logrando que el público bote y se implique con ganas. «Push the pusher», «It’s Only Them» fueron las siguientes, «Go with the flow» fue muy movidita, y con «Same Old Song» se llegó al segundo cúlmen de la noche, otro temazo brutal marca de la casa.

Peter es una bestia escénica, apoyado magistralmente por una banda que funciona como un engranaje perfecto, tocan bien, el sonido acompaña y así Peter puede derrochar y cautivar con su fuerte personalidad. Tras dar las gracias a la audiencia -y constatar que en el sur también hay público para sus directos pese a todos los que le dicen lo contrario-, siguió desatando el tarro de las esencias de su completa discografía, con «Don’t Wake The Dead», «Revolution» y de «The Great Pretender».

Aunque el verdero momentazo de la noche llegó con el festivo, explosivo y super divertido, «Party in my head», un hitazo que hizo explotar a una sala totalmente entregada. Tras semejante derroche, bajar un poco de intensidad con la blusera «Have a drink on me», para de ahí emprender un ascenso vertiginoso hacía el final con «Let me out», «I’m going in» y el éxtasis final con «Shut Your Mouth», con aparición de Alien incluido.

No llenaron, pero los que estuvimos allí disfrutamos de lo lindo.

Juan José Díez