Con Rulo es imposible que no se me pase el tiempo volando, para eso es mi artista predilecto y el que más me ha marcado a lo largo de toda mi vida. Desde que saliera su nuevo álbum en noviembre «5», todavía no habíamos tenido tiempo de tener una charla tú a tú. Me sorprendió que Rulo apagó el teléfono y tuvimos todo el tiempo del mundo para hablar del arranque de la gira, de este nuevo álbum, de todo lo que ha pasado en estos cuatro años desde la pandemia y de gustos varios: música, literatura, cine… Con él es difícil no sentirse como en casa. Por ello al final esta entrevista se convirtió en una charla distendida de más de hora y media que para no abrumaros dividiré en dos (o tres, ya veremos) partes. Por el momento aquí os dejo con la primera.
Muchas gracias Rulo por estos minutos conmigo. Creo que es obligatorio que hablemos de la primera fecha presentando “5” en Madrid en la Sala La Riviera. ¿Qué tal esta primera toma de contacto?
Rulo: Bueno, pues ha sido genial volver después de 14 meses sin subir a un escenario. Habitualmente me tomo mínimo un año sabático. Al final es un año mínimo fuera de los escenarios, pero te dedicas a terminar de componer el disco, a grabarlo… Hicimos algunos shows en acústico de presentación en noviembre, hicimos la promoción… Y cada vez me gusta más separar esto del lanzamiento del disco de la gira. Me gusta separar el lanzamiento del disco de la gira. Porque otras veces estaba todo pegado. Salía el disco, hacías firmas de discos, la promoción, y llegabas a las dos o tres semanas de salir el disco, y a la gente no le había dado tiempo ni a aprenderse el disco. Tú llegabas siempre enfermo, porque entre los nervios del estreno, más el cansancio acumulado… Yo siempre digo que la voz nunca se cansa de cantar, que puedes cantar tres, cuatro días seguidos. Pero el problema es cantar cuando estás hablando mucho. Y en la promoción hablas muchísimo. Entonces, llegaba la gira, agotado.
Tengo la inmensa fortuna que siempre he dirigido mi carrera yo. Incluso los 70 artículos que hay en el merchandising, todos los he diseñado yo o los he ideado yo. Junto a mi equipo, obviamente, pero no hay nada que ponga Rulo que no haya sido especialmente pensado por mí. Entonces, eso habla de lo personalizado que es el proyecto.
Entonces, este último disco “5” salió en noviembre. El año pasado lo dediqué a estar con amigos, con familia, haciendo cosas que no me da tiempo hacer cuando estoy en la gira. Tengo la suerte de que mi vida debajo de los escenarios me gusta y tengo muchísimas aficiones. No sé, tengo algún compañero de oficio que si no está tocando, no sabe qué hacer. Pues lo hemos cogido con muchas ganas. Toda esta chapa que te estoy dando es para decirte que lo hemos cogido con muchas ganas y lo bueno es comprobar que el público también. Porque es verdad que, no sé si era la sugestión del primero, pero había un ambiente muy mágico en la sala.
Luego también es verdad que las salas es el hábitat natural de esta banda. Hacemos giras de teatros, más ajustado todo, con tintes teatrales. Hacemos festivales al aire libre grandes. Conciertos grandes también haremos alguno este verano. Pero de verdad que el disfrute de tocar en una sala es increíble.
Yo os vi en el Muelle 12 de Alicante, al lado del mar, en un recinto abierto y fue realmente mágico. No descartes los recintos grandes.
Rulo: No por supuesto, yo soy disfrutón y me gusta todo, ¿eh? Pero eso de Alicante no era un aforo gigante. Yo tengo un amigo que dice que él, si en un concierto hay pantallas, no vayas. Digamos que cuando ya hace falta poner pantallas para que se vea la banda, yo como público, creo que me falta algo. Un recinto como el que dices, tú, Alicante, que no no necesitas pantallas para ver a la banda, eso es una maravilla.
La fórmula esta de esperar unos cuatro meses, digamos, desde que sale el disco, ¿es el tiempo perfecto? Creo que hicisteis la misma estrategia con “Basado en hechos reales”.
