Max Metal

Crónica: Eclipse, el calor de lo habitual en Madrid – Diciembre 2024

ECLIPSE + REMEDY

MADRID – 15 DICIEMBRE 2024

SALA BUT

ORGANIZA: MADNESS LIVE

Son incontables las veces que los suecos Eclipse han venido a Madrid -la última en el pasado Granito Rock- y la sensación que deja su concierto siempre es la misma, es todo un placer equiparable a reencontrarse con un viejo amigo que siempre está ahí para ti independientemente del tiempo que lleves sin verlo.

Y es que hoy por hoy, Eclipse es una de las bandas más representativas del hardrock melódico, sus melodías y composiciones recogen todo el clasicismo de los 80 y 90s, tamizándolo con un aire de actualidad para que siga sonando super interesante en pleno siglo XXI.

REMEDY

Otros que recogen ese aura ochento-noventera son los también suecos Remedy, otra banda de factura técnica irreprochable con un escrupuloso cuidado por los adornos melódicos y las composiciones accesibles. Su concierto fue todo lo que se pued esperar de una banda que abra para Eclipse, actitud, calidad y sonido reconocible. Se esforzaron por dar a conocer sus dos discos de estudio «Something that your eyes won’t see» (2022) y «Pleasure Beats The Pain» (2024) mostrándose simpáticos y cercanos e invitando a todo el público a conocerles después del show.

Robert Van der Zwan es un buen vocalista, que también aportó su granito de arena a las guitarra, cuyo peso principal recayó en un genial Roland Forsman, mostrando su pericia y saber hacer. También contundentes Fredrik Karlberg y Jonas Dicklo a batería y bajo. Rezumaron clasicismo, su música podría haber sonado perfectamente en los 90 y hoy en día no desentona, y esa es precisamente una de sus mayores virtudes, sonar clásicos sin desentonar.

Gracioso el momento que aparecieron en escena los integrantes de Eclipse, aspiradora en mano, para gastar una simpática broma, lo que demostró el buen rollo entre ambas bandas.

Sonaron cortes como «Livein on the Edge», «Marilyn», «Angelina», 2Thunder in the dark», «Crying Heart» o «Moon has the night»

ECLIPSE

Podríamos simplificar diciendo eso de «Eclipse firma otro conciertazo en Madrid -da igual cuando leas esto-«, pero es que es una realidad tangible. Vienen bastante pero nunca decepcionan, da igual que lo hagan en formato acústico o en eléctrico, las sonrisas siempre inundan la sala; la excusa en esta ocasión era su último disco «Megalomanium II«, y obviamente hubo protagonismo de los temas nuevos, pero cuando tienes una trayectoria tan extensa y hits tan llamativos, siempre hay que ceder espacio para clásicos y para hacer un recorrido histórico por el sonido de la banda, así sonaron temas puramente hadrock, otros powerpop y otros, como ellos mismo dijeron, puro heavy metal.

Buen juego de luces, buen sonido, todo limpio y cristalino, y público suficiente -sin llenar- para aportar el calor necesario que todo buen espectáculo de esta índole precisa. Erik Martensson es un gran frontman, sabe como manejar al público pero es que como vocalista es sobresaliente, no se ahorra ni una nota y su garganta roza la perfección de principio a fin del show. También toca la guitarra, aunque el protagonismo a las seis cuerdas recaiga en su «hermano en armas» Magnus Henriksson, otro que lo borda.

Seguro que cada uno de los asistentes puede elegir un momento destacable diferente, sin duda ligado a su preferencia personal en cuanto a su extenso repertorio, personalmente «The Storm» me pareció sobresaliente, sobre todo porque logra que todo el público cante al unísono el estribillo, aunque otros podrían elegir -y con razón- el emotivo homenaje a su padre fallecido en el acústico «Still My Hero», o bien se podría optar por momentos más festivos como «Saturday Night (Hallelujah)», «Runnaways» o «Viva la victoria», el caso es que hubo múltiples momentos para el disfrute y eso es precisamente lo que buscabmos cuando asistimos a conciertos, vivir la música con un poquito más de intensidad.

La banda estuvo muy comunicativa, dando las gracias por acudir en un domingo a este concierto, que era su último concierto del año y con el que cerraban la gira, elogiando el espíritu madrileño que tanto le ha acompañado en su carrera, y también hubo algún momento improvisado ese trocito del «Wild Child» de W.A.S.P. Mucha naturalidad y espontaneidad en una banda que siempre muestra mucha cercanía.

Más de hora y media de actuación caracterizada por la elegancia, el saber hacer, las buenas composiciones y el magnetismo sobre el escenario. Como decíamos antes, otro conciertazo más.

Juan José Díez