VULTURES VENGEANCE + LÖANSHARK
BARCELONA – 10 DE NOVIEMBRE 2019
SALA ROCKSOUND
OCTOPUSS PRODS
Concierto en pleno día de resaca… El pasado sábado 9 de noviembre se celebraba el Metalcova Fest, y el día siguiente la misma asociación y Octopuss Prods nos ofrecían otro concierto predestinado a congregar prácticamente el mismo tipo de público. El resultado fue el que más o menos uno de imaginaba: aproximadamente una treintena de personas (la gran mayoría de ellas aguantando estoicamente después de la paliza de la noche anterior) se reunieron para el primer concierto que los italianos Vultures Vengeance realizaban en la ciudad condal. A pesar de que, dicho así, pueda parecer un número de asistentes tremendamente pobre, podría haber sido peor si el evento se hubiese realizado al día siguiente tal y como estaba previsto inicialmente: haber coincidido con el concierto de Riot V hubiese sido una estocada letal.
Una auténtica pena, ya que Vultures Vengeance publicó hace unos meses el que perfectamente podría ser uno de los álbumes del año. The knightlore es un álbum de heavy metal épico con un nivel de solidez, personalidad y buen gusto musical muy difícil de encontrar hoy en día. Un disco en el que uno se puede sumergir una y otra vez sin que haya ni una sola ocasión en la que no se aprecien nuevos e interesantes detalles, los cuales hacen de él una obra tremendamente rica. Sin duda alguna, los seguidores del heavy metal épico recordarán este álbum como uno de los mejores en lo que llevamos de siglo dentro del género. Personalmente tenía sumo interés por ver cómo el cuarteto italiano se desempeñaba en directo, y aunque me hubiese agradado verlos en un mejor contexto debo decir que mi primera toma de contacto con ellos me dejó bastante satisfecho.
Al entrar en la Rocksound ya se podía percibir la escasa compañía con la que disfrutaríamos del evento, aunque me alegró ver el jugoso puesto de merchandising en el cual, a parte de poder adquirir The knightlore, Vultures Vengeance contribuyó a que mi armario no termine convirtiéndose en un agujero negro al disponer de camisetas de distintos colores. Todo un detalle!
Antes de recibir a la banda italiana le tocó el turno a los locales Löanshark, los cuales son ya un grupo bastante habitual de verse en este tipo de conciertos dentro de la escena barcelonesa a pesar de su relativamente corta trayectoria. Lo van logrando poco a poco demostrando que son toda una garantía en directo, incluso en ocasiones como esta en la que el contexto no termina de acompañar. Descargaron su potente y directo heavy metal, a medio camino entre la New Wave of British Heavy Metal y el US metal, a través de temas tan efectivos en directo como son Red light blues o Midnight shooter, imprescindibles en todos sus conciertos.
Sin embargo, el trío barcelonés se encuentra actualmente trabajando en el que será su primer álbum de estudio, y no desaprovecharon la ocasión para dejarnos caer algunas de las futuras composiciones, las cuales no había llegado a escuchar en ninguna de las otras ocasiones en las que los he visto. A juzgar por lo que oí, este nuevo álbum podría tener muchas agradables sorpresas que ofrecernos, pero ya habrá ocasión de escucharlas en plenitud cuando la banda consolide plenamente estos temas tanto en estudio como en directo. Por el momento lo que sí tienen interiorizado en plenitud es el material de su primer EP The warning sessions, con el cual siempre nos terminan haciendo disfrutar de lo lindo. Machine gunner y Heavy metal addicts cerraron su paso por la Rocksound, demostrando lo infalibles que son estas composiciones sobre un escenario.
Minutos después saltaban al escenario Vultures Vengeance, y lo hacían con la sobrecogedora y épica intro con la que da comienzo el mencionado The knightlore, correspondiente a la excelsa A great spark from the dark. Casi parecía que la estuvieran poniendo sampleada de lo fielmente que la tocaron pese a su dificultad, y no tardaron mucho en encarnar la característica atmósfera que tan bien supieron plasmar en estudio. Desafortunadamente, la sala Rocksound es extremadamente limitada en cuanto a capacidad sonora, de forma que el alto volumen al que tocaban provocó que el sonido se saturara y no se apreciara con toda naturalidad su tremenda calidad musical, a la vez que esta mencionada atmósfera no era capaz de envolvernos al 100% por la misma razón.
Prosiguieron con su presentación de The knightlore a través de la enérgica Fates weaver, para luego pasar a la llamativa Pathfinder’s call, sin duda una de las canciones más accesibles de este primer disco suyo. Tony T. Steele realizó una grandísima actuación vocal, exhibiendo su característica voz rasgada y alcanzando muy elevados agudos, me atrevería a decir que más altos incluso que los que aparecen en estudio en algunos casos. Se atrevió también a lanzarse a la pista para interpretar algunos de los muchos pasajes instrumentales que froman parte del ADN de Vultures Vengeance, mientras que el guitarrista Tony L.A. se ensalzaba en la pequeña tarima lateral del escenario demostrando su enorme calidad a las seis cuerdas.
Dead men and blind fates supuso el cierre de la presentación de The knightlore para pasar a recuperar material de sus anteriores EPs. Con ello empezaron a llegar unos remarcables problemas de sonido que la tomaron con la guitarra de Tony T. Steele, la cual pasó a sonar a un volumen irrisorio, supuestamente por problemas con los cables. Mientras se solucionaba el problema, Tony L.A. tomó la batuta y distrajo al público con un soberbio solo de guitarra en el que demostró no solo su dominio de múltiples técnicas, sino también su enorme sentido musical. Nada de solos aburridos de recorrer cuatro simples escalas a toda velocidad. Todo lo que tocaba tenía un sentido, y de aquí nace en gran parte la peculiaridad de esta banda y de su sonido.
Una vez solucionada la incidencia el cuarteto italiano siguió atacando su material menos reciente, entre las cuales cayeron A curse from obsidian realm y On a prisoner’s tale, pertenecientes al EP Where the time dwelt in (2016) y de atmósfera más oscura. Finalmente regresaron a los mismísimos orígenes del grupo, a la demo Rising, de la cual rescataron Rise of the morning star para así poner punto y final a una actuación que se me hizo bastante corta al no alcanzar casi la hora y cuarto. Tenían el tiempo que tenían y quizás eso no les permitió adentrarse más profundamente en The knightlore, lo cual fue una pena (sobre todo porque no tocaron la magnífica The lord of the key). Igualmente se trata de una banda muy joven, de modo que con un poco de suerte habrá múltiples ocasiones de verlos en un futuro no muy lejano.
En definitiva, una velada en petit comité, en la que sólo los más atrevidos se acercaron después de la noche anterior, para recibir a una banda que en mi opinión ha dado el gran campanazo este año. Más y mejores ocasiones se darán para ver a Vultures Vengeance en condiciones más decentes, con más público y una sala que soporte mejor su volumen, pero en esta primera ocasión en la que tocaron en Barcelona ya nos dieron toda una lección de actitud, puesta en escena, integridad y compromiso con lo que llevan a cabo. Habrá que seguir de cerca sus próximos movimientos, pues es un grupo que promete y mucho.
Crónica y fotos: Marc Paradell