MÄGO DE OZ + CELTIAN
La Riviera, Madrid
29 de abril 2022
El barco fantasma de Mägo de Oz llegaba a la capital del país con intención de reclutar a varios grumetes para su viaje por este Al Abordaje Tour, que, a juzgar por las reacciones del público, se vieron encantados de formar parte de la tripulación.
Con el Sold Out colocado en el cartel y una fila de espera que rodeaba la sala, la noche empezaba de la mejor manera con Celtian, una de las bandas que más está dando que hablar, y es que su calidad musical se ve perfectamente justificada en como llevan sus temas al directo.
El mundo de hadas de estos jóvenes músicos se abría paso con Nueva Era, potente, épica y rápida, que daba paso a la pegadiza Magia de Luna y una de las más progresivas como es Lágrimas de Cera.
Son ya varias las veces que les he visto en directo, y para mí resulta fácil hablar del grupo, y me reafirmo en que desbordan calidad e ilusión, cosa que se nota en directo.
El Solsticio de Driade, Tu Hechizo y Niamh servirían para recordar lo que fue aquel disco de presentación ya con Xana a la voz, quien cada vez está más cañera y está adaptando su dulce voz a este género que requiere algo más de garra.
Con la sala caliente y entregada abandonábamos la tierra de hadas para ir a un mundo piratesco con el himno El Hijo del Ayer y, una de sus mejores composiciones y la que más define al grupo, EN Tierra de Hadas. Unos Celtian que estuvieron perfectos, ilusionados, enérgicos y entregados
El barco fantasma emergía del mar, y con unas proyecciones espectaculares en las pantallas de La Riviera, las dos horas que nos quedaban por delante iban a ser de lo mejor que he vivido en mucho tiempo.
Tras la intro, los focos iluminaban al miembro más pintoresco de la banda, la nueva versátil y dinámica incorporación, Víctor de Andrés, tocando el tapping de Al Abordaje, mientras el resto de la banda va apareciendo en escena. Sin parar, enlazan la rapidísima El Libro de las Sombras, tema de los que mejor funciona de la era Zeta, y por tercer tema consecutivo sin parar, El Amor Brujo, otro pelotazo pegadizo para presentar lo que iba a ser la noche.
De este inicio de concierto me quedo con el buen trabajo de Txus, la dupla de nuevos guitarristas que han aportado a Mägo muchísima frescura y vitalidad y con el maestro de las cuatro cuerdas, Fernando Mainer, quien, como el buen vino, cada año que pasa es mejor que el anterior.
Tras unas palabras de presentación, era el momento para los más nostálgicos, pues Zeta invocaba al demonio Astaroth, con la sala teñida de rojo y las voces de Zeta y Patri enamorándonos una vez más. Siguiendo con temas que no hemos acostumbrado a oír en recientes giras, Patri comenzaba a entonar la parte lírica de El Poema de La Lluvia Triste, tema frenético, power y oscuro que fue muy coreado por los asistentes. Patri se come el escenario ella sola y su carisma con la gente es arrollador.
Por si fuera poco, lo que estábamos disfrutando de Seoane y De Andrés, nos iban a regalar la instrumental El Callejón del Infierno, aquella instrumental de Gaia II que estaba algo olvidada, pero que esta banda de musicazos ha revivido de manera espléndida. Mención especial al trabajo, nuevamente, de las guitarras. Qué placer ver a dos tipos de este nivel en directo, tan entregados y viviendo de esta manera la música que tocan.
Turno de unas palabras por parte de Patri que le servirían para demostrar más tarde que es la mejor voz femenina de este país. El Aplauso Herido, en el que también Josema y Moha se lucieron, culminó con un agudo de Patricia que algún que otro tercio de cerveza debió romper. Brutal Patricia una vez más.
Zeta, cerveza en mano, invitaba a la batería a David de Celtian, por cierto, un baterista como la copa de un pino. Señal inequívoca de que era el turno de que el motor de Mägo se vistiese de frontman. Txus y Zeta cantando Resacosix en Pandemia, fue una de los temas más divertidos de la noche.
La Danza del Fuego y Tequila tanto por vivir fueron recibidas con el mejor de los cariños, nuevamente los Mägo ofreciendo cátedra de lo que son capaces en directo.
Un tremendo solo de bajo por parte de Mainer fue el predecesor del último single de la banda, La Dama del Mar, recordando así que estábamos ante la presentación de su último redondo
Diabulus in Música ya es un clásico, más aún si colabora en el alguien con una personalidad tan arrolladora como es Carlos Escobedo. Las invitaciones no paraban aquí, y es que subía al escenario Xana para interpretar la esperanzadora Ciudad Esmeralda, mano a mano con Patricia Tapia.
Manu Ramil, quien, por cierto, excelente en el sentido más riguroso de la palabra, dejó su teclado al antiguo miembro Javi Diez, quien debido a su tendinitis ha tenido que cesar la actividad con Mägo pero que no se quería perder este momento. Tras un solo de piano de esos muy suyos, las notas inequívocas de Desde mi Cielo nos pondrían la piel de gallina junto con la dulce voz de Zeta y la pasión de Víctor. Este último se iba a poner el estandarte de protagonista para cantar e introducir La Vida Pirata,seguida de un tema ska como es Tu Madre es una Cabra, y casi sin parar Txus aporreaba los tambores para comenzar a tocar Bandera Negra.
Tras unos minutos de descanso, merecidos, el colofón final vendría de la mano de La Cantiga de las Brujas, donde Seoane haría las partes guturales. Y para acabar, no pueden ser otras que Molinos de Viento y Fiesta Pagana, las cuales no necesitan ningún tipo de presentación, aunque fueron la auténtica fiesta de la noche.
Como seguidor y admirados de la banda, estoy muy contento de haber visto este nivel, este buen rollo y esta calidad por parte de los Mägo. Una banda tan amada como odiada, que lleva treinta años en lo más alto de la ola y que lejos de conformarse, buscan nuevos retos e ilusiones. En este caso creo que están en un estado de forma impecable y llenos de futuros éxitos que ofrecer y nuevos corazones que conquistar.
Texto por Andrés Aranguren
Fotografías por Javier Paredes.