KOBA LIVE
SÁBADO – 22 JUNIO 2024
ABADIÑO
Tras una primera jornada marcada por la resurrección de Metalium y el derroche de potencia de Bloodred Hourglass, llegaba la continuación con el plato fuerte de los suecos Dark Tranquillity, a los que hubo que esperar algo más de lo esperado ya que por problemas con su equipo en el aeropuerto, se vieron obligados a intercambiar puesto en el horario con Crisix, siendo los encargados de cerrar el festival.
Comenzaron los locales Alerta, una banda veterana que lleva enarbolando la bandera del hardcore más de dos décadas, y que tuvo la difícil misión de abrir a la hora de la siesta. Menos mal que su música permite pocas concesiones y que actúa como el café en vena, te activa sí o sí, así que fue una forma ideal de meterse de lleno en el segundo día del Koba Live.
Temas como «Dinero, Poder», «Siempre más fuertes» fueron toda una declaración de intenciones con los que Alerta dio una buena bienvenida al primer Koba Live de dos días.
SUGOI
Otros que actuaron como locales fueron Sugoi, que con su heavy clásico y una buena base de incondicionales, siguieron calentando a un Koba Live que poco a poco se iba desperezando y entrando en calor.
Algún problemilla de solido deslució parte de sus temas, pero en líneas generales se pudo disfrutar de un concierto donde sonaron temas en euskera, en inglés, o en castellano, como esa versión del «Resistiré» de Barón Rojo dedicado a todos los que no están.
SKELETOON
Si hubiera que redefinir la palabra simpatía, la mejor forma sería usar la forma de ser del vocalista de Skeletoon, Tomi Fooler, que en Abadiño dio una lección magistral de como meterse al público en el bolsillo a base de carisma, buen rollo y mucha mucha cercanía.
A medida que iba ejecutando su Nerd Metal (power metal clásico dedicado a comics, series y películas), iba implicando al público y dibujando sonrisas a diestro y siniestro.
Ya fuera bajando y cantando entre el público, haciendo chistes, brindando con la gente, subiendo niños al escenario y sobre todo, exudando magnetismo, engrandeció la actuación de Skeletoon, cuya música hasta fue lo de menos. Y es que qué más da lo que suene cuando un torbellino arrasa con todo.
Ni las 20 horas de viaje que emplearon en llegar a Abadiño restó un gramo de fuerza a su actuación, todo un derroche de energía que metió de lleno al público en el festival. Era tal lo que se estaba viviendo, que se decidió que fueran más allá de su horario prefijado. Que buen momento hizo pasar Skeletoon a todo el Koba Live.
RISE TO FALL
Aún sabiendo que Rise To Fall son de Bilbao, si me dijeran que han nacido en Goteborg no me extrañaría lo más mínimo. Su música, marcadísima por el Goteborg Sound es toda una delicia, su desempeño técnico irreprochable, y además sobre el escenario es de esas bandas que transmiten mucha energía, ¿qué más se puede pedir?
Habíamos tenido la ocasión de verles hace una escasa semana en el Z! Live, y su concierto en Abadiño potenció todo lo que dijimos entonces, aquí, con más tiempo de actuación y jugando en casa, ofrecieron su mejor versión e hicieron botar con ganas a un público que se rindió ante su excelencia.
Parte de la actuación estuvo centrada en su último trabajo «The Fifth Dimension», aunque obviamente hubo espacio para temas de «Redrum» o «Parasites». «Test of time», «End vs Begining» o «Hierophant» fueron algunos de los temas en sonar, limpios, pulcros y cristalinos, demostrando todas las armas de unos Rise To Fall desatados en una forma espectacular.
Conciertazo.
CRISIX
Admito que Crisix se lo curran bastante sobre el escenario, intentan que su concierto sea toda una experiencia llena de estímulos y buen rollo, pero pese a todo, me resultó el concierto menos convincente del día. Quizá fuera que hubo mucho parón -hubo que parar para que los servicios médicos atendieran a una persona del público que sufrió una caída-, o que tanto elemento accesorio acaba desdibujando un poco la música, pero el caso, es que no me llegaron.
El concierto que marcaba la vuelta de su batería XXX tras una larga lesión, fue el típico concierto de Crisix, temas rápidos y enérgicos y mucha comunicación con el público para implicarle en el show, y aunque todo sonó potente y lleno de fuerza, hubo momentos que sonaron muy embarullados.
No faltaron los llamamientos para los moshpits, los circlepits o los wall of death (con una exhortación previa a la seguridad), ni el típico intercambio de instrumentos de la banda, aunque para momentazo en el que XXX tocó en una batería por encima del público mientras Mikel de S.A se colocaba tras la batería principal.
Da igual que tuviéramos que esperar más de la cuenta, da igual que justo antes del concierto empezara una inoportuna y molesta lluvia, incluso dio igual que el sonido del inicial «Encircled» no fuera todo lo pulcro que acostumbran, Dark Tranquillity es una de esas bandas capaces de recordarnos el porqué amamos tanto esto del metal…. es una banda sobresaliente, simpática y capaz de ofrecer un concierto lleno de pasión y energía.
«Hours passed in exile» mejoró notablemente y con «Forward Momentun» ya todo comenzó a sonar con la pulcritud necesaria para disfrutar de la música de estos maestros del Goteborg Sound.
Con un Mikael Stanne comunicativo, simpático y muy agradecido llevando la batuta con maestría, Dark Tranquillity ofreció un recital viajando desde los temas recién lanzados «Not Nothing» o «The Last Imagination» a temas viejísimos que hacía mucho no formaban parte del setlist («Cathode Ray Sunshine») , y como no, haciendo escala en hits siempre recibidos con entusiamos como «Atoma», «Terminus», «There In», o «Lost to apathy»
Sorpresa fue escuchar de nuevo en directo un corte como «State of trust», una rareza poco reivindicada en directo por la banda, pero que tiene todos los elementos reconocibles en Dark Tranquillity, y es que son esos temas donde se mezcla la voz limpia de Mikael y su desgarrador gutural donde las canciones adquieren una mayor brillo y musicalidad.
Johan Reinholdz clavó los rifs y esas melodías tan coreables, sustentando en esta gira por la recién incorporación de Peter Lyse Karmark de Hatesphere a la segunda guitarra para clavar otros temas como «What Only You Know», «Phantom Days», «Final Resistance» y el ineludible «Misery’s Crown»
Poco pareció importar a los aguerridos Kobazales que el agua siguiera mojando sus rostros, todo mereció la pena ante semejeante despliegue de Dark Tranquillity, que cerraron esta tercera y genial edición del Koba Live.
Cierre perfecto.
S.A Sánchez y Juan José Díez