JOLLY JOKER – Loud & Proud
Dark Rails Records
8.5/10
¿Amante del hard rock? Pues estás de suerte. Bueno, llevas de suerte al más de un mes que fue cuando Loud&Proud, el nuevo dsco de Jolly Joker vió la luz.
Jolly Joker nació a principios de 2009 cuando Lazy Lane, cantante entonces en Silent Poison y Jannick guitarrista en Traum, decidieron empezar una nueva banda de Hard Rock basada en los sonidos de las grandes bandas americanas de los ochenta y del norte de Europa.
En 2022 llegan con su cuarto disco, grabado y producido por Manuel Tomás (Uzzhaia, Los Zigarros) y Carlos Gomez, con el que pretenden arrasar allá por donde pisen.
Loud&Proud es ese café a las 7am, cuando aún tienes legañas pegadas en los ojos y necesitas un chute de energía te pone en pie y te prepara para el día. Este disco te prende algo por dentro a lo que te volverás seguramente adicto.
Si algo encontramos en este trabajo es variabilidad, y es que los de valencia son capaces de dejarse arrastrar a terrenos que pasan del glam al más puro hard rock, mientras rozan sutilmente la línea del rock’n’roll primigenio o nos dan unos coletazos de punk.
Abrir a todo gas siempre es un acierto, y I Don’t care llama la atención de cualquiera. La siguen los dos adelantos: Sky is so High y Blood Velvet. La primera con un excelente riff de guitarra que se mantiene y se hace más potente en los estribillos. Y la segunda que nos lleva más a terrenos del glam, como lo hará más adelante también Voodoo Nights, donde Lazy demuestra su versatilidad vocal, adaptandose a cada tema como un camaleón se adapta al paisaje.
Guiños a los maestros
The Chance llega con riffs más pesados, con una parte central que evoca a los majestuosos Black Sabbath. Un gran guiño a los maestros. Y Fortune Teller continua con esa contundencia y gravedad pero con una línea más melódica.
Motor me parece una genuidad, de principio a fin. Marcada por una destacable parte ritmica, donde las guitarras de Yannick dan paso con elegancia al protagonista del tema: Andreas y la línea de bajo. Ese bajo que no se puntea, que se rasga, que me ha llevado a recordar a Lemmy y Mot¨örhead.
Volvemos a estribillos que pegan fuerte, con coros de esos que llevados al directo son una explosión de adrenalina con Nothing’s Sacred.
Encarando la recta final llega Devil’s Hand, con ese rollo folk country con el que nos dan ganas de gritar «Yee Haw» mientras taconeamos el suelo con nuestras botas y la bailable New Orleans pone punto y final, a este completo trabajo de Jolly Joker.
Si tuviera que definir a los valencianos con una sola palabra no sabria si decantarme por diversión, macarrismo o potencial. Aunque claro, si juntamos ese indiscutible potencial que están exprimiendo, sobre todo en estos dos últimos discos, con que son unos macarras que no paran de darnos momentos de diversión, que más podemos pedir.
Por Irene Kilmister.