Sin la menor sombre de duda, era uno de los carteles más interesantes que tendremos en todo el año. De hecho, la Salamandra quedó empequeñecida con el sold out y no pudimos vivir suficientemente cómodos un cuádruple cartel con dos bandas que han sacado recientemente obras maestras en forma de discos (Soilwork y Amorphis), luego teníamos a una de las bandas con más futuro (Jinjer) y una de las grandes sorpresas de la temporada: Nailed to Obscurity. Desgraciadamente el sonido de la sala ese día no estuvo a la altura y esto le restó muchos enteros a un show que podría haber sido histórico. ¡Es más! Estoy seguro que dentro de unos años miraremos a este cartel y exclamaremos un: “¡qué pasada de concierto!”.
Nailed to Obscurity confirman que sus temas ganan en directo
Por problemas derivados de la acreditación entré tarde para ver a unos Nailed to Obscurity a quienes les tenía muchísimas ganas. Son una de las bandas que recientemente más me han sorprendido en disco y esperaba como agua de mayo su directo. Pude ver dos temas y no quedé defraudado para nada. Su doom-prog gana muchos enteros y matices en directo y el grupo se crece sobre las tablas. Preciosa combinación de tiempos en “Tears of the Eyeless”, buen trabajo en los coros y buen final con “Desolate Ruin”. Un gran Raimund Ennenga comandó la nave con mucho nivel, demostró que técnicamente son impecables y que Black Frost es una obra más que recomendable.
Jinjer exhibe técnica y una Tatiana espectacular
Si bien la vez que les vi de teloneros de Arch Enemy no terminaron de convencerme para nada, su nuevo EP Micro, y el hecho de darle más atención a su música, han propiciado que los ucranianos me hayan convencido ampliamente. Su música es moderna y se intenta alejar de lo obvio. Ya se pudo ver desde “Words of Wisdom” y “Ape”, dando mucha cabida a su nuevo trabajo. Obviamente Tatiana enamora con sus cambios de registro. Es todo un portento, pero la banda no se queda corta, especialmente su bajista Eugene en cortes como “I Speak Astronomy”. Se navega desde el metal progresivo al estribillo pop pero con muy buenas maneras, como en “Dreadful Moments.
Personalmente lo que más me gusta de su EP es “Teacher Teacher”, pero no llegó a lucir como debiera. Uno de los grandes momentos es siempre la demostración de rango vocal de “Pisces”, un tema que les dio un importante espaldarazo en su día. El sonido cumplió y pudimos despedirnos con una sonrisa en los labios en “Perennial” y con “Sit Stay Roll Over” en otra gran demostración de que esta banda tiene un enorme futuro. Tatiana va para diva, seguro que las ofertas de carrera en solitario ya deben estar sobre la mesa…
Soilwork trae el mejor disco de su carrera con el peor sonido posible
Puede quedar algo extremadamente sincero el confesar que hace como una década que no me interesaba nada de Soilwork, pero eso es algo que no sólo me pasaba a mi. Todo ha cambiado con el fichaje de David Andersson (aunque ausente en esta gira. En su lugar estaba Simon Johansson de Wolf) y que hayan creado la genial The Night Flight Orchestra. El resultado en disco ha sido una obra maestra para Soilwork: Verkligheten. Está totalmente influenciado por la TNFO, lo cual es maravilloso como pudimos comprobar desde “Arrival”. Se agradece que mantengan bastante material del Stabbing the Drama pero ya en ese momento quedaba claro que el sonido no iba a estar de su parte. Una lástima pues por mucho empeño que le puso Björn Strid en “Nerve” la cosa no despegó nunca. Y eso que hay material tan maravilloso como “Full Moon Shoals” que quedó sumamente deslucido.
