Max Metal

STRAVAGANZZA llena de misticismo Madrid en la grabación de su DVD – Septiembre 2019

STRAVAGANZZA

Sala La Riviera (Madrid)

28 de septiembre de 2019

LABALLO

El sábado 28 de septiembre, teníamos una cita con Stravaganzza en La Riviera de Madrid, en un día muy especial,ya que nos encontrábamos en la grabación de su primer DVD. La banda madrileña, después de volverse a reunir en el 2017, han decidido inmortalizar su regreso por todo lo alto en vídeo.

A las 20.30h, como estaba anunciado, se apagaron luces dejando solo las de color rojo, creando ambiente y atmósfera tenebrosa. Poco a poco iban saliendo todos los músicos que conformaban el coro y  la orqueste de cuerda que acompaña a la banda, ataviados con túnicas y velas, como si de un funeral se tratase. Una vez acabado el ritual, sonó la intro que daba comienzo al primero de los cuatro actos en los que se dividió el set list, en la que salieron el cuerpo de bailarinas de Danza Rock & Metal, que intervino en varias momentos durante la noche, imitando al ave fénix. Seguidamente, el show dio comienzo con Dios, donde salen a escena los miembros de la banda mientras el público aplaudía y vitoreaba a la banda pero, el momento en el que la sala se vino abajo fue cuando el propio Leo Jimenez apareció en escena.

Con la primera canción ya pudimos observar a una banda bien consolidada y con un sonido sobresaliente. Al terminar este, sin tiempo de reacción, dieron paso a Cárcel de Pie y Hueso y En mi soledad me lamento, donde aparecen de nuevo las “Stravadancers” (como las llama Leo) interpretando a los condenados con cadenas colgadas a sus cuerpos.

Al terminar, Leo Jimenez da las buenas noches y con Mi Tempestad y una Riviera entregadísima con la banda, cantando y participando activamente, se daba fin al primer acto, haciendo un recorrido a su primer disco titulado de la misma manera, Primer Acto”.

Nos estaban dejando un muy buen sabor de boca, viendo el tremendo show que llevaban los madrileños esa noche y a un Leo pletórico, haciendo alarde de esos sobreagudos y dejando bien claro que sigue llevando dentro a la “bestia”, sentíamos que la noche iba a ser perfecta.

Pepe Herrero se dirige al coro «Coro’N’Rock Fuenla» en la intro que da paso al segundo acto, mientras es acompañado de la bailarina Zarina y su señorial coreografía. Como es de esperar, en esta parte del concierto, se hará un recorrido al segundo disco de la banda “Sentimientos”.

Empezaron con Miedo, uno de mis temas favoritos de este disco y de toda la trayectoria de Stravaganzza. Leo Jimenez sale a escena con una túnica negra, tapado hasta la cabeza, dándole el dramatismo a la letra de la canción y donde culminó con una interpretación vocal exquisita.

En Pasión la banda volvió a estar acompañada por las bailarinas, que esta vez interpretaron a las musas del arte ataviadas con una expresión de algunos de ellos, ya fuera un violín para ilustrar la música, un libro para la literatura o una paleta de pintura.

Para cerrar el segundo acto, sonaron Desilusión y Dolor. Aquí llega mi desilusión cuando me quedo con la espinita clavada por no ver incluida Impotencia a este set list y es que, no siempre se puede contentar a todo el mundo. Aún así, el repertorio escogido hasta la fecha por la banda era perfecto.

Llegamos al ecuador del concierto viendo a una banda disfrutar, activa en el escenario, un Patricio al bajo y un Pepe Herrero moviéndose por el escenario con su guitarra como pez en el agua, Carlos Expósito dejando boquiabiertos a los presentes por su manera de tocar la batería,  Miguel Ontivero, la última incorporación de Stravaganzza, haciendo muy bien su papel de guitarra rítmica (aunque eché en falta más interacción con el resto de sus compañeros), y a Leo Jimenez metido en el papel totalmente, disfrutando y animando a la gente en todo momento.

