Max Metal

CRÓNICA: La 37a concentración de Pingüinos con Mägo de Oz, Toreros Muertos y Ralea haciendo arder un Valladolid a bajo cero (Enero 2020)

XXXVII CONCENTRACIÓN MOTERA PINGÜINOS

MÄGO DE OZ + TOREROS MUERTOS + RALEA

VALLADOLID

11 de enero de 2020

La noche del pasado sábado en la edición Pingüinos 2020 Ralea, Toreros Muertos y Mägo de Oz tenían una «misión» clara: hacer disfrutar a los allí presentes y conseguir caldear un ambiente que era más frío según avanzaba el reloj.

Abría la noche Ralea, un grupo de la tierra que ofrecieron a los presentes un pequeño viaje al pasado (y no tan pasado) por grandes temas que cualquiera conocería como The wall, La chica de ayer o Bailaré sobre tu tumba. Me encantó que su vocalista subiera al escenario con un gorrito de pingüino para, por si había algún despistado, dejar claro donde estábamos.

Además, el grupo vallisoletano se permitió el lujo de subir a escena a dos colaboradores a quienes presentaron como Chinito y Chuki, quienes ocuparon el puesto de vocalistas y que, rápidamente, bajaron del escenario al acabar el tema. Personalmente me suele agradar que los grupos suban a colaboradores, pero la impresión general que dieron en esta ocasión, creo que opacó un poco lo bien que lo estaba haciendo la banda hasta el momento. Aún así, siguieron con temas como Born to be wild La senda del tiempo de Celtas Cortos, que le quitaron esa mala impresión al público y les permitió acabar con un muy bien recibido Maneras de vvir.

Llegaba entonces el turno de unos Toreros muertos que subían al escenario con un atuendo que les hacía parecer recién salidos de un circo, y que involucraba al público en su actuación desde que empezó a sonar ese «1,2, 1,2, probando ¿si?» que advertía al público de que Ya estaban ahí los Toreros Muertos. Para este momento la carpa estaba ya casi completamente llena y entonces empezó su actuación.

Y es que habiendo gente que consideraba muerto al grupo, ellos no se iban a sentir El último mono de la NASA. Y siendo Pingüinos una convención motera, Toreros muertos no podía irse sin hablar de ruedas pero no precisamente de las de una moto, sino más bien, de las de una bicicleta, la Bicicleta estática que hizo que rápidamente las pocas personas que aún no se habían involucrado con la banda, se acabaran uniendo.

Y entre motos y bicicletas, el termómetro marcaba los -2º y quien más y quien menos buscaba algún sitio donde resguardarse un poco del frío o una lumbre cercana donde entrar en calor, y todos sabemos como funciona, te acercas a un grupo de gente, haces amistad y quien sabe, lo mismo alguna pareja sale. Y hablando de parejas, Paco Carbonell nos habló de la triste historia de sus parejas con el tema Yo tuve 7 novias.

En espectáculo que acabó llenando la carpa tampoco faltaron temas como el clásico Yo no me llamo Javier o Teruel e incluso un pequeño popurrí de temas entre los que se incluían: Raining men, I wanna love you, Que llueva que llueva o El patio de mi casa entre otros, y que consiguieron hacer reír al público hasta que se olvidaron del frío que hacía. Con una gran ovación bajaron del escenario para dar paso al último grupo de la noche, Mägo de Oz.

Mägo de Oz subía al escenario a las 0:45h ante la atenta mirada de un público que, ansioso por verles, hizo que la cuenta atrás que aparecía en la pantalla pareciese lenta en una carpa en la que la gente ya no solo la ocupaba, sino que además se acumulaba en sus alrededores para verles.

Mägo de Oz continúa con su gira Apocalypsis Tour y como tal, lo primero que el público escucho fue su conocida intro Jerusalem DC con la narrativa de Juan Miguel Díez. Acto seguido salieron al escenario en primer lugar Txus, y con los primeros sonidos de la batería, el resto del elenco, salvo Zeta quien apareció junto con la parte lírica del primer tema El libro de las sombras, todos ellos perfectamente vestidos con su característico atuendo de esta gira, y acompañados por sus estandartes y sus pies de micrófonos. 

Después de este y aprovechando el frío, sonaron «al calor de algunas cervezas», Tequila tanto por vivir La posada de los muertos, dos temas que hicieron que más de uno perdiera el frío a base de saltos, gritos y como no, cerveza. Al ser un festival, la banda decidió mantener el cambio que hicieron hace unos meses y, en lugar de El Pacto esta vez Patri tomó el mando de la voz para salir a cantar Y ahora voy a salir (Ranxeira).

Después de que Javi Díez se ocultara bajo su capucha cuando Zeta habló de un tema compuesto íntegramente por él, empezaba a sonar  La triste historia de Jimmy «tiro en el pie» a la que le siguieron dos temas que motivaron mucho el espíritu de los presentes: Hoy toca ser feliz  y Hasta que el cuerpo aguante.

Volvía Patri a tomar el control de la voz para deleitarnos con una Ciudad Esmeralda donde los problemas no existen y con un Opera Mortis donde, además de quedarse sola con su talento y con el piano de Javi Díez en el escenario, su asombrosa voz dejaba a más de uno con la boca a nivel de suelo, y todo esto acabó con un solo de guitarra de Manu Seoane y la batería de Txus Di Fellatio para completar una gran obra.

No faltó tampoco la declaración de amor de Zeta a Josema cuando tocó presentar El que quiera entender que entienda ni un pequeño cameo a Greta Thunberg cuando llegó el momento de presentar La Costa del Silencio, en la que hace ya años y en palabras del propio Zeta, Mägo de Oz ya nos advertía que teníamos que cuidar este, nuestro planeta, o las consecuencias se pagarían caras.

Temas como Molinos de viento, Te traeré el horizonte La Cantiga de las Brujas con Manu Seoane a los guturales, no faltaron en una noche donde sin duda, y como no podía ser de otra forma, el tema estrella fue el internacional Fiesta Pagana, y es que con gente de tan variopintos lugares, un tema tan mítico hizo que se escuchara al público cantar hasta en la propia Valladolid.

Foto y texto por Andrea Fernandez.