VITA IMANA – BOSA
Autoeditado
9,5/10
Vita Imana es una banda de groove metal que nace en 2005, de la fusión de raíces tribales y el metal más pesado de los años 90, una interesante mezcla de ambientes calmados y pasajes agresivos con la influencia del sonido más actual, en donde destaca especialmente su excelente producción en estudio, y la espectacular puesta en escena en sus directos.
2017 es un año complicado para la banda ya que lanzan su cuarto álbum de estudio “El M4L” con el que giran por toda España pero también anuncian la salida de dos de sus miembros Javier Cardoso y Puppy, y la desvinculación de David Sobrino, el que fuera su manager desde 2010.
Ahora llegan con energías renovadas y más fuertes que nunca y lo demuestran con este nuevo disco BOSA, que sale a la venta este 5 de marzo y que sirve también de presentación oficial de la nueva formación con Diego López a la guitarra y Antonio Burgos (Mero Mero) a la voz.
La primera de este nuevo trabajo es Calima, una intro con ritmos muy étnicos, melodias suaves con percusiones como acompañamiento que no tarda mucho en dar paso a la primera tralla del disco: No en mi nombre, que abre con un grito desgarrador. Desde este primer tema disfrutamos de baterías duras y rápidas con mucho doble bombo, acompañadas por guitarras con un sonido potente que mezcla riffs puros con constantes melodías que se entremezclan con la voz de Mero Mero, el cual, tengo que decir, hace un papel brillante durante todo el disco.
Desfiguradas fue presentada como primer adelanto y creo que fue un gran acierto, pues me parece la joya de la corona de este BOSA. Comienza con un ritmo de guitarra distorsionada que se mantiene en todo el tema mientras Mero Mero nos habla sobre la represion a la clase obrera y al trabajador.
¡Contraataque! es un llamamiento a las personas maltratadas a alzarse y no dejarse pisar, con una increíble melodía de guitarra en el estribillo que funciona como dúo con la voz.
Y con Taikos III nos dan un respiro. Un parón para coger aire, siguiendo con los toques étnicos y con la percusión acompañando una guitarra acústica.
Volvemos a la tormenta con Los ojos de la serpiente que comienza con un susurro, que a los más frikis nos puede recordar a la lengua parser utilizada en la saga de Harry Potter y que sigue con melodías hipnoticas, seguiendo la temática de la letra.
Llegando a la recta final volvemos a tener dos temas, El mundo a mis pies y BOSA, cortos, rápidos, intensos, con dobles bombos retumbando en nuestro tímpano y con voces guturales desgarradas pero perfectamente controladas y entendibles, algo que a veces es muy difícil de conseguir en estos estilos.
El duelo es el tema que cierra esta obra maestra, que fue elegido como segundo adelanto y del que me gustaría destacar la variedad en un mismo tema en el que se incluye hasta un pequeño interludio similar a la intro.
Cuando una banda pierde componentes siempre hay posiciones y opiniones diferentes, hay miedos y se crean expectativas pero sin duda Vita Imana han conseguido salir airosos de esta situación.
Este nuevo trabajo tiene un 10 en cuanto a sonido, limpio, potente, con un trabajo increíble por parte de Román García y Diego López con las guitarras que se apoyan en la contundente base rítmica de Pepe Blanco al bajo y Daniel García a la batería, todo ello adornado con las percusiones de Míriam Baz que no cargan en absoluto la mezcla, al revés, la colorean para crear ese ambiente mágico de sus composiciones.
La guinda del pastel la pone Antonio Burgos (Mero Mero), para mi la estrella de este disco (sin desmerecer en absoluto el trabajo conjunto) pero es que como ya he dicho, su voz transmite toda esa rabia y rebeldía con potencia pero dejándonos entender sus palabras aún utilizando guturales.