Max Metal

CRÓNICA: Girlschool se reafirman en Barcelona – Abril 2019

GIRLSCHOOL + MEAN MACHINE

BARCELONA – 7 DE ABRIL 2019

SALA BÓVEDA

 

Lluviosa tarde/noche de domingo… Dicho así no parece el escenario más apetitoso para irse de concierto. “Va a ser una palmada enorme” iba yo pensando, pero para mi sorpresa el concierto de Girlschool y Mean Machine hizo que la sala Bóveda de Barcelona presentara un aspecto mucho más que decente. Al fin y al cabo, Girlschool siguen llevando la bandera de ser un grupo pionero si tratamos de cuestiones de género en el panorama metalero: junto a The Runaways fueron la primera banda de hard rock y heavy metal formadas exclusivamente por mujeres, de modo que tienen una buena carta para seguir atrayendo cierto número de público a sus conciertos a casi 40 años de su debut en aquella New Wave of British Heavy Metal.

Al grito de “os vamos a meter rock ‘n roll por el culo” saltaron al escenario Mean Machine. Conociendo la historia de la estrecha relación que hubo entre Girlschool y Mötorhead, uno puede llegar a la conclusión de que no es de extrañar que los barceloneses fueran los elegidos por las inglesas para acompañarlas en sus cuatro fechas por España: Ridin’ the iron, Rock n’ roll up your ass o cualquiera de los temas que desgranaron en su media hora de actuación encarnan al completo la esencia de Mötorhead, a base de líneas de batería rápidas, bajo distorsionado al más puro estilo Lemmy (usan incluso el mismo modelo de bajo), voz rasgada y en general un estilo enérgico y agresivo. Sin embargo, encontré que esta misma característica que define a la banda es al mismo tiempo su principal punto flaco: se centran tanto en calcar a Mötorhead sistemáticamente, desde el sonido hasta la actitud, que al final, tras la descarga de energía inicial, su actuación me empezó a parecer insípida y repetitiva a más no poder. Me dio la sensación de que la banda no arriesga en absoluto con ningún toque más personal que los diferencie, ni tan siquiera entre canción y canción, y esto resulta en una total linealidad que al menos a mí me termina aburriendo. Y aún más tratándose de un estilo ya tan trillado como el de Mötorhead. Tampoco ayudó el sonido de la batería, notablemente descompensado en gran parte de la actuación, o al menos así se escuchaba desde la pista. De todas formas, no fueron los únicos con problemas de sonido aquella noche…

 

El sonido de sirenas nos avisaba de la llegada de Girlschool. La guitarrista Jackie Chambers notó problemas de sonido con su pantalla incluso antes de dar el pistoletazo de salida con Demolition boys, cosa que se convirtió en la tónica de los primeros compases: los problemas se iban sucediendo y entorpecían el transcurso del concierto, impidiendo que las chicas inglesas pusieran la directa hasta bien entrada a la actuación y teniendo que quejarse cada dos por tres. A pesar de ello ya nos empezaban a desgranar clásicos tales como C’mon let’s go o Not for sale. Con los problemas (aparentemente) solucionados, llegó el turno para material más reciente a través de Guilty as sin para luego, por fin, sentirse ya cómodas y empezar a marcar un punto de inflexión a mejor que no descendió de entonces hasta el final. Fue una noche dulce en general para Girlschool. Se nos presentaron mostrando su mejor versión, cosa que no había ocurrido la vez que las vi anteriormente abriendo para Saxon. Yendo a su aire, con su repertorio completo, con Kim y Jackie firmes y seguras, con Tracey perfectamente reincorporada a la banda casi tres décadas después y la garantía de Denise a la batería, la velada lo tuvo todo para que las inglesas nos dejaran con buen sabor de boca. Atacaron enérgicamente algunos de sus temas más emblemáticos como Hit and run, Future flash o Kick it down.

 

Como no podía ser de otro modo, Girlschool quisieron dedicar una canción a la memoria de Lemmy Kilmister. Tomándoselo con humor, haciendo referencia al dibujo de Lemmy que hay pintado en los lavabos de hombres al fondo de la sala Bóveda y bromeando sobre los “trapos sucios” que podrían salir sobre ellas cuando salga la próxima biografía del malogrado cantante y bajista de Mötorhead, eligieron la canción Take it like a band como homenaje.   Aunque realmente el verdadero homenaje se lo dieron a sí mismas con un tramo final de repertorio que puso la sala patas arriba. Empezando por una Race with the devil que sonó increíblemente bien, incluidos los solos de guitarra bastante bien defendidos por parte de Jackie, pero que sólo fue el principio de la descarga: le siguió la versión de Bomber que hizo enloquecer a los muchos fans de Mötorhead que se habían acercado, y la imprescindible Emergency que hizo saltar a los allí presentes. Para terminar cerraron interpretando su versión de Tush de ZZ Top, para mi sorpresa ya que esperaba que lo hicieran con Yeah right, pero finalmente se quedó en el tintero. Lástima, pero tampoco hay mucho margen para quejarse con el sobrio trabajo que las chicas de Girschool se curraron aquella noche.

 

A pesar de que les costó arrancar más por culpa de los problemas de sonido que sufrieron que no por falta suya, Girlschool realizaron una actuación muy convincente. Para concluir la velada, poco rato después todas las componentes de la banda bajaron del camerino a la entrada de la sala para un hartón de firmar discos y hacerse fotos con sus fans de forma muy atenta y agradable.