NAILED TO OBSCURITY – Black Frost
Nucear Blast
7.3/10
Paisajes helados y oscuridad para otro gran fichaje de Nuclear Blast, con reminiscencias a Opeth y con coqueteos con el doom metal y el progresivo. Ellos son germanos afincados en Essen aunque con sonido de ascendencia noruega y capaces de ofrecer un disco tan interesante como Black Frost. Death melódico con un gran cantante capaz de adentrarse en las voces limpias con clase y calidad, muchos juegos atmosféricos y punteos presentes para jugar a cumbres y valles. Ya habían avisado antes con trabajos rotundos como fueron Opaque y King Delusion, así que la progresión hacia arriba continua, ya en manos de una potente discográfica y compartiendo cartel con Soilwork, Jinjer y Amorphis dentro de nada.
Nailed to Obscurity fichan por Nuclear Blast y evolucionan hacia el death-doom-prog
Ya en “Black Frost” uno percibe una producción exquisita con toda la paleta de colores fríos con la que juegan. Desarrollos instrumentales cambiantes y un Raimund Ennenga tirando de guturalidades. Hay momentos muy Paradise Lost pero también cerca de los Opeth de sus primeras obras. En cierta medida hay algo incluso de los Sirrah, banda polaca de los 90 que deambulaba por el gótico. Puede que a nivel de originalidad no estemos ante una banda rompedora, pero la mezcla de todo da algo muy interesante. Temas largos y momentos de death progresivo en “Tears of the Eyeless” que arranca después con un pasaje muy a lo Anathema. En “The Aberreant Host” hay un sendero a medio camino entre lo gótico y lo doom, con una buena demostración de batería por parte de Jann Hillrichs. Suena todo oscuro y frío y su evolución les ha llevado a calmar la propuesta buscando algo más personal.
Una obra oscura y gélida que no esconde sus influencias
En “Feardom” llegan a sonar alternativos, de entrada, para luego acariciar la oscuridad con muy buenas maneras. Luego el estilo más netamente doom se abre paso. “Cipher” es el tema más largo con un Raimund que rasga su voz a tiempos lentos jugando con la pesadez del riff y la base rítmica. Es en temas como este cuando pueden sonar algo predecibles con las influencias más que evidentes. Algo similar pasa en “Resonance”, que parece la continuación de la misma canción si no fuera por las voces limpias. Echan el cerrojo con un “Road to Perdition” que tiene otro inicio que se sale del guion y en la que Raimund pone unas voces muy Black Metal. En cuanto a voz es un tipo de lo más versátil. Destacan aquí las guitarras de Volker y Jan-Ole en uno de los cortes más rotundos y convincentes del disco.
El nombre de la banda es argot marinero y describe la situación en la que el agua baja sobre el barco dejando helada la embarcación, y la envuelve en una nube fría que no permita la visibilidad y que hace fallar a todo el equipamiento electrónico. Posiblemente nunca un nombre ha dicho tanto sobre el estilo de un grupo, pues esa es justamente la sensación que invade al escuchar a Nailed to Obscurity. El disco está bien y apuntan buenas maneras a pesar de que su evolución ha ido hacia otras bandas demasiado reconocibles. Veremos como suenan estos temas en directo cuando actúen junto a Amorphis dentro de unas semanas. De verdad que les tengo tantas ganas a los Nailed como a las otras tres.