Max Metal

CRÓNICA: El 1er GRANOLLERS METAL MELTDOWN pone el listón muy alto y abre muchas opciones a futuras ediciones (Barcelona) – Noviembre 2019

I GRANOLLERS METAL MELTDOWN

RESET IN MAY + BLAZE OUT + VITA IMANA + BELLAKO

SALA NAU B1 (Granollers, Barcelona)

30 de noviembre de 2019

Organiza: Science of NoiseRoca Umbert F A

 

El sábado pasado nacía en Granollers (Barcelona) un nuevo «pequeño» festival que contaba en su cartel con bandas de un increíble nivel y reconocimiento nacional, así que, ya solo por eso merecía la pena acercarse. Antes de meterme en materia y, a pesar del gran numero de personas que se acercaron a la sala Nau B1, creo que de celebrarse en Barcelona o en alguna zona más próxima a la ciudad condal el festival hubiese colgado sold out sin apenas pestañeo.

Abrían la noche RESET IN MAY a los cuales vi tan solo la última mitad del show por cuestiones de horario. Los jóvenes tocaban en casa y me sorprendieron gratamente con su metalcore/hardcore. A pesar de la falta de público y, por tanto, de un sonido algo definido y con bastante eco, los de Granollers se dejaron la piel en el escenario, con un Link García a las voces que no paró ni un segundo. Sí que es cierto que son jóvenes, «noveles» los llamarán alguno, pero sinceramente tengo que decir, creo que forman una banda con una gran calidad musical. Pep Casanovas y Raul Leiva hacen un muy buen trabajo a las guitarras, sobre el bajo de Mark Izky, que apoya con coros y voces guturales y que en ocasiones parece un gimnasta más que un músico, y las baterías de Oriol Rojas, el cual me llamó mucho la atención, no solo por la máscara negra que llevaba, que le daba más un rollo postpunk, si no por su gran técnica.

Una muy buena manera de empezar lo que ya se preveeía como una noche de mucho metal, ya que consiguieron tener al público atento durante su actuación, y eso, he de decir no suele pasar con muchos «teloneros», lo que significa que algo bien estaban haciendo.


Apenas nos hacían esperar BLAZE OUT que saltaban al escenario con No more fear de su último trabajo «Instinct«, publicado el pasado mes de mayo, y cuyo art decoraba el escenario de los barceloneses. También un telón trasero con el logo de la banda y un par de tarimas que dieron mucho juego durante el show.

Shining Blood precedía a una breve presentación , tras la que sonó Fist goes first haciendo un breve repaso a sus antiguos trabajo antes de retomar lo más nuevo con Savage Blue.

Se nota que llevan varios años en activo, no solo por la buena compenetración entre ellos, si no porque cuentan ya con fieles seguidores que no dejaban pasar un tema con un buen apoyo coral o un headbangin, que bien es cierto, son el claro reflejo de la propia banda, que tampoco paran quietos. Creo que Gerard Rigau, sin mucha floritura a las voces, tiene una gran técnica para el estilo Blaze Out, además de hacer un buen trabajo a las guitarras, alternando los momentos de protagonismo con David Lleonart, al cual no le vi la cara porque ¡madre mía que energía!.

Completan la formación Carles Comas al bajo y el terremoto de Josh a la batería, al cual tengo que hacerle una mención especial por su magnifico trabajo, su brutalidad y su potencia, creo que fue uno de los músicos más destacables de la noche.

La sala se fue llenando poco a poco, consiguiendo un muy buen aforo ya hacia la mitad del show, y gran parte del público aún llegaron a tiempo para Toxic AF, Sins, Attack on Titan y, la encargada de cerrar, Red Silence.

Claro estaba que, a pesar de no haber un cabeza de cartel bien definido VITA IMANA atrajo a la gran mayoría de los allí presentes, y mientras ponían el escenario en orden, pudimos notar a la gente acercarse más al escenario o gritos como «Ahora sí«. Y es que lo madrileños llevaban demasiado tiempo sin pisar tierras catalanas y, tras el cambio de cantante y la publicación de «BOSA«, la expectación iba creciendo.
Y que mejor manera de empezar la presentación de el nuevo trabajo que simulando el disco, creando la atmósfera apropiada con ambiental intro Calima, para acto seguido hacer sonar la aclamada No en mi nombre, tercer single de la banda.

