Max Metal

CRÓNICA: 30 Años tras el Apocalipsis – LEO JIMÉNEZ – Septiembre 2024

Leo Jiménez

Sala La Riviera – Madrid
Sábado – 14 Septiembre 2024
Z! Live On Tour

El 2024 es un año de celebración para el rock y el metal en español, y es que Leo Jiménez, cumple 30 años encima de los escenarios. Si hablamos de «La Bestia” nos tenemos que santiguar primero. Si bien los años pasan para todos, hay que recordar de dónde uno viene y a dónde va. Pero sobre todo, qué ha sido capaz de hacer. Y Leo ha sido un cantante pionero, ha creado escuela de tantos otros que han venido por detrás y ha “creado” un estilo, una manera de cantar que ya se quedará por siempre en la escena nacional.

Para esta gran fiesta de cumpleaños, «Los Leo” tenían varios invitados, tales como Zeta y Patri, quienes van acompañándolos en toda la gira; Ruben Kelsen, José Andrëa, José Pardial, Korpa, Toni Mero, Pablo García y Adri Aguilera.

Así pues, la fiesta iniciaba con una intro musical al estilo Metallica mientras el escenario se iba copando con la banda, Antonio Pino, Rufo Cantero, Patricio al bajo,  Manuel Escudero y Zeta y Patri a los coros. Aunque acabarían por ser igual de protagonistas que el propio Leo, último en salir.

Como no podía ser de otro modo, Desde Niño arrancaba las primeras emociones del público, quienes estuvieron dándolo todo durante las casi tres horas de música que nos ofrecieron. Seguida de Con Razón o Sin Razón ya íbamos viendo que todas las canciones experimentaron un lavado de cara. Siendo estas cantadas a varias voces, haciendo refuerzo a un Leo que no estuvo al 100% a nivel vocal, pero sí en actitud, fuerza y carácter.

La primera colaboración de la velada llegaba de la mano de un viejo amigo de la banda, Korpa, quien iba a poner su furia gutural en Soy Libertad. Y para la cuarta de la noche, Condenado era José Pardial quien iba a contribuir en furia y actitud y doblando las voces de Leo por arriba. Vaya par teníamos en escena.

El subidón era constante, con temas como Volar donde Patricia Tapia se empoderó y se hizo valer, por si alguno todavía no se había enterado de lo que es esta mujer.

El repaso a la carrera de Leo seguía viento en popa, con sus temas más icónicos de 037 y de Leo Jiménez como Del amor al odio, Cielo e Infierno, Mesías, Vuela Alto o Tú destino

La banda que lleva Leo a sus espaldas es verdaderamente buena. No sólo por lo bien que tocan sino también por la sincronización, la amistad, y el empuje que otorgan en cada tema y en cada concierto.

Además, le sumas que esta noche contaban con invitados de lujo como Pablo García, que nos dejó su sello de calidad como músico y como persona en El Fin del Camino.

El repertorio seguía, la banda cada vez más a tono y el público igual de entregado que en los primeros temas, aunque sí que es cierto que donde más vítores hubieron fue en los temas de Saratoga y Stravaganzza. Y aquí comparto mi opinión con lo visto por el público, Leo es mejor cantante que compositor. Sus temas propios carecen de esa epicidad o ese legado que han logrado firmar en la historia Vientos de Guerra o Perro Traidor. En ambas Zeta sorprendió con un carácter y una garra que quizá no vimos en su época con Mägo de Oz.


También hubo tiempo para recordar algunos temas de Stravaganzza, que fueron recibidos de manera impecable por el público como Grande o Impotencia en la que, en lo personal, me enamoré de los guturales de Mero. Qué barbaridad. Y por supuesto no faltó Hijo de la Luna, donde el protagonismo volvió a ceder Leo a la maravillosa Patricia.

Ya pasadas las dos horas, todavía quedaban varias sorpresas. No sólo en invitados, pues Ruben Kelsen defendió con todos los honores una balada muy íntima como es Parte de Mi y La Leyenda del Hada y El Mago, un tema power metalero de los argentinos Rata Blanca, sino también en repertorio.

José Andrea entraba en escena, aclamado como la leyenda que es, para cantar El Lago, tema mítico de la banda de la Bruja y que muchos fans echábamos en falta escuchar en directo. Fue un momento precioso ver a José, Leo y Patricia con las riendas de la sala en sus voces.

La recta final del concierto fue más una fiesta que un concierto como tal. Con versiones de Que te quería, un mashup de The trooper y Beat It, S&M de Rihanna, Freed from Desire y Neon Knights.

Con sus más y sus menos podemos decir que fue una noche para el recuerdo, aunque la sensación fue más de fiesta que de concierto, pues la actitud era mas festiva y desenfadada que seria y profesional, pero al público le valió.

Vale la pena mencionar la labor que ha hecho Leo durante tantos años. Ojalá poder oírle rugir como antaño y hacer esos agudos imposibles, pero por suerte sigue siendo él. Ha buscado soluciones, compañeros, voces y variaciones y lo veo bien. Al final la música va de disfrutar.

Leo, que sean otros 30 más.

Crónica por Andrés Aranguren.
Fotografías por Javier Paredes.