Blackmore’s Night – Nature’s Light
EarMusic
7/10
Entiendo perfectamente que nuestra parroquia vea con malos ojos este proyecto del enorme Ritchie Blackmore empezado en 1997 y que empezaba con su entonces esposa Candice Night. Que la leyenda más grande del rock y el heavy metal, el guitarrista definitivo, le diese por jugar a reyes y princesas con su señora esposa fue un bajón en toda regla… però soy de los (pocos) que vio genialidad, especialmente en sus dos primeros discos y que (un poco) disfruta del proyecto que solo toca en castillos y lugares coquetos por expreso requerimiento de los susodichos.
Hubo quienes creían que con el retorno de Rainbow Blackmore volvía al redil, pero no… En absoluto. Todos sus esfuerzos y artes van dedicados a este dueto de música renacentista y medieval. Quizá un poco aquí han vuelto al buen nivel que tenían sus tres primeros trabajos, pero sigue siendo más de lo mismo… Nada ha cambiado en el seno de la pareja y firman un buen trabajo que cumple con la música de cámara y las odas a la naturaleza. «Once Upon December» es un villancico que luce como antes, igual que la medieval «Feather in the Wind». Toman lo necesario del pasado, le dan ese toque más actual, si bien el plato es servido con l oque uno espera, para bien y para mal, del proyecto. Sorprende que hayan regrabado la versión de Rednex de «Wish You Were Here», que ya estaba en su primer disco. Arreglos almibarados, cuartetos de cuerda, percusiones con cascabeles y una calidad superior a lo que venían ofreciendo los últimos tres lustros. Hay un par de instrumentales en los que la guitarra eléctrica manda y que percibes todo el poder de Blackmore a las seis cuerdas. Sigue siendo el mismo de siempre. Pastorales de nivel como «The Twited Oak» y momentos de camarilla noble en los que sacas a bailar a la reina regente como en «Nature’s Light». Los teclados, casi siempre en clavicordio lo órgano son los que mandan.
Blackmore morirá con este proyecto y Rainbow es un peaje para aumentar su cuenta corriente para asegurarse más todavía una jubilación dorada. Hace lo que quiere y es feliz así, por lo que no vale la pena esperar de él que vuelva al heavy metal. Un tipo que ha sentado cátedra en el hard rock, el heavy metal o la música renacentista es inigualable. Puedes lamentarte o intentar acercarte a Blackmore’s Night. Es lo que hay.
Jordi Tàrrega