METAL NIGHT FEST II: Débler + Ciconia + Orion Child + Ebony Code
Sala Babel (Alicante)
14 de diciembre de 2019
El pasado sábado se celebraba en Alicante la segunda edicion del Metal Night Fest, y contaba en su cartel con cuatro bandazas bastante pontentes: Ebony Code, Orion Child, Débler y Ciconia.
Bien es cierto que los de Santa Pola contaron con un público bastante escaso que se iba acomodando en los laterales y la parte trasera de la sal, al principio, pero que poco a poco fueron animándose a acercarse a las primeras filas y fueron llegando más.
EBODY CODE nos presentaban un rock metal bastante melódico. En un primer momento todo me pareció demasiado frío, no sé si eran las horas, los nervios o la escasez de público, pero de dio la sensación de que llevaban todo demasiado preparado, de hecho, ni siquiera se pararon a saludar a los presentes, como si siguieran un guion del que no podían salirse ni para la presentación de los temas. Claro que según se fueron sucediendo los temas, Carlos, el cantante y frontman, se fue soltando, y el hecho de Vicente rompiera una cuerda de su guitarra les obligó a improvisar, algo que relajó bastante el ambiente, a mi parecer.
Tengo que dar la enhorabuena a la banda en general porque supieron enganchar a la gente, pero en particular quiero resaltar la actitud, siempre sonriente y alegre, que transmitía un buen rollo increíble, de Juan Antonio (batería) y también energía de su bajista Ricardo, que para mí son el punto clave de la banda. Me decepcionó un poco Carlos, ya que, a pesar de tener un timbre de voz muy bonito, le costó llegar al final del concierto y en últimos temas falló demasiado.
Nos presentaron temas como Pau, dividida en dos mitades entre las que escuchamos también, Ciego y Realidad, o Rock Nacional y Ven hacia mí. Con Barro y miel cerraron su actuación y dieron paso a los de Vizcaya: Orion Child.
ORION CHILD venían presentando su último trabajo “Continuum Fracture” por lo que abrieron con The Arrival Gate y Fight Beyong the Bane. Si algo me gusta de una banda es que se cuiden los detalles al máximo, tanto musicales como todo lo que engloba la actuación en directo: vestuario, maquillaje, escenografía. Y en este caso Orion merecen reconocimiento especial, porque a pesar del poco espacio, nos consiguieron meter en su mundo con unos cuantos detalles.
Hubo momentos también para recordar temas más antiguos, como Fallen Gods, entre los del último trabajo, que fueron los protagonistas del set list, entre los que escuchamos Sons of the sea, Wrath of Obliti y Nuclear Horizon.
Sin duda la propuesta powermetalera de Orion Child fue para mí el descubrimiento de la noche, con un potencial que aún está por explorar, con el que no dudo que consigan hacerse hueco bastante pronto en el panorama musical a mayor escala y en los festivales más potentes de nuestro país.
DÉBLER eran los siguientes en pisar el escenario de la sala Babel, eran los cabeza de cartel de esta noche y así lo demostró el público también, llenando la sala de bote en bote para la llegada del “Viaje a Nunca Jamás” de los madrileños, en el que nos presentaban su último trabajo Adictium.
Cuando hablé de este disco me pareció uno de los mejores trabajos lanzados en 2019 y, sinceramente, estaba expectante ante lo que iba a encontrarme en el directo. Alicante fue la primera para de este viaje que los va a llevar hasta Nunca Jamás por toda la península, y después de ver lo que hicieron allí, no dudo la falta de un éxito arrollador.
Débler siempre ha sido una banda que, al igual que destacaba de Orion Child, cuidan los detalles a la perfección, desde el vestuario y las luces hasta los tiempos personales de cada músico.
Tempus Fugit (intro) puso a todos los presentes en alerta, y aunque el disco está muy reciente, algunos ya recitaban la narración. Uno a uno los componentes fueron saliendo, primero Nelson, después los hermanos Alex y Sergio, tras ellos Dani y, por último, desencadenando chillos y aplausos Ruben Kelsen, que comenzó directamente con Recto hasta el amanecer.
Y como es lógico, aunque hay bandas que no hacen, es que si presentas un disco lo tocas entero. Y eso hicieron Débler, hacer sonar Polvo de estrellas, Nunca Jamás, Grita que no, Violar y Rezar o A esta ronda invito yo, reservándose para el final Adictium, la joya de la corona. También es verdad que con la calidad de todos los temas de este último trabajo es difícil que no funcionen en directo, así que, también sorprendida, por cómo la gente se volcó con cada uno de ellos, cantando estribillos y estrofas, saltando en los momentos precisos, acompañando a la batería, animando en los solos de guitarra o “flipando” con la destreza de Dani al violín con su “espada láser”.
Evidentemente Renacer del Alma, Sentencia final y La procesión de los borrachos nos dejaban disfrutar de unos Débler más relajados, con temas que ya llevan tocando varios años y con los que saben que la gente disfruta al 100%.
Rubén hizo alarde de una calidad vocal impresionante durante toda la hora que estuvo en el escenario, y es que se ha convertido en uno de los grandes cantantes de metal nacional.
Creo que los pequeños pasos que están dando se van a convertir en saltos de gigante en poco tiempo, porque con la actitud sobre el escenario, la cercanía con los fans y la calidad de derrochan nadie los podrá parar.
Los últimos en aparecer en escena fueron CICONIA, y aquí tengo que poner un “gomet rojo” a la organización ya que no creo que sean una banda para cerrar cartel.
Para quien no los conozca Ciconia son un trío de metal progresivo instrumental de Valladolid. Y que pasó, pues que para cuando los vallisoletanos quisieron pisar las tablas de la Babel el público había descendido ligeramente.
No es la primera vez que los veo y esta gente tiene una calidad musical que, a mí, me deja de piedra. No puedo poner ni una sola pega al trabajo que Jorge, Dani y Aleix realizan sobre el escenario. Por eso creo que, de haberlos adelantado en el cartel, hubieran podido brillar mucho más y captar la atención de muchos de los presentes.
Sin embargo, a pesar de ser increíblemente perfectos en técnica, sonaron como ese último tema que ponen en las discotecas para despedir la noche. Una pena enorme, la verdad.
Redacción y fotografías por Irene Kilmister.