Ya desde primera hora de la tarde se notaba, no solo que era sábado, si no que la gente estaba deseosa de lo que Barcelona Rock Fest tenía preparado para la tarde-noche del sábado. Y es que la mezcla de estilos, con Pantera como mayor reclamo, y los clásicos de Europe y Deep Purple hacían de esta segunda, la jornada con mayor afluencia.

TERMINAL VIOLENCE

La primera hora iba a estar marcada por las bandas locales. Así que, para abrir boca Terminal Violence saltaban al escenario principal para impregnarnos con su thrash metal clásico y puro. Entre pogos, sudor y saltos la banda nos presentaba su trabajo sin perder ni un minuto, con temas rápidos y riffs violentos.

Se nota que la banda esta formada por músicos con experiencia, y es que cuenta en sus filas con Ricard (Bellako) y Edgar Beltri (The Lizards, The Eyes) a las guitarra, Miquel (Seek’em all) al bajo, Héctor (Nuckin’ Futs) a la batería y Tolo (Nuckin’ Futs) a la voz. Por tanto el aplomo y soltura con el que pisan las tablas ya dice mucho del futuro que les espera.

Siempre es un gusto ver (y oír) a Tolo, que se pasa el show de aquí para allá e interactuando con las primeras filas, haciéndolas partícipes de cada uno de los temas.

‘Soldier’s, ‘Zombie Mosher’ o ‘Fuck de system‘ fueron algunas de las que sonaron, y además nos regalaron ‘Into de Pit’, cover de los maestros Testament.

KTULU

Seguíamos con otros de la casa. En este caso eran los veteranos Ktulu, que contaron con un muy buen aforo, los siguientes en amenizarnos la tarde.

La banda, referentes del metal en este país con casi 40 años sobre los escenarios llegaba a Can Zam con un metal más pesado y unas voces de ultratumba completamente ininteligibles.

Una banda purista, con un estilo muy marcado aunque con claras influencias del groove, el thrash o el metal industrial no está hecha para los oídos de todos.

ECLIPSE

Cambiando completamente de tercio llegaban Eclipse y su descarga de hard rock melódico, algo más tranquilos y sin sobresaltos, lo que ya es su estilo habitual, y que sin lugar a dudas tiene un muy buen resultado.

A la cabeza Erik Martensson, que se han ganado un puesto más que merecido en la escena del AOR. Y es que no solo como cantante, si no que durante el show demuestra su clara maestría en la guitarra, tanto eléctrica como acústica.

Tanto con guitarra como sin ella Erik se posiciona como un gran frontman, logrando una conexión admirable con el público, gracias a su carisma. Y no solo él, su compañero Victor Crusner, al bajo, es capaz de atraer las miradas de todos sin mucho esfuerzo.

Pudimos escuchar «Anthem», «Got It!» y «The Hardest Part is Losing You», de su último álbum «Megalomanium» (2023) y no faltaron sus clásicos «The Downfall of Eden» o la especial cantada en español «Viva La Victoria». Mención especial para «Runaways» que a diferencia de en Rock Imperium sí la tocaron, y lo cierto es que causo bastante furor.

ROSS THE BOSS

Era turno de convocar a todos los amantes de Manowar a las primeras filas. Y es que, aunque el tiempo nos estaba dando un poco de tregua ese día, el calor asfixiante hacía que nos fuéramos escondiendo entre las sombras. Sin embargo era momento de salir a la arena porque llegaba el señor Friedman a darnos una lección de lo que es el metal clásico. Y es que con lo difícil que es ver a los actuales Manowar en directo, la opción de Ross the Boss es mucho más que suculenta.

Acompañado de increíbles músicos como son Dirk Schlächter (Gamma Ray) al bajo y el incombustible Marc Lopes a la voz, la banda nos puso las pilas con grandes hits de Manowar como «Blood of the kings», «Sing of the hammer», «Black Wind, Fire and Steel», «Kings of Metal» o «Hail And Kill».

WOLFMOTHER

Si conoces a esta banda sabes que el espectáculo está más que servido. Y es que poco más hace falta una vez que Andrew y compañía saltan al escenario y empiezan a hacer sonar temas como «Rock out», «Woman» o la genial «Vagabond» con esos toques countries.

Excelencia en estado puro. Y es que siendo tan solo tres miembros, sin mucha cosa en el escenario y poco movimiento, Wolfmother llevan el stone a otro nivel y nos hace entrar en un estado de éxtasis y sumisión que son nos permite movernos al ritmo de sus canciones.

Una voz particular, melodías adictivas, sonido excelente… Así que el resultado de esta mezcla no podía ser otro sino el de un concierto insuperable.

MICHAEL SCHENKER

El icono de las seis cuerdas Michael Schenker llegaba a Barcelona preparado para darnos una lección de maestría y virtuosismo que ya les gustaría a alguno de esos que se hacen llamar «mejores guitarristas». Y es que aparte de todo eso, Michael tiene la suficiente elegancia de aprovechar al máximo a todos sus miembros de la banda, dándoles el protagonismo que se merecen.

Sorprendentemente la banda se decantó por los temas de los primeros discos, centrándose en las épocas de Gary Barden y Grahan Bonnet, cosa que teniendo a Robin McAuley en el micro fue bastante llamativo. Tampoco tocaron nada de UFO, aunque a los verdaderos fans no les importó en absoluto.

Michael con sus poses abría con «Into de Arena» un concierto épico en el que se luciría con descaro junto Steve Mann, que alternaba la guitarra con el teclado y Barend Courbois al bajo.