Entramos, para mí, en uno de los platos fuertes de la noche, pues era momento del tercer acto y por ello, temas de su álbum “Réquiem: tercer acto” uno de los discos que más me gustó en su día y por ello, expectante para ver cuáles habían sido elegidos. No empezaron nada mal y, tras la narración que abre cada acto y la representación con el cuerpo de baile, en este caso representando un séquito de muerte, Deja de llorar abría este nuevo bloque, seguido de Grande, dando ese toque más heavy que daba pie a desmelenarse.

Máscara de Seducción, otra de mis favoritas, hacía sus delicias entre los oyentes, con ese riff cañero y la interpretación majestuosa de Leo que, daba la sensación tenía problemas en el volumen del micrófono en algunos momentos puntuales. Pero salvando este detalle sin importancia, la Riviera estaba entregadísima.

Con Réquiem el escenario se llenó de cuadros con esquelas, muy acorde con el mensaje de la letra y Perdido ponía en punto y final a este acto, donde Patricio participó activamente en las voces junto a Leo, aunque no fue dado por terminado hasta que Pepe al piano interpretó un mix de los temas Nostalgia e Inmortal, junto a un Leo más calmado que daba un poco de tregua al público y relajando el ambiente. Después de escuchar momentos como este, no cabe duda que Pepe Herrero es un músico completísimo, que igual te dirige un coro, una filarmónica, te toca la guitarra más heavy o te interpreta al piano con una sensibilidad apabullante.

El cuarto acto, evidentemente se centró en el cuarto disco de la banda “Raíces” comenzaba con Cuestión de Fé, en la que Leo ocultó sus ojos tras una máscara, vistiendo una falda negra y un chaleco ajustado negro, tipo corset, todo con una ambientación muy gótica que encajaba a la perfección con el resto del atrezzo y el ambiente de la noche.

Sin amar era introducida por el Coro’N’Rock Fuenla y de nuevo las bailarinas de Danza Rock & Metal inundaban el escenario con sus elegantes movimientos, ataviadas esta vez con paraguas para acompañar el tema.

De este acto me quedo Impotencia 2, en la que Jose Luis «Korpa» Cuadrado fue invitado a colaborar, como es ya costumbre en muchos de los conciertos de Leo, aportando esas voces guturales que erizan la piel. Conste que yo no soy consumidor de este tipo de voces, pero negar que Korpa es un tremendo animal y que pone en pie y revienta cuellos, sería de ignorantes. Bien es cierto que su indumentaria para esa noche no acompañaba la estetica del resto, pero ante la clase magistral que nos dio se lo vamos a perdonar.

Un pequeño parón en el que Leo aprovechó para presentar a la sección e cuerdas que le acompañan, al coro dirigido por el gran Pepe Herrero, de los cuales matizaron que solo se encontraban parte de sus componentes debido a temas de espacio y agradecieron a todo el staff que había hecho posible que esa noche el DVD estuviese siendo grabado, pasando por la empresa de audiovisuales, compañía discográfica, técnicos; gente que nos son visibles pero sí imprescindibles.

Un millón de sueños ponía la parte más melódica a esta recta final del concierto y Agonía y Raíces fueron las encargadas de dar por finalizado el acto, y así, el recorrido a sus cuatro discos, siendo de este último del que más temas pudimos disfrutar.

Queda vacío el escenario por unos momentos, pero todos sabíamos que volverían porque quedaban dos temas por tocar que, aunque no sean de Stravaganzza, se han convertido ya en parte imprescindible de la banda. Además La Riviera no estaba conforme, no iban a dar el concierto por terminado, y coreaban el nombre de la banda a la par que pedían otra y otra sin descanso.

Con Hijo de la Luna, vuelven al escenario todos los músicos de la noche, y es que aunque la canción fuera de Mecano, Stravaganzza la popularizó entre los heavys con su versión. El broche de oro lo puso la versión de Eloise de Tino Casal que fue la encargada de cerrar el concierto y concluir así más de dos horas y media de concierto en una noche Stravaganzza dejó claro que es es una banda única en su especie y en el género que practica, y que la calidad musical que desprenden es inigualable.

Redacción por Javier Oliva.
Fotografías por Andrea Fernández.