La relación de los videojuegos con el mundo del metal viene de lejos. Desde que los videojuegos vinieron a cambiar nuestras vidas allá por los años 80, ha habido guiños al rock más duro, bien sea por la música, la estética o por compartir filosofía vital.
Algunos de los primeros juegos abiertamente dedicados al metal hacían referencia directa a algún grupo en concreto; también hay que decir que muchos eran máquinas de pinball o Arcade, y que no todos tuvimos la suerte de poder disfrutar de ellos en los recreativos de nuestros barrios. De principios de los 90 tenemos como ejemplo el Crüe Ball, basado en los temas de Motley Crüe, o el Revolution X, donde la misión era luchar contra los malos que querían prohibir la música (y los videojuegos y la televisión) y tenías premio extra si salvabas a todos los miembros de Aerosmith.
Mención especial merecen los videojuegos de Iron Maiden. No hay prácticamente nada que escape a la omnipresencia de Eddie, desde calcetines de lujo hasta aviones, está en todas partes. En 1999 se lanzó un juego para PC, Ed Hunter, que tenía como protagonista a la mascota de los Maiden. Hace un par de años, Eddie llegó a los móviles. Iron Maiden – Legacy of the Beast es un juego gratuito para iOS y Android en el que hay otros personajes relacionados con la banda y puedes transformar a Eddie de distintas formas.
Hay que destacar también un videojuego dedicado a Kiss que es en sí mismo uno de los juegos metaleros más recordados de la historia. Kiss Psycho Circus: The Nightmare Child, que salió en el 2000 para PlayStation y PC, era una mezcla entre el pinball de los Kiss de finales de los 70 y la serie de cómics Kiss Psycho Circus de Todd McFarlane.
En este tipo de juegos la relación es más que obvia, igual que pasa con los musicales como el Metal Hero o el Guitar Hero de Metallica. Pero hay videojuegos que se consideran parte del género del metal, que no tendrían sentido si no tuviesen corazón y entrañas metaleras.
Es el caso de Doom. Cuando salió en 1993 se convirtió de manera automática en uno de los videojuegos más destacados de la década, y se sigue considerando todo un referente en el género de terror y ciencia ficción. Se puede decir sin miedo a equivocarse que fue un juego que cambió la historia, y gran parte de su éxito se debe a su banda sonora. El compositor fue Robert Prince, quien tomó referencias de grupos como Slayer, Judas Priest, Pantera o Metallica.
En 2016 se relanzó Doom con una nueva banda sonora a cargo de Mick Gordon, quien se llevó el premio a la Mejor Música en los Game Awards 2016. Aquí puedes verle en acción en la ceremonia de entrega de premios:
Quake es una especie de secuela de Doom, algo más oscura y etérea, así que era lógico que la banda sonora también fuera por esos derroteros. El responsable de muchos de los temas que aparecen en el juego es Trent Reznor, de los Nine Inch Nails.
Otro de los videojuegos que no puede faltar en la colección de los amantes del metal es Twisted Metal. Con ese nombre la relación es más que evidente, pero más que en la parte musical, que también lo está, la conexión entre este videojuego y el metal es de actitud. Es un juego oscuro, extremo y lleno de personajes que son comunes en la iconografía del metal. En las dos primeras entregas, se encargaban de la música Chuck E. Meyers, Lance Lenhart y Tom Hopkins, The Pinnacle Group, que no son conocidos pero cuyo trabajo está muy bien valorado. Ya en la tercera parte de Twisted Metal, hay muchos temas de Rob Zombie.
Pero si hay un videojuego que siempre se menciona como la madre de los videojuegos para los amantes del metal, es Brütal Legend. El protagonista, que está hecho a imagen y semejanza del actor y músico Jack Black (y en el juego original pone la voz), es un roadie que descubre que el heavy metal tiene poderes mágicos, y tendrá que usarlos para salvar el mundo. Así contado suena un poco simple, pero es un gran juego de estrategia.
La banda sonora de Brütal Legend incluye unos 107 temas de heavy metal de 75 bandas diferentes de todos los tiempos, y además en el juego aparecen grandes personajes del metal como Ozzy Osbourne, Lemmy Kilmister o Rob Halford de Judas Priest.
Están los videojuegos que se inspiran en el metal, y también las canciones de metal que se inspiran en los videojuegos.
A mediados de los 90 apareció Duke Nukem, una serie de la que surgió un álbum en 1999 que mezclaba grupos de metal como Megadeth o Type O Negative con otros de hip-hop como Wu-Tang Clan.
Por supuesto, también hay mucha música de grupos de metal que se ha hecho exclusivamente para un juego. Puedes encontrar temas de Avenged Sevenfold en los mapas de Call of Duty Black Ops Zombies, o un tema en exclusiva de Megadeth para Gears of War 2. Pero la más productiva ha sido la saga de videojuegos God of War.
En breve estrena su cómic oficial, que será una precuela del juego, pero este videojuego no sólo ha inspirado a viñetistas, sino también a músicos. Existe un recopilatorio de temas inspirados en God of War, algunos de los temas más apreciados por los fans del género son “Raw Dog” de Dream Theater o “Shattering the Skies Above” de Trivium, ambos para God of War 3.
Te hemos mencionado algunos ejemplos, pero la historia de amor entre los videojuegos y el metal es mucho más amplia… y continúa.