ANGELUS APATRIDA

Lo cierto es que lo de los manchegos es para echarle de comer a parte. Año tras año forman parte del cartel y año tras años congregan miles de personas que no dudan ni un instante que van a dar cera de la buena.

La banda está escalando, y cuando pensábamos que habían publicado su mejor trabajo, van y lanzan otro más bestia, más crudo, más Angelus. Y en directo algo similar. Cuando llevas más de una docena de conciertos de Angelus piensas, bueno, será lo mismo. Pues sí y no, siempre me voy con esa sensación pletórica de haber disfrutado de un concierto único.

Tienen una larga lista de temas para escoger de su extensa discografía, pero hay algunas que son claves como «Give ‘em War», «You are next» o la «Sharpen de Guillotine», que ya forma parte de los momentos donde los pogos se multiplican entre el público, creando dos e incluso tres zonas conflictivas. Aunque las primeras en sonar fueron «Scavenger» y «Cold» de su nuevo disco.

Algo que me encanta es la entrega y el carismas de Guille, que no solo saca garra, si no que durante sus interacciones con el público te hace sentir su cercanía.

Tuvimos el honor de poder escuchar «Rats», que era la segunda vez que la tocaban en directo. Al acabar Guille nos anunciaba que al día siguiente volvería a tocar Ratas en ese escenario, y ya veremos por qué.

EUROPE

Uno de los platos fuertes de la noche eran sin duda Europe, que para quien no lo sepa siempre que vienen a Can Zam traen con ellos la lluvia, posiblemente para hacer el concierto aún más épico.

Era el momento de los hits, y es que la banda tiene para dar y regalar y además no tardaron en llegar ya que una vez en el escenario Joey Tempest y compañía se lanzaban con «On Broken Wings» y tras esta «Rock the Night» que puso a bailar al recinto entero.

Con su carisma, sus poses y su juego con el palo de micro Joey se metió a todos en el bolsillo y con la emoción a flor de piel y Carrie de fondo, Can Zam se unió para cantar con él.

Triunfaron los clásicos, sin desmerecer los temas más recientes, y es que hay himnos como «The final countdown» que han marcado generaciones enteras dentro del metal y rock mundial.

Una puesta en escena impecable, un set list inmejorable y un concierto que, sin duda, marcaría la jornada del sábado.

DEEP PURPLE

Después de la caña de la tarde estas dos horas eran de clásicos, de esa calma que precede a la tormenta. Así que era el turno de los legendarios Deep Purple, que aunque bien es cierto que su maestría musical ha sido y será referente para generaciones venideras, en directo hay partes que se hacen un poco pesadas.

Y es que como los años pasan para todos y a pesar de mantener bastante buena forma a sus casi 80 años, Ian Gillan ya no es lo que era, así que gran parte del concierto fue instrumental, tirando de solos, sobre todo de órgano, durante los cuales Don Airey incluso aprovechaba para servirse una copa de vino a nuestra salud mientras mantenía una nota.

Aunque abrieron con «Highway Star» aprovecharon para presentar su nuevo trabajo, el cual se publica el próximo 19 de Julio, algo que nos pilló a todos un poco por sorpresa. Aunque claro está, hay temas que indiscutiblemente tienen que estar, como «Space Truckin», «Smoke on the Water» o «Black Magic»

PANTERA

Y ahora sí, la revolución llegaba. La cita con Pantera en el Barcelona Rock Fest era algo que la gente llevaba esperando desde que se lanzó el anuncio de que formarían parte del cartel, y por eso, un recinto lleno hasta la bandera esperaba con ansias a una banda mítica, con una historia marcada no solo por sus desgracias, si no por sus contundentes temas.

Un problema con las luces hizo que el concierto se retrasara unos minutos, pero a pesar de eso la banda no dudó en salir a tocar, aunque fuera con las luces de trabajo del escenario, y eso les engrandece.

Philip Anselmo y Rex Brown, miembros de la formación clásica, acompañados de los dos fichajes que hicieron resucitar la banda en 2022, Zakk Wylde a la guitarra y Charlie Benante en la batería saltaban a un escenario donde las palabras Pantera se proyectaban en la pantalla, aunque ellos no necesitan mucha presentación, pues marcaron un punto de inflexión en el groove metal de los 90’s, algo que se ha mantenido con los años, y es que la música tiene eso, que es eterna.

Potentes y contundentes llegaban en un primer momento temas como «A New Level», «Mouth for War» o «Strength Beyond Strength» lo que supuso un comienzo atronador y caótico, sobre todo en las primeras filas.

Creo que los nuevos fichajes son un acierto indiscutible y es que la presencia de Zakk Wylde en el escenario es un gusto a nivel visual, por su rollo, por como se mueve y por su destreza a la guitarra. Y claro, aunque esté escondido tras una montaña de platos y timbales, Charlie Benante es la máquina más potente y precisa sobre la que se podrían sostener.

La gente suele criticar la forma vocal de Phil pero lo cierto es que yo me encontré un tipo de semblante duro con una garra admirable.

Emotivo homenaje en las pantallas a sus compañeros fallecidos durante «Floods». «I’m Broken» sonaba y la multitud enloquecía, pero lo que nos dejó aullando a todos fueron «Walk» (la cual acabó con algún lisiado) y la brutal «Cowboys from hell».

Sin embargo, fue «Fucking Hostile» la que nos daba las buenas noches y con la que poníamos punto y final a la jornada del sábado.

Por Irene Kilmister.