CIRITH UNGOL – FOREVER BLACK
METAL BLADE RECORDS
8,7/10
Hablar de Cirith Ungol es hablar de una de las bandas pilares del heavy metal underground. Su característico estilo, hibridando el doom metal con el heavy metal épico y altas dosis de psicodelia, ha hecho de su discografía una auténtica colección de culto con el inexorable paso de los años. En 2015, la banda de Ventura anunció su tan esperada reunión, tras la cual podríamos decir que están viviendo una segunda juventud: han encabezado los festivales más importantes de este sector del heavy metal, demostrando un poderío enorme sobre los escenarios y atrayendo nuevos seguidores, alcanzando así un reconocimiento que no obtuvieron durante la década de los 80.
En este contexto, faltaba un elemento imprescindible para dejar sellada su reunión: el álbum de regreso. El primero desde el ya muy lejano Paradise lost de 1991. Está claro que, a priori, un nuevo disco de una banda reunida tras casi 30 años siempre generará ciertas dudas. Greg Lindstrom ha regresado a la banda después de abandonarla en 1982, y Jarvis Leatherby de Night Demon ocupa el lugar del mítico bajista Flint, con lo cual Cirith Ungol cuenta con una formación inédita en estudio hasta día de hoy. Sumándole ciertas lindezas de álbum que se marcan según qué viejas glorias reunidas, las dudas siempre están servidas…
Llevo ya repetidas escuchas a este Forever black, y he llegado a la conclusión de que a cada escucha me parece mejor. Es un disco de retorno dignísimo, aunque ni por asomo alcance el nivel de barbaridades como King of the dead. Cirith Ungol superan con nota la prueba del estudio, y demuestran que la química y la dinámica de sus directos se ve reflejada también a la hora de grabar nuevo material tras tanto tiempo.
A través de la breve instrumental The call nos ponen en tesitura, invocando su sonido y su ambientación marca de la casa, para luego volarnos literalmente los sesos con Legions arise, el primer single que publicaron. Toda una declaración de intenciones, tanto a nivel estrictamente musical (pocas veces Cirith Ungol nos había deleitado con un cañonazo lleno de rabia como este) como a nivel de letra, un claro golpe sobre la mesa. Con The frost monstreme entra de pleno la nostalgia, recuperando el riff de Frost and fire en los primeros compases y los pasajes musicales característicos de la banda californiana. En este viaje al pasado nos encontramos con The fire divine, donde riffs más accesibles salen de las guitarras de Greg Lindstrom y Jim Barraza sin perder un ápice de majestuosidad.
Stormbringer nos recibe con un suave punteado de guitarra y Tim Baker aparcando momentáneamente su peculiar voz estridente, para luego volver a la carga en este espectacular y épico medio tiempo. Lo de Tim es para echarse las manos a la cabeza… Es todo un monstruo. 63 señores tacos y allí está, pegando sus espectaculares berridos a diestro y siniestro, como si el tiempo para él no hubiese pasado. Habrá gente a la que su voz no le agrade o incluso le sea irritante, pero la labor que realiza es de fuera de serie. Su demostración de fuerza prosigue en la áspera Fractus promissum.
La épica llega a su máximo esplendor con la magnífica Nightmare, de sonido muy cercano al doom y en la cual ambos guitarristas se sacan de la manga una escalofriante atmósfera a base de melodías muy bien logradas en riffs y solos. El segundo adelanto del disco, Before tomorrow, toma el relevo de la ambientación épica en una línea menos oscura pero más directa. La nueva aventura de Cirith Ungol llega a su fin con la canción homónima, otro corte cien por cien reconocible, con un Tim Baker nuevamente descomunal.
Es toda una alegría ver que la que ha sido probablemente la reunión más sonada dentro del heavy metal underground ha llegado a cuajar un álbum digno del nombre del grupo. El nuevo viaje de Cirith Ungol tres décadas después de su máximo esplendor sigue viento en popa, consolidando así la nueva juventud de los californianos. Los fans incondicionales de la banda pueden estar seguros de que Forever black no les va a decepcionar, aunque al mismo tiempo no deben esperar el mejor trabajo de su carrera.
Marc Paradell