AVANTASIA – Moonglow
NUCLEAR BLAST
7.5/10
Avantasia enterró a Edguy, y lo que era una diversión paralela del gran Tobias Sammet, es ya su plena ocupación. Junto con los actuales Helloween es la única banda de power metal capaz de ser cabeza de cartel en festivales de todo el mundo. La máquina no para y cada dos-tres años Sammet vuelve al ruedo con material fresco, y siempre de calidad excepcional. Pero esta vez, quizá, y por vez primera, creo que el proyecto se resiente. No hay grandes sorpresas en lo musical ni en cuanto a invitados y el peso de Michael Kiske ha quedado relegado a un solo tema. Normal, capitanea la otra gran franquicia de power metal, eso hace que Tobias tire más de un Geoff Tate, que tiene mucho más tiempo libre.
Disco de gran calidad, pero previsible a más no poder
Vas a encontrar justo lo que esperas. Épica, ritmos folk, coros grandilocuentes y un gran trabajo en composición. Todo se abre con “Ghost in the Moon”, que empieza como el típico tema de Avantasiacon Sammetde voz principal, pero va tomando unos derroteros más a lo Meat Loaf. Parece como si el alemán hubiera estado empapándose de Jim Steinman a la hora de componer con momentos muy orgánicos y cambiantes. Un gran Sacha Paetha la guitarra y mil adornos y capas sonoras de lo más grandilocuente. Tema coral con Hansi Kürsh, Jorn Landey Ronnie Atkins en “Book of Shallows” en otro corte tipo. El papel del Blind Guardian es el más destacado y encaja de maravilla. Ojalá sea uno de los invitados en la gira. Es uno de los temas más netamente heavies del disco con Mille Petrozza irrumpiendo con toda su fuerza vocal.
Candice Night, Mille Petrozza y Hansi Kürsh las grandes novedades vocales
El otro gran nombre es Candice Night en “Moonglow”, la típica balada del proyecto y otra diva con tiempo libre. Oscuridad de inicio con el contrapunto de su voz y la de Sammet. La versión del “Maniac” 80era es ese homenaje que siempre hace Tobias a las bandas que más le apasionaron de a década de las hombreras, como ya hiciera con Abba o con el “Rock Me Amadeus”. Toca poco de la original y también cabe decir que ya hay varias bandas de metal que se han acercado a versionar la banda sonora de “Flashdance”. Colabora aquí el siempre elegante Eric Martin de Mr. Big, ya todo un clásico en Avantasia.
Se echa en falta la capacidad de sorpresa y el asumir riesgos compositivos
El single fue la extensa “The Raven Child” destinada a demostrar que el castillo sigue en pie. Monumental obra de larga extensión con un Hansi que encaja como anillo al dedo (seguro que le encantaría este símil). De inicio con reminiscencia medieval y aires folk irlandeses. No podía faltar tampoco Atkins a la cita, con la clase por bandera. En “Starlight” tenemos a otro tema tipo del proyecto. Melodía y velocidad templada sin necesitar del doble bombo de Felix Bohnke. “The Piper at the Gates of Dawn” es el tema más coral, será ideal para el tramo final de la actuación en vivo con todos los cantantes sobre escena. Es también otra de las composiciones más inspiradas del disco.
Soy de los críticos con Geoff Tate, y más después de verlo en directo con una banda de bar, pero en estudio es capaz todavía de ponerme la piel de gallina al arrancar con “Invencible”. Un dueto con el cantante de Edguy que a buen seguro será uno de los puntos fuertes del concierto. Power balladde manual con piano de base tocado con un gran sentimiento. Y todo en tres minutos. El tema de aires tecnológicos y con efectos futuristas es “Alchemy”, con Tate, Sammety un gran solo de Paeth en otro tema tipo de la saga. Curiosos son los títulos de “Lavender” y “The Piper at the Gates of Dawn”, ambos con reminiscencias a grandes bandas, que seguro, no son casualidad. “Lavender” es terreno abonado para que Bob Catley pasee su gran hard rock de quilates. Tema redondo con teclados orquestando y coros grandilocuentes. “Requiem for a Dream” es uso y disfrute de Kiske. Doble bombo con un tema a medida para el divo. Se aprecia ese bajo agudo a lo Helloween por parte de Paeth y todo el sabor de clásico del power metal.
Es un gran disco, pero quizá lo sitúe un peldaño por debajo de los anteriores, pues muchos de ellos bordeaban la perfección. La fórmula da síntomas de fatiga y el más de lo mismo se instala, por mucho que todo funcione y que haya momentos estelares. Se echa de menos algo de riesgo. Posiblemente me trague estas mismas palabras cuando les vea en directo y estos temas me dejen extasiado, pero suena tal y como imaginas que sonará el disco. El hecho de que Kiske ya no sea el otro pilar junto a Sammet puede que sea el otro hándicap, pero su sustituto, Tate, aquí hace un trabajo espléndido. Otra página más en la historia dorada de Avantasia. Todo depende de lo exigente que seas con el genio de Tobias Sammet.