Rulo: Para mí sí, pero no lo sé. Yo siempre digo que cada uno debe tener su hoja de ruta marcada, su plano, como lo quieras llamar, y llevarlo a cabo, ¿no? Luego ya no sé si es mejor o peor. Para nosotros sí, porque por lo menos ahora estamos en esa fase bonita de arrancar la gira y cada día va a ser una especie de examen al público de cuál les ha gustado más o cuál menos. Y estamos en eso, ¿no? Entonces, estrenas, vas al camerino y dices, ¿esta está funcionando mejor, esta está peor? Sensaciones, ¿no? También cada ciudad es diferente. Te puede pasar que una canción que igual no gustó tanto en Madrid, puede gustar mucho en Barcelona. Pero es verdad que hay unas canciones claves que se ve, ¿no? Las que más funcionan en todas las ciudades.
Porque al final tú haces el disco, a todas las canciones le pones muchísimo cariño. Pero el público es el tiempo y el público los que al final van de la mano. El transcurrir del tiempo y el público es el que decide.
Entonces entiendo que tampoco vais a partir de un setlist cerrado, que vais a ir viendo con las primeras fechas si se cambia algo.
Rulo: Sí, de hecho, me inventé una camiseta con el setlist detrás. Pues ya Madrid no lo hicimos exactamente. Una de ahí no fue. Para Barcelona voy a cambiar una. Hoy lo hablaba con Pati, el guitarrista de la banda. Es bonito eso también, ir cambiando. Es verdad que ante una presentación de disco tampoco puedes cambiar tanto.
Compuse con La Fuga unas 70 canciones como compositor, o 60, no me acuerdo muy bien. Y ahora ya son cinco de estudio con Rulo y la Contrabanda. Cada vez me cuesta más seleccionar sólo 23 canciones, está claro. En estos conciertos también daremos un poquito más de protagonismo al disco en estas 10 primeras fechas.
Entrando un poco en materia en el disco. ¿Eres consciente de que es el disco más corto de los cinco que has sacado como Rulo y la Contrabanda?
Rulo: No sé si es el más corto, pero no es fortuito, porque a mí me gusta hacer discos de diez canciones. Y no es por vagancia como compositor, porque yo para quedarme con estas 10 he descartado una versión. De hecho una de las que descarté la he resucitado ahora, que la hemos puesto hace poquito en internet, una versión de Fito Paez (NdR: Un vestido y un amor).
No es por un tema de vagancia ni mucho menos, es un tema de concepto. A mí me gustan los discos, como público, que acaban y se me hacen cortos y que quiero volver a poner otra vez. No sé si lo he conseguido en esta ocasión. Pero para mí las canciones me gustan como antiguamente, cuando había el formato de cassette y de vinilo, de cuando yo era un crío, eran entre 8 canciones y 10, no más, porque no entraban.
Luego llegó el CD y como había 74 minutos, se empezaron a meter como 14, 15 canciones y muchas de ellas no eran buenas. Porque es muy difícil hacer 14 canciones buenas, nuevas, difícil. Entonces, para mí, 10 canciones es el máximo. Igual luego hago un disco quíntuple como Calamaro de 103 canciones, pero ahora mismo no, porque yo siempre soy muy cambiante. Pero lo que a mí me gusta últimamente en los últimos años, mi tendencia es, máximo 10 canciones.
¿Nunca te han puesto barreras por parte de la discográfica?
Rulo: Yo tengo contrato con Warner y no. Bueno yo estaba en Dro, pero luego lo absorbió Warner. No te presionan para componer. Yo sé que tengo el contrato, que leí en su día hace mil años, llevo 18 años con ellos y hemos sido renovando. Incluso en el espaciado de los discos, sé que más o menos como tengo uno cada dos años o así, pero nunca lo cumplo tampoco. Y nunca nadie me dice nada. Nunca me llaman y me dicen, oye, hay que sacar un disco. Es al revés, soy yo el que tengo las canciones, las estoy grabando en una maqueta y llamo y digo: “Oye, que ya tengo canciones que me gustan. Empiezo a pensar en un disco, ¿no?