Unos pequeños fallos técnicos con la batería obligaron a la banda a parar y hacer que Mero Mero defendiera esos cortos momentos de silencio, así que aprovechó para presentar a Adri Aguilera (Silver Fist), quien se ha encargado de una parte de las guitarras durante el mes de noviembre por los problemas de salud de Román

Arrancaban de nuevo con Desfiguradas, para mí una de sus mejores composiciones, tanto del último trabajo como de la discografía completa. El tema que fue el encargado de presentar a Mero Mero como nuevo cantante de la banda y tantear a los fan y que, sin duda, se ha convertido en uno de sus mayores éxitos.

Evidentemente, si alguien ha visto a Antonio «Mero Mero» colaborando con Leo Jimenez o en su otra banda, Cuernos de Chivo, sabrá que la brutalidad que desprende, no solo con la voz, si no como frontman, te cala en los huesos. En directo es increíble, es un terremoto que pasa y arrasa con todo.

Por si alguien tenía dudas al respecto, dejó clarísimo que nada tiene que envidiar a su predecesor, de hecho, y creo que ya lo he dicho en alguna ocasión, prefiero la voz de Mero, ya que a pesar de la gravedad y los guturales, puedo entender la letra, y eso me parece básico.

Claro estaba, hicieron repaso de canciones también de toda su carrera como Seis Almas, Romper con todo o Animal que fueron muy bien acogidas por el público, aunque me sorprendió lo impregnados que tenían todos los temas del último disco, una muy buena señal de que es un gran trabajo.

Tengo que reconocer que, aunque a veces pasa algo desapercibida, Miriam es una parte fundamental de la banda y tiene un papel importantísimo que lleva a cabo a las mil maravillas, y además lo hace con una sonrisa en la cara que transmite un muy buen rollo. Y claro, se puede pensar que la batería de Daniel García puede «eclipsarla», sin embargo, se complementan a la perfección y, aunque a veces nos cueste, nos abren los oídos a sonidos nuevos.

No puedo pasar por alto el trabajazo de Diego López (guitarra) y Pepe Blanco (bajo) que creo que son unos musicos increíbles y que, al igual que el resto, desbordan energía.

A falta de Taikos III y Los ojos de la serpiente la banda sacó todo el armamento de «BOSA» intercalándolo con temas más antiguos como Paranoia, Oxígeno o Gondwana. La noche acababa con Un nuevo sol haciendo un guiño final al momento de «renacimiento» de la banda.

Disfruté gratamente viendo a un público tan entregado, dejándose los cuellos, haciendo wall of death o circle pits tantas veces como se lo pidieran (y aunque no se lo pidieran, también), disfruté con los temas y, sobre todo, con la banda. Sin duda fue un concierto memorable.


Pero es que aquí no acababa la cosa claro. Desde Mataró llegaban BELLAKO y si pensábamos que nos iban a dar ni siquiera un segundo de tregua, la llevábamos clara. Con su thrashcore metal ponían la guinda al pastel.

Estaban presentando, aunque ya en la recta final, porque están a punto de empezar a preparar nuevo trabajo, como nos dijo el propio Rober, su último trabajo «Demonios», que cuenta con un año en el mercado.

No se si tengo palabras para describir lo que vi porque aún sigo intentado sostener el cuello recto después de su concierto. No es que no nos dejaran ni un minuto de respiro, es que agotaron los últimos cartuchos que nos quedaran en la retaguardia. Pura energía. Creo que esa es la palabra. De hecho, probar a buscarlo en el diccionario a ver si os sale una foto de ellos, por que si no es así, debería.

Igual volaban por los aires que acababan en el suelo, todo sin parar de tocar y, claro está, tocando bien!.

Del nuevo trabajo escuchamos temas como Demonios, De Nuevo, Trepanación o La vida es perra, entre otros más antiguos como El Nieto, Humo, Infected o Pollos Radioactivos. Y en algún momento entre toda esta barbaridad y locura que estábamos viviendo Roy decidió saltar sobre el público, sin soltar la guitarra, y una oleada de manos lo sostuvieron en alto para acabar uno de los temas como merecía.

Pal, la otra parte de las guitarras y Xavi al bajo no dejaron de interactuar con el público en ningún momento y Arnau, por la situación que le toca desempeñar el la batería, es que puede quedar relegado a un segundo plano, pero haciendo un muy buen trabajo también.

Sin duda los seguiré de cerca a partir de ahora.

Ya no pude quedarme al Kararocker, que fueron los encargados de cerrar la noche para los que aún tenían energía en sus cuerpos para culminar el sábado como merecía.

Redacción y fotografías por Irene Kilmister.