BRING ME THE HORIZON – AMO
RCA
3 / 10
Se pueden usar muchos sustantivos y adjetivos para definir este disco, disparate, rareza, marcianada, despropósito, incomprensible, irracional, arriesgado, indigno, inexplicable, inesperado, loco, insensato, excéntrico, incluso hablando en plata podríamos usar palabras como mierda, basura o cagada, lo que está claro es que hay palabras que no podemos usar en absoluto: “metal”, “hardcore” o similar.
Y es que este “Amo” parece el resultado de una orgía lisérgica en la que hubieran participado los peores Thirty Seconds To Mars, Imagine Dragons, David Guetta y la música ambiente del Bershka. Demasiado experimental con un coqueteo descarado con el pop y a la música electrónica hasta el punto de mostrar a unos Bring Me The Horizon desdibujados e irreconocibles.
Cuesta encontrar temas donde reconocer a esa banda cañera e irreverente que convenció a medio mundo con discos pasados, pueden salvarse “Mantra”, o “Sugar Honey & Ice Tea”, pero otras como “Nihilist Blue” o “Fresh Bruises” podrían protagonizar noches en cualquier discoteca de Ibiza o cutre bares de chill-out. “Mother Tongue” es carne veraniega de mainstream, puro pop que no tiene nada que ver con lo que era la música de este grupo. Sin embargo, encuentro elementos interesantes en la rareza “I Don’t Know What To Say”, donde encajan bien la presencia de elementos tan ajenos a una banda como Bring Me The Horizon como los instrumentos de cuerda o la guitarra acústica.
Asumimos que las bandas prueben cosas nuevas, innoven y no se anclen en la autocomplaciencia, pero con “Amo” han rizado el rizo difuminando hasta extremos irreconocibles su personalidad. Esto es otra banda, no se parece en nada al grupo que sorprendió y encandiló con “Sempiternal”, un disco rompedor, contundente y sin fisuras. Allí alcanzaron su pico creativo y de popularidad, pero desde entonces emprendieron un descenso vertiginoso, primero con un “That’s the spirit” que ya mostraba esta preocupante involución, y finalmente con este “Amo” donde se materializa definitivamente su decadencia. Esperemos que recapaciten y encuentren de nuevo una senda musical más coherente.
Juan José Díez