Si lo piensas, a la discográfica tampoco le interesa que tú saques una mierda de disco. Pero ahora que lo dices, tengo curiosidad de qué contrato tengo yo y si tiene alguna cláusula de duración, por ejemplo. Pero a mí, como concepto artístico, me encanta no más de 5 por cada cara. Y más hoy en tiempos de rapidez y de que poca gente se sienta escuchando un disco entero, ¿no? Yo sí, yo de los grupos que me gustan mucho, vamos, me lo devoro todo. Tengo la suerte que creo que tengo un público maravilloso que sí que le da la oportunidad a todas las canciones. Como compositor es muy bonito sentir ese respaldo del público fiel que tengo.
Por otro lado, también siento la presión de pensar que te van a dar una oportunidad a todo el disco, no metas 5 truños por -hablando mal y claro-. 5 que estén bien. Entonces, por eso no me vale cualquier canción para el disco y por eso compongo más de 20 canciones para quedarme con 10.
No te lo tomes como una mala crítica pero es verdad que al principio me costó un poco más adentrarme en las canciones de este disco. También es un estilo muy diferente a “Basado en Hechos Reales”. Claro, yo me he escuchado mucho esas canciones durante estos 4 años. Entonces, es un contraste bastante notable. Pero, bueno, en el momento que lo he ido escuchando más, porque lo he escuchado mucho en estos 4 meses, es una pasada. Es lo bonito de darle escuchas sucesivas a un disco. Además, es que has metido muchas canciones diferentes con una temática que a priori parece similar, pero luego te das cuenta de que no.
Rulo: No, no me sienta mal. Como si me dijeras que este no te ha gustado, o sea, al final bastante me cuesta a mí que me guste. No sé cómo decirlo. Yo respeto mucho y sé también que como yo hago discos, acaban siendo muy diferentes entre unos y otros.
Tengo la idea de cambiar siempre de productor entre disco y disco, tengo esa inquietud, y sé que en España a veces hay mucha parte del público que te demanda que hagas siempre lo mismo en cuanto a sonido, ¿sabes? Y luego es curioso, porque luego estás haciendo siempre lo mismo y también te lo critican. Pero yo soy todo lo contrario, como compositor necesito, y eso sí que está premeditado, que todos mis discos no suenen igual. Entonces, por eso a mí me sucede que a la gente, a la primera, igual les sorprende un poco. Todos muy discos son muy diferentes.
Con La Fuga por ejemplo hicimos todo lo contrario, grabamos todos los discos en el mismo sitio. Pero claro, uno acaba cansado, por mucho que yo ame a Javi San Martín, que es un gran amigo mío. Acabas yendo al mismo estudio, haciendo lo mismo con la misma gente. Para mí es como que artísticamente mueres un poco, ¿sabes? Es la repetición. Se puede ver en grupos que siempre hacen lo mismo, que lo respeto al máximo, y hay grupos que me encantan que lo hacen, de los cuales soy fan, pero que a mí no me sale a hacerlo. Y luego, de los grupos que más me gustan, de los que más ganas tengo de escuchar el siguiente disco suyo, es de los que van cambiando un poquito también, de los que tienes inquietud. Pero, bueno, yo te agradezco tus palabras. Yo estoy muy contento con el disco y ha gustado, pero entiendo lo que dices tú al principio de que pueda chocar, asumo ese peaje. En España funciona más la repetición, creo, pero a mí no me sale ser así, la verdad.
A mí me parece muy bien que mantengas fiel a tus ideas y que no te dé vértigo el cambio. Muy poca gente lo hace. O sea, creo que al final el miedo a que algo no guste nos frena a veces. En ese aspecto, yo siempre te pongo de ejemplo. Porque has dado una fórmula que te funciona muy bien.
Rulo: Yo no lo hago por ninguna estrategia, lo hago porque me sale, la verdad. Me sale del corazón y de la entrepierna, como me gusta decir, pero entiendo que el cortoplacismo. Si el anterior disco funcionó, gustó mucho, hice no sé cuántos conciertos y ha ido muy bien, vamos a repetir lo mismo. Tengo el punto fuerte de que el que compone las canciones y las canta soy yo, y la voz lo unifica todo mucho. La voz unifica esos tres últimos discos de los que hemos hablado antes, que son muy diferentes entre sí. Al ser la misma voz y ser el mismo compositor, no se te puede ir muy de madre, quiero decir.