La gente que no era fan del grupo fue desencantándose y material más antiguo como “Death in General” o “Like the Avarage Stalker” sonó repetitivo y falto de fuerza. Es una lástima pues siempre que les veo no terminan de llagarme. La diferencia es que esta vez iban armados con material de primera. Fue una lástima que cañonazos melódicos como “Witan” o The Nurturing Glance” quedaran en tierra de nadie. Los teclados de Sven Karlsson no quedaron nítidos si no era cuando tocaba en solitario, y la movilidad de Andersson, Coudret y Nordberg fue escasa. Destacaría los dos trallazos del The Living Infinite, la homónima y “Drowning with Silence”, pero no sería hasta que tocaron la seminal “Stabbing the Drama” cuando la cosa mejoró. La gente agradeció este temazo que les puso en el mapa, y más cuando luego viene con una de las más espectaculares de su nueva obra: “Stalfagel”. Mejoraron las cosas en el tramo final pero para nada fue el concierto soñado de Soilwork… y mas si lo comparamos con el de The Night Flight Orchestra.
Amorphis nos dejan a medias con un sonido mejorable
Tenemos que volver a referirnos otra vez al dichoso sonido para resumir el show de Amorphis. En el Leyendas estuvieron colosales y son una banda que siempre cumple cuando toca, pero esta vez la cosa se quedó a medias. Puede que algunos echaran de menos más material antiguo, pero no voy a quejarme cuando “The Bee” abre la caja de los truenos. Sobriedad, con un bonito telón trasero y con el grupo enchufado y con ganas para continuar luego con “The Golden Elk”, con ese riff que parece tomar inspiración del solo de “Hotel California”. Es espectacular la carga folk de las composiciones y la transición hacia el estribillo. La nueva obra es colosal. Pero la alegría no fue completa cuando una maravilla como “Sky Is Mine” suena a medias.
Tomi Joutsen no brilló como debía y ya ha abandonado esos pies de micro extraños. Esta vez toda la originalidad quedaba relegada a un cable antiguo de teléfono. Hasta tres temas del “Under the Red Cloud” como la pegadiza “Sacrifice”. Me confieso un fan absoluto de Amorphis desde Eclipse; probablemente desde que entró Joutsen en el grupo. Es una lástima no poder terminar de percibir del todo bien las constantes armonías de Esa Holopainen y Tom Koivusaari mezcladas con los teclados de Santeri Kallio. El folk nórdico volvió a relucir en “Message in the Amber” pero sería “Silver Bride” uno de los cortes que más engancharon al público. ¿Es quizá esta canción la mejor que hayan grabado nunca? Puede, lo que sí es seguro es que no terminó de llenarnos a los presentes por motivos sonidísticos.
“Bad Blood” y “Death of a King” serían las otras dos concesiones al Under the Red Cloud, un disco que cada vez me convence más a fuerza de oír sus temas en directo. Otra de las joyas que más brillan de The Queen of Timees la incontestable “Wrong Direction” que sonó sin los efectos envolventes de las teclas de Kallio. “Daughter of Hate” y “Death of a Giant” (súper-épica) cerraron las seis canciones que representaron su última obra, nada mal para una gira de presentación. Pocos parlamentos, pero mucho feeling con la gente por parte de un Tomi ya muy entregado. Siempre es una buena noticia que toquen algo del genial Circley agradecimos el “Hopeless Days”. Las joyas más esperadas son las canciones antiguas, y la que anticipó los bises fue “Black Winter Day”, siempre con el bajo muy por encima de las guitarras. Este tema sigue tan vigente como lo fue en su día. Luego la ya mencionada “Death of a King” y finalmente fin de fiesta con “House of Sleep” y su riff inmortal acompañado por las voces de los presentes.
Amorphis para un servidor es una de las mejores bandas de la última década, sacan discos exquisitos y están a un nivel estratosférico pero el sonido de ayer no estuvo a la altura y no pudimos quedarnos KO ante un set brillante y adictivo. Algo que sí pasó en el Leyendas del Rock del presente año. Tampoco funcionó la tecnología para unos Soilwork que en disco han vuelto a enamorarnos. Es una lástima que ambas bandas vieran lastrada su actuación por problemas técnicos, pues repito, el cartel era absolutamente espectacular. Me quedo con la eclosión de Jinjer y sobre todo con la confirmación de que Nailed to Obscurity tienen mucho que ofrecernos.
TEXTO: Jordi Tàrrega
FOTOS: Irene Kilminster