Max Metal

CRÓNICA: Lluvia, fuego y petardos para una noche de glam rock con Adam Bomb en Barcelona

ADAM BOMB

SALA ROCKSOUND BARCELONA

15-11-2018

Volvió el eterno nómada del glam rock en una noche lluviosa en la que hubo que achicar agua de la sala ya en las pruebas de sonido. Este tipo de adversidades para el sr. Bomb son pan comido. Ha tocado en mil situaciones adversas y ha tenido que tirar de su ingenio en muchas otras para salvar el culo, así que unas gotas de agua poco le espantan. Esta vez venía con la banda al completo (muy competente) y pudimos verle en todo su esplendor. Ya era hora… mis tres últimas experiencias con él habían sido en solitario. Los barceloneses respondieron y mejoraron la entrada de su última visita. Lo que sí puedo deciros es que todo aquél que ve al de Seattle sobre escena termina rendido ante sus trucos y su personalidad.

Adam Bomb tira de versiones, especialmente Hendrix, Beatles y Led Zeppelin

Adam presentaba un disco nuevo, casi todo de versiones, y una gira de hasta 15 fechas a lo largo de la piel de toro. Algo que suele ser muy habitual. Él ama tocar con lo puesto y perderse en la noche. La cosa iba con retraso, pero llegué cuando arrancaban el “Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band” (Beatles) perfectamente apoyado por los coros de su alto bajista que hacía dobles voces por arriba y quedaba realmente bien. Adam se puso la sonrisa, el plumero que adorna su pie de micro y sus tres guitarras luminosas. Sorprendió a todos con un ataque frontal con el material de Jimi Hendrix. Tiene lógica que homenajee al músico más famoso de Seattle, su misma ciudad. Excelente con “Hey Joe”, “Voodoo Chile” o Foxy Lady”. Este material sigue muy vigente, atrapa en directo y estuvo muy bien defendido por el trío.

Dio carpetazo a la sesión Hendrixiana con el himno americano “The Star Spangled Banner” con los guiños de tocar la guitarra con los dientes o de ponérsela al revés. Fue entonces cuando Adam prendió su primer cohete y roció con alcohol el crash de su batería. Un truco sencillo pero muy resultón. Al golpear, del plato salió una llamarada que se elevó hasta lo alto de la sala. Luego hizo un repaso de su etapa con Get Animal de la que sobresalió “DWI on the Info-Superhighway” y “Je T’Aime Baby”. Obviamente Adam le cambió la letra y el estribillo pasó a ser “Te quiero Baby, chupa mi polla”. Pura poesía de glam de alcantarilla. La gente se lo pasaba en grande y los bailoteos fueron una constante. El “New York, New York” fue otro de los puntos de inflexión de la velada. Aquí si que se llevó a la gente de calle.

Una banda a la altura (¡esperemos que no le abandonen!)

Otro de sus grandes momentos es el solo “Eruption” de Van Halen. Adam Bomb siempre dice que esas tres horas que pasó con el divo le cambiaron la vida. La verdad es que el anteriormente-llamado-PinkGibson es muy rápido tocando, tiene mucha técnica y es muy elegante de movimientos. A ello súmale que es totalmente fotogénico, y si te fijas, tiene unos dedos muy largos y unas manos muy grandes. Definitivamente nació para tocar la guitarra. Genial con un “California Man” (The Move) súperfestivo y un “Helter Skelter” de los Beatles que siempre engancha. Tocaba material del propio y piezas como la machacona “I Want My Heavy Metal” o “Rock Like Fuck” eran obligadas. Es una lástima que no tire más de sus propias composiciones, pero tampoco vamos a criticar un show tan dinámico como festivo.

Gran final para que luego Adam se perdiera en la noche

Cayó también la versión drogadicta del “Siete vidas tiene un gato” (Antonio Flores) rebautizada como “Siete Lonchas tiene un gramo”. Siempre es divertida… Hubo más petardos y fuego en la batería para alegría de los fotógrafos y una incursión interesante en Led Zeppelin en la que sonaron “Back Dog” y “Rock n’ Roll”. Temas complejos que requieren que la banda cumpla y vaya rodada. También me sorprendió gratamente un tema country, un estilo que Adam no ha explotado, pero en el que se defiende excelentemente. Cerrando la noche cayó un tema nuevo como es “They only Love When You Are Dead” y un “Rock ‘n’ Roll Suicide” de Bowie que supuso un buen broche final a hora y media de exhibición dactilar, actitud y temas atemporales.

 

Esos cambios de guitarra con luces de colores, los amplis y cabezal iluminados y esos pequeños trucos son lo que hacen especial a este artista, al que la fortuna nunca ha estado de su parte. La gente que lo veía por vez primera terminó encantada, y eso siempre me hace pensar que Adam Bomb lo tenía todo para triunfar a un nivel mayor. De todas formas, siempre es un lujo verle a primera fila, él siempre se entrega hayan 10 o mil personas. Veremos si la banda aguanta y no le abandona. Esta vez incluso les presentó. Tocará esperar hasta el año que viene. ¡Pura diversión!

TEXTO: JORDI TÀRREGA

FOTOS: ROCK CHICKS ROCK BOOKING AGENCY