NIGHTWISH – Human. :II: Nature.
Nuclear Blast Records
7/10
Espero que nadie malinterprete mis palabras, pero lo que es cierto va por delante, y la verdad es que me llevado una gran decepción con este nuevo trabajo de los fineses liderados por Tuomas Holopainen. Para quien espere un disco en la línea de Endless Form Most Beautiful, que vaya olvidando esto porque si es cierto que este disco está muy lejos de lo que Nightwish nos tiene acostumbrados.
La expectación era alta, pues los fineses llevaban sin publicar un nuevo álbum nada más y nada menos que 5 años. Si bien es cierto que su actividad en los escenarios no ha dismunuido a lo largo de este tiempo, muchos pensábamos que tanto tiempo para elaborar un disco de este calibre nos traería una verdadera obra de arte.
No escatimaron en gastos, pues un elevado número de prensa internacional se desplazó hasta Laponia finlandesa, para una escucha en primicia del disco con todos los componentes de la banda. Un ejemplo de que Tuomas Holopainen está muy seguro de lo que este disco es y supone. También porque creo que debía de dar explicaciones y sentido a este disco, entre comillas dispar, entre su extensa discografía.
El disco consta de dos partes, 16 temas en total que se dividen en 8 temas a la voz de Floor, y una segunda parte con otros ocho temas de carácter puramente orquestal, y por lo tanto, instrumental.
Esta primera parte de Human. :||: Nature. empieza con «Music«, un tema que empieza con una cabecera que bien podría ilustrarse con imágenes de los acantilados infinitos irlandeses o con imágenes de naturaleza de altura. Una introducción señorial e imponente. Tras unos tres minutos de instrumental entra la aterciopelada voz de Floor que rompe finalmente en el estribillo con «Music» y es aquí, en este estribillo, donde vemos, o mejor dicho, oímos a Nightwish de vuelta. Un tema bien escogido para el inicio de este trabajo que nos recuerda por qué Nightwish siguen siendo los referentes del metal sinfónico.
Todos los temas de esta primera parte giran entorno a la lucha y a la vez unión del ser humano con la naturaleza, como bien el título del trabajo ya nos avisa. Con «Noise» encontramos una parte instrumental mucho más dura y contundente con una voz que termina de darle la potencia al tema.
«Shoemaker» es sin duda destacable por las partes en las que el teclado toma las riendas del tema y una parte final en prosa con una Floor Jansen que adopta tonos de soprano que ponen la guinda al tema acompañado al piano. A la voz de Floor se añade un coro de tenores dándole más distinción al tema.
«Harvest» tiene toques de la herencia popular con el multiinstrumentista Troy Donockley a las voces, que no tienen desperdicio, por cierto. Deberían explotarle todavía más, si se puede. La mezcla de instrumentos populares celtas con la parte eléctrica de las guitarras y el teclado lo hacen otro de los temas claves del disco. Seguimos con los elementos celtas y con un tema con un tempo más rápido con «Pan» que me recuerdo a temas como «Bye Bye Beautifil«, uno de los clásicos de Nightwish. «How’s the Heart?» coge elementos del rock con el metal sinfónico creando un tema directo y en el que la voz de Floor hacia el final llega a puntos de casi grito para darle la potencia al tema y especialmente a este final.
En «Procession» destacan la voz suave de Floor junto con el piano, el violín y las gaitas. En el segundo tiempo en forma de coda es una transformación del primero con un tono más duro y más eléctrico. Como su propio nombre indica «Tribal» nos trae elementos de coros de tribus, es uno de los temas más pesados del álbum donde sobre todo destaca Kai Hahto a la batería. La sección de canto tribal nos pilla desprevenidos, aunque me recuerdo mucho a «Creek Mary’s Blood» en determinados momentos.
El final de esta primera parte lo marca el tema «Endlessness«, en el que Marco Hietala coge las riendas y aunque es un tema largo con muchos arreglos orquestales, solos y pasajes largos, los momentos en los que canta también nos deja claro que es un gran cantante, y bueno, quizá sea descabellado, pero su voz me recuerda a la de Andy Deris.
Cambiamos totalmente de tercio con la segunda parte del disco, sección en la que todos los instrumentos toman el timón y encontraremos violonchelos, violines, arpa y un sinfín de instrumentos clásicos para esta sección. Una introducción a la voz de Floor hace de antesala para estos temas y sólo hay que dejar que la imaginación vuele. Parece que la música instrumental, que tan olvidada en el mundo del metal había estado, vuelve a resurgir y que grupos como Nightwish se arriesguen con estas propuestas es una declaración de intenciones y pone en valor lo que la música instrumental es.
Las intrusiones de Floor son escasas pero esta parte merece una escucha con cariño. A mí parecer incluso podría pasar por BSO de películas como «En el nombre del padre».
Una vez más Nightwish nos vuelven a sorprender, quizá de una manera que no esperábamos, pero que siempre nos trae algo nuevo que aprender y a lo que abrirnos a escuchar. No sé si muchos de estos temas serán aptos para interpretar en directo, aunque alguno de ellos será una joya ver el directo. Quizá también se planteen el contar con una orquesta para ello. Cuando todo esto pase lo sabremos.